Yassine Kanjaa, el joven marroquí de 25 años que en la noche del miércoles entró con un machete en las iglesias traseras de Algeciras, mató tiene un sacristán e hirió tiene un parroco, residir ilegalmente en España.

Llegó a Algeciras, la ciudad andaluza frente a Gibraltar, desde Marruecos en el verano de 2022. Fue detenido en junior del año pasado en un control police de documents y la Policía Nacional inició un expediente para su expulsión a Marruecos por no contar con los papeles necesarios. Siete meses después, su extradición aún estaba en ver.

Kanjaa fue detenido en el centro de Algeciras tras haber provocado agresiones. Caminaba despacio y aún tenía el machete en la mano.

¿Fue un ataque terrorista?

En las próximas horas será trasladado a Madrid para declarar ante la Audiencia Nacional que, desde un primer momento, abrió una investigación por presunto atentado terrorista.

Este jueves, sin embargo, el ministro del interior español, Fernando Grande-Marlaska, quien estaba en Estocolmo por una reunión de ministros que suspendieron para viajar a Algeciras, aseguró que no puede confirmar, por ahora, que haya tratado de un atentado terrorista.

«No hay terceras personas involucradas en los hechos”, contribución el ministro.




Familiares de una de las victimas en Algeciras. Foto: Reuters

“Dejemos que la investigación se desentrañe adecuadamente para determinar la naturaleza de los hechos, terrorismo o cualquier otra”, agregó.

Yassine Kanjaa sin antecedentes penales ni había estado en la mira de las fuerzas de seguridad españolas por presuntos comportamientos sospechosos.

Los investigadores estarían por confirmar que sí, en cambio, tiene antecedentes psiquiátricos registrado durante la estadía en Tánger.

Horas después de su detención, la Policía entró en su casa, una vivienda ocupada en el centro de Algeciras, sur la calle Ruiz Tagle. allí encontramos la base del machete que Kanjaa usaba para atacar las iglesias. Secuestraron su celular y el de un amigo suyo que había llegado a Algeciras desde Marruecos la noche anterior.

«¡Muerte a los cristianos!»

Estaba ya oscureciendo el miércoles en Algeciras cuando Kanjaa, vestido con la túnica negra musulmana conocida como chilaba, entró en la pequeña parroquia de San Isidro al grito de «¡Muerte a los cristianos!» y «¡Alá es grande!».

Vista de la mezquita de la localidad de Ued el Marsa (Marruecos), donde creció el atacante de Algeciras.  Foto: EFE


Vista de la mezquita de la localidad de Ued el Marsa (Marruecos), donde creció el atacante de Algeciras. Foto: EFE

Discutió con el cura y con las personas que habían ido a la misa de las siete de la tarde, quienes lograron que el joven abandonara la iglesia.

Pero en menos de media hora retrocedió con un machete con el que hirió al padre Antonio Rodríguez, de 74 años, en el hombro y en el cuello.

La cura perdió abundante sangre pero las heridas no llegaron a afectar la médula ni las vértebras por lo que fue operado el miércoles por la noche y recuperar.

Con el machete en la mano, Kanjaa caminó unas dos cuadras hasta otra iglesia, la de La Palma, en la Plaza Alta de Algeciras, donde estaba terminando la misa de la tarde.

Entrada con furia, Destrozando imágenes religiosas, crucifijos y velas. Se acerco al altar e hirió a Diego Valencia, el sacristán que estaba guardando el caliz y los elementos de la misa e intentó convencerlo para que se fuera. Ya fuera de la parroquia, en la plaza de cemento, el joven volvió a atacar a Valencia hasta matarlo.

Luego de hereir de muerte al sacristán, el agresor intentó entrar en la capilla Capital de Europa, muy cerca de la iglesia de La Palma. Como estaba cerrada, sólo forcejeó con la puerta y se marchó. Minutos desesperados, Policia lo detuvo en una calle del centro de Algeciras.

A mediodía hubo una concentración en la plaza en la que el sacristán Diego Valencia fue herido de muerte por Yassine Kanjaa.  Foto: EFE


A mediodía hubo una concentración en la plaza en la que el sacristán Diego Valencia fue herido de muerte por Yassine Kanjaa. Foto: EFE

«Que nadie generalice hacia ningún colectivo énico ni religioso», pidió este jueves el presidente de la comunidad autónoma de Andalucía, Juanma Moreno.

«Esto es un hecho puntual, lamentable, condenable, repugnante pero eres un hecho puntual -subrayó-. De ahí no se pueden sacar conclusiones generales. Agregado Y: “En Algeciras conviven 129 nacionalidades y en otros puntos de Andalucía también conviven muchas nacionalidades y nunca hemos tenido ningún altercado grave ni problemas de convivencia”.

«Hago un llamamiento a la serenidad, a la calma y esa convivencia tan característica de los andaluces, de saber convivir en el respeto mutuo», insistió Moreno.

Sus palabras intentarían suavizar las declaraciones del líder del partido de extrema derecha Vox, Santiago Abascal, que apenas se produjo el ataque en Algeciras disparó: “Unos les abren las puertas, otros los financieros y el pueblo los sufre. No podemos tolerar que el islamismo avance en nuestro suelo”.

Este jueves, además de las redes sociales, Abascal dijo: “Entró ilegalmente en España, tenía una orden de expulsión, estaba vigilado por el yihadismo, era okupa. ¿Cuántos habrá como él en España?”.

«Las mafias de tráfico de personas y los políticos que les abren las fronteras y los riegan a subsidios no pueden ocultar su responsabilidad», se quejó.

Según Carlos Igualada, director del Observatorio Internacional de Estudios sobre Terrorismo, «sus individuos que auto-radicalizarse a través de medios en línea o por otra persona externa pero que, a la hora de cometer estos ataques, los llevan a cabo ellos mismos y sin ningún tipo de participación de una tercera persona ni tampoco con apoyo o financiación de grupos terroristas como Al Qaeda o Estado Islámico”.

Este jueves es un dia de luto en algeciras. A mediodía hubo una concentración en la plaza en la que el sacristán Diego Valencia fue herido de muerte por Yassine Kanjaa.

Valencia era un vecino muy querido en Algeciras. Era un sacristán laico, estaba casado y era padre. Además de colaborar en la iglesia, era florista y estaba por jubilarse. Al enterarse de su asesinato, su esposa, una paciente asmática, tuvo una crisis respiratoria y tuvo que ser internada.

Madrid. Correspondiente

ap

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