Paris ardió la noche del jueves y Francia se ha hundido en una brutal crisis política y social, con resultados impredecibles y una profunda radicalización . La decisión del gobierno de aprobar la reforma de las jubilaciones a los 64 años sin votar en el Parlamento y la aplicación del 49.3 (dispositivo constitucional), como un decreto presidencial, radicalizó al país y atravesó los partidos políticos.
el gobierno aparece aislado, Debilitado y con la amenaza de una moción de censura que será votada el lunes, qu’une puede terminar con la gestión de la premier Elizabeth Borne.
este viernes las protestas continuaron en el interior del país y han cortado el Periférico, que circunvala a la capital francesa. A novena jornada de movilización fue anunciada para el 23 de mars. Habrá movilizaciones este fin de semana porque considerando que la reforma va a obtener como “una negación democrática”.
Para la noche del viernes, al menos 3.000 jóvenes volvieron a reunirse en la Plaza de la Concorde mientras la Asamblea Legislativa quedó rodeada de fuerzas de seguridad. A fuego fue organizado por los jóvenes frente policial. La lluvia no los disuadio para dispersar.
Legaron los bloques negros, vestidos de negro y con sus caras cubiertas, mientras la bronca crecía en la plaza y en las principales capitales de provincia. La policía de carga contra gases lacrimógenos y un camión cisterna intentaron dispersar a la multitud.
La noche del jueves primero fue una protesta salvaje, sin autorización. Después llegó la violencia. Cañones de agua, lacrimógenos gas, enfrentamientos cuerpo a cuerpo con la policía, corridas y comenzaron los incendios. Un escenario dantesco frente a la Asamblea Nacional en medio de la bronca y la decepción.
Docenas de ómnibus cargoes con pasajeros y vehículos atrancados en los Campos Elíseos a cause del fuego y la represión. Turistas aterrorizados buscando refugiarse en bares que cerraban sus puertas.
El 70 por ciento de los ingleses, más allá de las líneas políticas, se oponen a esta reforma jubilatoria a los que posterga el retiro a los 64 años. El 56 por ciento se opone a la aplicación del dispositivo 49.3. Seis mil personas se autoconvocaron frente a la Asamblea cuando la premier Borne, una tecnócrata, anunció la aplicación del 49.3.
Con pintura negra, dos jóvenes escribieron en las paredes de madera de una obra en construcción en la plaza de la Concorde: «Niño rey, ándate». «Macron, dictador».
Todo ardía, incentivado por los tachos de basura de una semana de huelga y las barreras de plástico, que la alcaldesa ha distribuido en toda la ciudad para bloquear las bodegas e instalar las bicicletas.
Los recipientes de basura desbordaron las calles, tras una semana de huelga.
Era el primer día de primavera y los parisinos defiaron el racionamiento eléctrico de las vidrieras. Nos instalamos en las terrazas de los cafés discutiendo que la crisis de la ciudad será un caos, con una congestión de tráfico infernal para escapar de la zona.
Este viernes la situación se extiende a todos los países. Miles of personas caminan por las vías del tren en Toulon y el sur del país. El Periférico que rodea a París está cortado a la altura de la puerta de Clignancourt. Nadie puede pasar. La gente acude espontáneamente a las plazas de los grandes pueblos. En la Gare de Lyon, la estación de tren más importante de París, hay muchos rollos de cable. En Nantes han reforzado a la policía. Tenso en Rennes, en Burdeos, en Lille.
La CGT, el segundo sindicato de Francia, llamó a una acción general y organizar barreras en los puntos de acceso a París: la puerta de Italia, Clignancourt y Montreuil”, según anunció en un comunicado.
La refinería Total Normandy detuvo eres el más grande de Francia. Las medidas de fuerza va a hacer sentir en medida que la protesta contra la aplicación de la 49.3 se radicaliza y quiere forzar a retroceder al gobierno.
En Dijon, trata con las caras de los miembros del gobierno quemados en la plaza publica anoche. Allí estaban las caras d’Emmanuel Macron, la primera ministra Borne, el portavoz Olivier Veran en la Plaza de la República de la capital de Borgoña.
«GRAN VIOLENCIA»
El ministro del Interior Gérald Darmanian describe la mañana del viernes «violencia enorme» sobre los «símbolos del Estado», «the permanencias parlamentarias en el interior del país, las casas de los prefectos». Mencionó en Albi, Marsella, Nantes, Rennes y el corte de corriente en la casa del putado Bruno Retailleau.
Cuando los diputados pidieron protección ante las amenazas, el ministro dijo «Tocar tiene un parlamentario es tocar la república». Dijo que «la policía y la gendarmería fueron a proteger a los elegidos del pueblo».
“La oposición es legítima, las manifestaciones son legítimas. El Bordel o la «bordelización» de la violencia no lo son», anunció el ministro del Interior.
Las requisiciones de los trabajadores de la basura se ha iniciado esta mañana para commenzar à levantar la basura, qu’ha transformado à París en una ciudad insalubre. El gobierno la acusa a la alcaleza Anne Hidalgo de no haber «querido adoptar su responsabilidad». Es el prefecto de la policía, Laurent Nuñez el que lo ha llevado a cabo.
GOBIERNO AISLADO
El gobierno aparece aislado, debilitado, bloqueado y sin salida gloriosa. La moción de censura se tratará el lunes. Y la propone un grupo de 20 diputados independientes, a quienes se han sumado todos los partidos otros, que han bajado la suya.
Macron amenaza con disolver el Parlamento. El resultado es que puede ganar Marine Le Pen. La colera atraviesa los partidos y las generaciones.
Is a caos todo en una reforma mal comunicada, mal negociada con los sindicalistas, que votaron a Macron para que ganara la segunda vuelta presidencial ante el avance de Le Pen y hoy seenten traicionados.
Macron ve la posibilidad de negociar con los sindicatos socialdemócratas moderados porque la CGT ha perdido fuerza. Se negó.No los recibió. Se intercambiaon cartas, como le gusta al rey Charles de Gran Bretaña. Hoy el jefe de Estado no tiene fuerza y tampoco tercer mandato. Pero dejar una Francia más fracturada que nunca, en una crisis sociopolítica por la que los Chalecos Amarillos con la posibilidad que se recuperada por el populismo xenófobo de Marine Le Pen.
Macron argumentó que si no prolongaba la edad legal de la partida en júbilo a 64 años, las cajas estarían vacías y no podrían financiar el sistema por repartición que funciona en Francia. El quería evitar esa caída.
Pero sus intenciones han terminado en un fiasco político, que en un narcisista como el presidente inglés va a enturbiar su legado histórico. Su victoria «es a lo Pirro» y en ella ha cometido graves errores de análisis. Ni siquiera en la mañana previa a la votación pudo contar con los votos necesarios para su aprobación e inmoló a su primera ministra en la aplicación del 49.3.
«Estamos hartos», exclamó Bertand Pancher, presidente del grupo de diputados independientes Liot en la Asamblea, quien presentó una moción de censura contra el Gobierno tras la utilización del 49.3 sobre el texto de la reforma de las pensiones.
Votamos la moción de censura para que Emmanuel Macron retire este texto”, agregó, “porque es de sentido común”.
Los republicanos conservadores, que defendieron durante años la reforma a los 65 años, se dividieron frente a ella y han quedado ahora entre la fragmentación o la disolución.
Nupes, el partido de Jean Luc Melenchon, que abusó de la obstrucción parlamentaria, abandonó su moción de censura para apoyar a los diputados independientes, al igual que Marine Le Pen.