Desde la invasión rusa hace poco más de un año, los pilotos ucranianos efectan cada da misiones peligrosas con los viejos aparatos MI-8 y MI-24.
Tres helicópteros de ataque MI-8 despegan de una base secreta en Ucrania y vuelan raso hacia su objetivo cerca de Bajmut, donde desde hace meses concentran los combates contra las fuerzas rusas. Cuando se acercan al objetivo, uno por uno, los aparatos remontan repentinamente, Lanzan una lluvia de cohetesdan un giro rápido y vuelven a su base, siempre a muy baja altitud.
El blanco se encontró «en una línea de fortificación del enemigo, constituida de tropas en el suelo, vehículos blindados y un depósito de municiones», explicó a AFP Petro, uno de los pilotos, tras su misión de unos 30 minutos de duración.
El objetivo se encontraba cerca de Severodonestsk, Una localidad tomada por el ejrcito de Mosc en la pasada primavera, situada al nordeste de la ciudad de Bajmut, donde las tropas de kyiv resisten pero están prácticamente rodeadas.
Desde la invasión rusa hace poco más de un año, los pilotos de helicopteros ucranianos efectan cada da misiones peligrosas con dispositivos MI-8 y MI-24 más antiguos.
Petro, de 23 años, es cuenta con medio centenar de misiones de combate a sus espaldas. «Antes del vuelo escogemos el itinerario y usamos aplicaciones especiales para pasar por los puntos ms bajos posibles. Por ejemplo, si vemos alturas de 180 m, es demasiado alto, entonces buscamos lugares más bajos, y encontramos 130 m, 100 m…», explica el piloto.
«El objetivo es volar ms bajo que el nivel del paisaje principal para no ser visible en los radares rusospara que no sepan que llegamos hasta el ltimo momento», prosigue, con quoita de piloto y un pasamontaas que slo le deja los ojos al descubierto.
30 becarios
En unas impresionantes imágenes grabadas por una cámara de la AFP colocada en la cabina de pilotaje durante toda la misin, los paisajes se suceden una velocidad de uno a 200 km/h ya unos pocos metros bajo la carlinga.
El aparato slo sube repentinamente un breve instante cuando el disparo contra el objetivo, programado a una distancia de 6.100 m. «Cuando estamos a 6.200 m del objetivo, subtilos 20 grados (…) Luego lanzamos los cohetes, 15 por cada lado«, detalle. Las municiones están en cavidades fijas en los límites derecho e izquierdo del helicóptero.
En las imágenes grabadas desde el aparato, seven las humaredas negras que dejan tras de s los cohetes luego de ser disparados. Justo después de, el helicopter efecta casi media vuelta en picado hacia la izquierda y retoma su vuelo raso de regreso. El camino de vuelta es diferente del de ida, «para no caer en una trampa» y ser alcanzado por la defensa antiarea rusa, dice Petro.
En la linea del frente, unidades de infantera lanzar un dron para comprobar si se ha alcanzado el blanco. Si no es el caso, se realizan «correcciones para un nuevo disparo», cuenta el piloto.
«El miedo desaparece»
Su misión más dura fue el 6 de marzo de 2022 en la región de Mikolaiv, en el sur de Ucrania. «helicóptero ramos cuatro y el objetivo era un gran convoy de vehículos militares”, que se dirige hacia la central nuclear de Zaporiyia, actualmente en manos rusas.
«Vimos el objetivo a una distancia de unos dos kilómetros. Tuvimos la información de que no se mueve pero, de hecho, se muevey lo vimos de repente», y dispararon, recuerda Petro.
«Dos helicpteros fueron destruidos, el tercero daado y yo tuve la suerte de estar en el cuarto. No fui alcanzado (…) Slo dos de nosotros regresamos a la base«, dice, todava conmocionado por estos hechos. Desde el inicio del conflicto han muerto una treintena de pilotos ucranianos, segn una fuente militar.
Para Petro, lo más difícil es la preparación, «porque no conoces el paisaje antes del vuelo, no estás seguro de nada». Pero «una vez que el motor está encendido, el miedo desaparece, porque nos hemos formado para esto, confiamos en nosotros», añadió.
En las redes sociales, los videos de los helicópteros ucranianos en misin son muy compartidos y los pilotos son vistos como hroes. Petro, sin embargo, piensa sobre todo en los soldados que «Sufren mucho más que nosotros, aunque nos saludan y nos animan desde la tierra».
«Están en posición de forma permanente. Aunque nosotros corremos riesgos elevados, necesitamos muy poco tiempo para cumplir la misión. Cuando veo a los chicos en tierra animándonos, s exactamente por qu estoy aquí», zanja.
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