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El anuncio del encuentro entre Xi y Putin coincide con la publicación de un informe que asegura que empresas chinas han enviado a Rusia un miller de rifles de asalto

El presidente chino, Xi Jinping, en Pekín.Noel CelisPensilvania

Xi Jinping viajará el próximo lunes a Moscú. Será la primera visita del presidente chino a la casa de Vladimir Poutine desde que comenzó la invasión de Ucrania. ¿Un encuentro para reafirmar los fuertes lazos que les unen o el líder chino presionará a Putin para que ordene un alto al fuego?

Según ha dicho este viernes Wang Wenbin, portavoz del Ministerio de Exteriores de Pekín, la visita de Xi será un «viaje por la paz». Según el comunicado que ha publicado el Kremlin, ambos líderes discutirían «temas del desarrollo de relaciones de asociación integral e interacción estratégica entre Rusia y ChinaTambién «participó en un intercambio de puntos de vista en el marco de la profundización de la cooperación en el ámbito internacional y firmarán una serie de importantes documentos bilaterales».

Pero volvamos a las declaraciones del portavoz Wang: «China mantiene una posición justa y objetiva en Ucrania y desempeña un papel constructivo en la promoción de las conversaciones por la paz».

El anuncio del viaje de Xi ha coincidido con una información publicada por el medio estadounidense Politico, que asegura, en base datos de aduanas, que empresas chinas habrían enviado, entre junio y diciembre de 2022, mil rifles de asalto a Rusia, así como drones, munición y chalecos antibalas. Estos envíos se habrían realizado a través de terceros países, como Turquía y Emiratos Árabes Unidos. Los rifles fueron comprados por China North Industries Group Corporation Limited, uno de los contratistas de defensa estatales más grandes del gigante asiático.

Sobre esta información, que no especifica si Pekín está usando armas que Moscú puede utilizar -o está utilizando- en la guerra, el portavoz Wang ha defendido que su país «adopta una actitud prudente y responsable en las exportaciones militares», y que controla la «exportación de artículos de doble uso», en relación con los equipos militares comerciales que pueden usarse también en el campo de batalla. Pekín siempre ha negado estar brindando algún tipo de soporte militar a Putin en su ataque a Ucrania.

Unas horas ante antes que confirmará la visita de Xi a Putin de la próxima semana, desde Pekín, el ministro de Exteriores, Qin Gang, descolgó el teléfono para llamar a su ucraniano homólogo, Dmitro Kuleba. La charla dura unos 15 minutos. El chino dijo que kyiv y Moscú deberían reiniciar las negociaciones de paz, y hacerlo «lo antes posible». Qin aseguró que a su gobierno le preocupa mucho que el conflicto «pueda escalar y salirse de control».

China no condena la agresión rusa

China continuó condenando públicamente la invasión rusa de Ucrania. In los comunicados oficiales al respecto, lo sigue llamando «crisis». Ni siquiera el término «guerra» tiene espacio en una narrativa que, en muchas ocasiones, se asemeja a la del Kremlin. Aunque también es cierto que ese respaldo tácito a Putin era más pronunciado hace un año que ahora. El documento de paz publicado hace unas semanas por el régimen de Xi Jinping pedía en sus primeros puntos un alto al fuego y el respeto incondicional a la soberanía de todos los países.

“China espera que todas las partes se calmen, se calmen, reanuden las conversaciones de paz lo más posible y vean el camino de los atrasos políticos”, dijo Qin en su llamada telefónica. «China espera que (Ucrania y Rusia) no cierren la puerta a una solución política sin importar cuán difícil y desafiante se la situación», sentenció el ministro.

Desde kyiv confían en que esta conversación haya sido el aperitivo de una videollamada entre Xi Jinping y el presidente Volodimir Zelensky. El ucraniano lleva casi un año buscando, sin éxito por ahora, una charla con su homólogo chino, quien en cambio ha intercambiado tres llamadas y un cara a cara con Putin desde que este lanzara el ataque a Ucrania. Medios como Reuters y The Wall Street Journal han apuntado que Xi podría llamar a Zelenski la semana que viene, después del viaje del líder chino viaje a Moscú.

Después del éxito diplomático de Beijing sentando en la misma mesa a Irán y Arabia Saudita par que reestablecieran lazos, ¿puede China negociar la paz entre Rusia y Ucrania? Durante meses, han sido muchas las voces autorizadas, comenzando por los líderes europeos, los que han pedido a Pekín que ejecuten un papel de mediador real, presionando su socio Putin para que detenga el ataque. Pero el gigante asiático, más allá de pedir paz y lanzar algunos guiños a ambos lados, como defender la soberanía territorial de Ucrania o compartir las preocupaciones de seguridad de Putin, se ha adherido hasta ahora en su tradicional principio de no interferir en los conflictos de otros países.

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