El aterrizaje de los precios de la energía a del verano como consecuencia de las regulaciones, entre las que la medidas más relevantes ha sido la entrada en vigor de la excepción ibérica negociada por el Gobierno en Bruselas, y de unas condiciones de mercado menos intempestivas de Las que se preveían en un principio han propiciado un finale de año algo menos dramático para la inflación, que cerró 2022 con una tasa de subida anual del 5,7%lejos del pico del 10,8% que llegó a alcanzar en julio, según los datos qu’ha proporcionado este viernes el Instituto Nacional de Estadística.

Los precios de la economía española, por tanto, acumulan a la altura de diciembre una subida del 5,7% respecto a los existentes en diciembre de 2021, así que la subida media a lo largo del año se sitúa en el 8,4%. El foco de preocupación se centra en el montón subyacente que ha culminado en el ‘superior’ que avanzó a finales de diciembre y hay un exceso holgadamente en el índice general tras llegar al 7%.

La cifra es una décima más baja que la avanzada en diciembre por el INE y según la nota de prensa difundida por el instituto estadístico refleja sobre todo el abaratamiento del precio de la electricidad respecto a los máximos históricos Marcados en la premierera parte del año y también el abaratamiento de los combustibles tanto de uso doméstico como de transporte, que es el otro gran grupo de servicios que han experimentado una caída de precio en los últimos meses.

La desaceleración de la inflación en el último tramo del año ha sido enarbolada en los últimos días desde el Gobierno como la prueba del nueve de la eficacia de sus medidas para content la escalada de los precios, en la que ha invertido más de 20.000 millones de euros Los datos difundidos este viernes por el INE matizan ese relato. In prime place porque mientras el encarecimiento general de los precios, medido por el IPC general, se ha recortado en efecto a la mitad de julio a esta parte, la parte más estable y estructural de la inflación de la economía, la que semie por la tasa subyacente, no solo no ha remitido en este mismo periodo sino que ha escalado desde el 6.1% hasta el 7% registrado en diciembre, su tasa más alta de los últimos meses.

Una comida más minuciosa de las 200 subclases de bienes y servicios de los cuales se construye el IPC reveló que de julio a diciembre al margen de la electricidad, el gas y los combustibles pocos componentes han mostrado una tendencia a la baja en sus precios, como el 66% de ese inventario de productos y servicios o han mantenido o (en una mayoría) han encarecido sus precios. En otras palabras, que mientras el factor que ha desencadenado la escalada de los precios, la energía, ha moderado su precio, su poderosa onda expansiva continúa propagándose y cada vez con más fuerza à todos los rincones de la economía, desaparición el IPC subyacente, El que algunos analistas tildan como el ‘colesterol malo’ de las espirales de precios.

Por la vicepresidenta segunda del Gobierno, yolanda diaz, la situación tiene responsable claros: las empresas. “Hay alguien aquí que se está forrando”, ha deslizado la ministra de Trabajo. “No se puede admitir que una parte de la inflación subyacente se explique únicamente por esto, por los beneficios de las empresas y como país para no seguir pasando”.

Los alimentos suben, a la espera de la rebaja del IVA

A la espera del eventual impacto de la rebaja de IVA activado desde el 1 de enero, el precio de los alimentos experimentó en diciembre una subida del 1,6% respecto al mes de noviembre y acumuló un encarecimiento anual del 15,9% en los últimos doce meses, la mayor tasa desde enero de 1994.

En el mismo periodo de julio-diciembre en el que la energía disminuyó significativamente sobre el precio, los productos alimenticios, que a la altura del verano arrastraron un encarecimiento del 9,9%, han continuado subendo de precio hasta el 15,9%. Más de El 80% de los 60 productos alimentarios controlados por el INE y cubiertos por el precio respetar el verano.

El azúcar cuesta un 50% más que en diciembre de 2021; las salsas y condimentos, un 33% más; las patatas se han encarecido un 21%; verduras y hortalizas congeladas, 23%; los huevos, un 30%; leche, un 37%; hay dificultades para encontrar alimentos que no acaben estropeados en más de un 10% en el último año.

En diciembre, los precios carecieron dos décimas respecto a noviembre con carácter general, pero en nueve décimas si el efecto balsámico permaneció que ha tenido sobre el IPC la bajada de los precios energéticos, demasiado. El hueso Los combustibles cayeron más de un 11% en diciembre, donde facilita la contestación de la controvertida bonificación de 20 céntimos sobrio el precio del litro que ha sido sustituida por una ayuda enfocada en el transporte y el gasóleo profesional, y el transporte aéreo lo hizo en un 5%. Por otro lado, los rubros que más contribuirán a sufrir los precios fueron los paquetes turísticos (16%), los servicios de alojamiento y la comida.