Al prefigurar, el 25 de enero, el regreso de los atletas rusos y bielorrusos al redil del deporte mundial, mientras continúa la lucha en Ucrania, el Comité Olímpico Internacional (COI) se ha ganado la ira de Kyiv y sus seguidores. Ahora se esgrime la amenaza de un boicot a los Juegos de París. Para Patricio Clastres, historiador del deporte y del olimpismo, y profesor de historia del deporte en la Universidad de Lausana, el COI es ” atrapado “ de su neutralidad.
¿Le parece posible un boicot a los Juegos de París 2024?
La amenaza de boicot por parte de los países del norte de Europa es totalmente creíble. Se están realizando reflexiones en Polonia, Lituania, Dinamarca, Noruega, para determinar qué reacción adoptar si los atletas rusos y bielorrusos pudieran participar en los Juegos de París. Hay países que han sufrido la presencia histórica de Rusia en sus fronteras y que temen verla avanzar hacia el oeste. Los países escandinavos tienen una tradición democrática y ética más sólida que los países de Europa occidental. y entendió que esta dimensión debe prevalecer sobre todo en el deporte, aunque ello signifique excluir a las naciones que no respeten las normas del derecho internacional.
El boicot puede ser una herramienta adicional para movilizar la conciencia. Si nos detenemos ahí, aun así hemos tenido éxito en esta situación aberrante que significa que el país atacado no participa en los Juegos, mientras que el país agresor y su aliado están presentes, incluso bajo una bandera neutral.
¿Por qué el COI no excluye a Rusia y Bielorrusia mientras continúa el conflicto?
En su historia, el COI ya excluyó a un país: Sudáfrica de 1964 a 1992, en nombre de la lucha contra el apartheid. Pero hasta 1964 no había querido ver nada. Y es porque ha habido amenazas de boicot, en particular de naciones africanas, que su presidente ha tenido que ceder. Todavía habrá un boicot en los Juegos de Montreal en 1976, porque los países africanos querían que esta prohibición se generalizara en todas las competiciones internacionales: sin embargo, Nueva Zelanda se había enfrentado, en rugby, a Sudáfrica.
El COI no está en una línea ética, siempre está en una ponderación geopolítica de sus decisiones. ¿Por qué puede suspender al Comité Olímpico Nacional (CON) de Guatemala por preocupaciones de interferencia política, pero no excluir al CON ruso, cuyo presidente ha apoyado públicamente la guerra? También podemos preguntarnos por qué Thomas Bach [le président du CIO] reaccionó a la invasión de Ucrania y no a la de Crimea…
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