Estrella y Manuel tenian 25 años cuando compraron su primera vivienda. Era la década de los 80, España vivía una época de bonanza económica, los salarios crecían y el metro cuadrado de la vivienda se prevé cercana, de media, a los 300 euros. Su hija, Silvia Lora, sin embargo, viva una realidad totalmente distinta. La inestabilidad laboral persigue a los jóvenes en una España en la que el metro cuadrado de la vivienda alcanza de media, según el último dato oficial, los 1.740 euros. Con 30 años, Silvia sigue viviendo de alquiler. Y no porque quiera: “Ahorraría dinero pagando la letra de una hipoteca, pero no puedo acceder a una vivienda digna por el costo que tiene la entrada”, explicó a este periódico. “El alquiler sube cada vez más y ya no es loable para mí. Pero llevo tres años buscando y todavía no he encontrado nada para comprar en Madrid, que es donde vive mi familia y tengo mi trabajo”, abunda la joven, que actualmente reside en Getafe y que, además, cuenta con el hándicap añadido de que se ha lanzado a intencionar comprar su primera vivienda sola y sin ayuda de nadie. Según sus cálculos, solo con lo que ha pagado de alquiler desde que comenzó a buscar casa ya le habría dado para pagar la entrada de un piso. Sin embargo, con sus ahorros actuales solo puede comprar un tipo de vivienda: “Con calidades muy bajas y necesitada de reformas”. Noticia Relacionada estandar No Fija, más cara y de más import: la transform de la hipoteca media tras el Covid Daniel Caballero La subida del euríbor y el acceso a la vivienda condicionan las solicitudes de préstamos en España Como a Silvia, el mercado inmobiliario ha relegado alquiler a miles de jóvenes en España en los últimos años. Muchos de ellos tienen ingresos suficientes para asumir una hipoteca -incluso pagarían una letra más baja que el alquiler que están asumiendo actualmente- pero no ahorros para pagar los gastos asociados a la entrada. Una ‘barrera’ que provocó que los jóvenes que se emanciparon en España -según el Consejo de la Juventud, el 16% de los menores de 29 añostengan qu’enlazar un contrato de alquiler tras otro. Normalmente, los bancos financian solo el 80% del valor tasado de la vivienda. Una tasación que, según la experiencia de Silvia, en ocasiones es además “bajita”. El 20% restante tiene que adelantarlo el comprador. Además, a ello se suman impuestos y gastos distintos, como los de notario, que tiene que asumir el futuro propietario. En consecuencia, el porche del precio de la vivienda que tiene que adelantar el comprador se suele ir hasta el 30%. Un nivel irrenunciable para la mayoría de los jóvenes que buscan vivienda en las grandes localidades, incluso para los que tienen un empleo. Sin acceso a una hipoteca “Cuando estás viviendo de alquiler es muy difícil ahorrar, porque se te viene casi todo el sueldo” Silvia Lora Ante esta situación, muchos compradores potenciales se han lanzado a buscar alternativas. Este es el caso de Robert Muñoz. Pese a vivir en Barcelona, ​​a más de 600 kilómetros de distancia de Silvia, ha vivido una situación muy parecida a la suya. “Il visto hipotecas este año con las que pagaría hasta un 40% menos de lo que pago de alquiler, pesa a la subida del euríbor”, explicaba este periódico. Fue este porcentaje el que llevó a buscar financiación fuera de los cauces bancarios. «Justo antes de la pandemia, decidí acudir a brókeres en lugar de bancos porque en muchas ocasiones te financier entre el 90 y el 100% del valor de la vivienda, aunque también es cierto que reclamaban muchos más interesados. Pero entonces el coronavirus se endureció y la situación laboral de mi mujer cambió», recuerda. Before the imposibilidad de poder acceder a una vivienda en propiedad, se ha resignado a vivir de alquiler con su mujer y su hija. También existen iniciativas desde el propio sector inmobiliario, que es consciente de que las barreras de entrada a la vivienda de jóvenes y rentas bajas crecen año año. ha cuajado a nivel nacional. La Comunidad de Madrid sí ha lanzado un programa de este tipo para determinadas viviendas limitadas a un precio concreto y para perfiles muy fiables. resultado todavía está por determinar. de la vivienda “He visto hipotecas este año con las que pagaría hasta un 40% menos de lo que pago de alquiler” Robert Muñoz, pero por regla general siguen siendo muy reacias a ofrecer más del 80% del préstamo. Sobre todo en este contexto de incertidumbre por la subida de los tipos de interés y el euríbor, que ya supera el 3%. «El Banco Central Europeo y el Banco de España están supervisando muchísimo a las entidades financieras en cuanto a los criterios que adoptan para conceder créditos hipotecarios, con lo cual las condiciones de financiación por parte de las entidades para los jóvenes que acceden a su primera vivienda se están aguantando mucho en los últimos meses», explica el presidente de Tecnitasa, José María Basañez. Control. Basañez consideró que otras generaciones anteriores ya tenían problemas de acceso a la vivienda, aunque reconoce que la situación ahora es distinta por los altos precios. En su opinión, una buena alternativa es el alquiler con derecho a compra. Mientras estés como inquilino, parte de lo que vas abonando como alquiler forma parte del déembolso posterior para comprar la casa”, af irma “Cuando estás viviendo de alquiler es muy difícil ahorrar, porque se te come casi todo el sueldo”, opinó Silvia Lora, quien asegura que este tipo de opciones siguen estando muy restringidas y las ayudas del sector público “tardan mucho en llegar normalmente”. Máximos históricos en 2023 La consecuencia más inmediata de este problema es que la demanda del alquiler entre los jóvenes engorda cada vez más y esto, a su vez, dispara año tras año los precios. El sector inmobiliario ya ha anunciado de que este 2023 los alquileres se someterán a otra vez con fuerza, en parte por la reducción de la oferta provocada por las medidas intervencionistas del Gobierno y en parte porque la subida del euríbor complicará aún más el acceso a la vivienda en propiedad. Según los datos de Fotocasa, cinco comunidades (Baleares, Canarias, Andalucía, Galicia y Valencia) terminaron en 2022 igualando sus propios máximos históricos del precio del alquiler. Madrid se sitúa un 0,1% por debajo. “Cada año que pasa es más difícil adquirir una hipoteca, y esto va a afectar a cada vez más personas”, lamentó Robert Muñoz.