lamativas respuestas en un estudio del Conicet

Como si las audiencias públicas se dieran cuenta con motivo de la ley de aborto sancionada en el país no hubieran bastado, una decisión de la Corte podría reeditar la «grieta verdes contra celestes»: llamará a una audiencia pública antes de decidir sobre el caso de una pareja divorciada que pide destruir sus embriones congelados tras un tratamiento de fertilidad.

El máximo tribunal optó por este camino en el marco de un vacío legal. El Congreso debía aprobar una ley, según había previsto la última reforma del Código Civil. Pero esa ley no prosperó: hay un proyecto cajoneado y la Corte, al parecer, considere que no podría fallar sin volver a consultar a la población.

En este contexto, se difundió una encuesta del Conicet, firmada por Gabriela Irrazábal, Ana Lucía Olmos Alvarez y María Cecilia Johnson, que ofrece algunas aproximaciones de opiniones de la población argentina sobre el tema. Hay un sector con una posturas fuertes y otro que transita la dudar.

La sonda “Creencias y actitudes sobre los embriones” fue realizada en plena pandemia, en 2021, cuenta con 4.537 alcaldes argentinos de 18 años. Se confeccionó sobre el humo que aún emanaban las escalinatas de aquel Congreso turbulento de diciembre de 2020.

Una primera conclusión del relevamiento: el 30 por ciento de la gente consultó cree que el embrión es un personaje y ahí 20 por ciento no está seguro.

En contraposición, el 50 por ciento restante de los consultados consideró que sólo el hecho de la fecundación de un óvulo por un espermatozoide no constituye una persona. Estos primeros datos contextualizan el foco de la encuesta, que fue conocer las opiniones el descarte de embriones congelados.

«Allá inscripción religiosa aparece como una dimensión que divide las respuestas en relación al descarte de embriones”, dicen las autoras. Y agrega: “Quienes se declaran evangelicos o católicos no están de acuerdo con el descarte de embriones en ninguna circunstancia, mientras que ateos y desafiliados muestran mayores niveles de acuerdo”.

Las aguas divide mitad y mitad. Entre los que tener una opinión formal sobre el tema, el 50 por ciento no está de acuerdo con el descarte de embriones circunstancia bajo ninguna. El otro 50 lo está ante el fallecimiento del cónyuge, la separación de las parejas o si existieron dificultades reproductivas.

Respecto a la donación de embriones, 3 10 de diciembre teniendo en cuenta que es correcto para reproducciones finas y para investigación científica. Las mujeres se muestran favorable menos a la donación que los varones. La adcripción religiosa también vulve a ser aquí sinónimo de antagonismo a la posibilidad de ceder embriones a terceros.

Otro estudio previo del Conicet, de 2019, firmado por Natacha Salome Lima, Constanza Branzini y Stella Lancuba, con base en 60 entrevistas cualitativas, concluyó que “luego de más de tres décadas de desarrollo de las tecnologías reproductivas, aún existe un alto grado de incertidumbre en los pacientes respecto de que hacer con sus excedentes de embriones”.

Agrega que «las ausencias normativas genera que los usuarios (de estas técnicas) se ‘desentiendan’ de sus embriones, esto dificulta la toma de las decisiones, aumentando el riesgo de incrementar la cantidad de embriones ‘abandonados’”.

En este mismo trabajo, publicado en la revista de la Facultad de Ciencias Médicas de Córdoba, 38,4 por ciento de los consultados el embrión se representa como «un hijo/a», mientras que el 23.3 por ciento lo pensó “una persona potencial”. Y agrega el escrito: «Es decir que para el 61.7 por ciento de los participantes el embrión representa una entidad con un valor asociado”.

En cuanto al destino de los embriones criopreservados, la mitad de los encuestados no había tomado una decisión. De los que si la habian tomado, el 36.6 dijo que continuaría con criopreservación, el 8.3 mencionado donarlos a otras personas y 31.6 se volco por cederlos para investigacion.

Luego se les hizo otra pregunta: ¿Qué opinión le merece la siguiente? «Luego de transcurridos 5 años sin contacto entre el centro de fertilidad y los progenitores y luego de reiterados intentos de contacto por parte del centro de fertilidad, el embrión ser considerado abandonadopudiendo disponer de su utilización”.

El 40 por ciento se muestra totalmente de acuerdo, el 28.3 por ciento parcialmente de acuerdo, el 11.6 en desacuerdo, el 1.67 por ciento no se opone. Cuando se les preguntó qué factor había tenido mayor influencia en la decisión de qué hacer con los embriones, la respuesta más elegida fue «factores emocionales y/o religiosos o creencias»con el 25 por ciento, seguido de “factores familiares y/o conyugales, con el 23,3 por ciento.

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