Toda la dificultad del ejercicio se ha resumido en una frase. ¿Podemos reindustrializar el país, defender sus empleos y tener normas climáticas ejemplares al mismo tiempo? ¿Todo esto mientras la inflación anima a los consumidores a comprar cada vez más barato? Con motivo de la presentación de su plan para «verdear» la industria, el jueves 11 de mayo, Emmanuel Macron llamó a una » romper « en la normativa europea, con el fin de preservar jugadores locales sujetos a la competencia de países con los precios ambientales más bajos, como China, un importante productor de paneles solares, palas y turbinas de aerogeneradores y automóviles eléctricos.

“No queremos ser solo un mercado verde, sino producir verde en nuestro sueloexplicó el Jefe de Estado ante una audiencia de 300 invitados -ministros, funcionarios electos, líderes empresariales, representantes de empleadores, sindicatos y asociaciones- invitados al ayuntamiento del Elíseo, incluido el comisario europeo Thierry Breton. Ya hemos aprobado muchas normativas a nivel europeo, más que nuestros vecinos (…) Ahora tenemos que ejecutar, no hacer nuevos cambios de reglas, porque de lo contrario perderemos a todos los jugadores. »

Las palabras de Emmanuel Macron inmediatamente causaron revuelo en Bruselas, incluso en su propio campo, que no había previsto tal salida. En la escena europea, son precisamente los conservadores del Partido Popular Europeo (PPE) los que piden una moratoria sobre varios textos medioambientales del Pacto Verde Europeo.

“Una frase desafortunada”

« Se sienta a horcajadas sobre el rocín del EPP. Es cualquier cosa «lamenta Philippe Lamberts, presidente del grupo de los Verdes en el Parlamento Europeo. «Es cierto que el calentamiento global ha terminado, realmente es hora de tomar un descanso…»irónicamente, por su parte, su colega “rebelde”, Manon Aubry, presidenta del grupo de la izquierda radical (GUE) en el Parlamento Europeo. « Llevamos varios meses defendiendo la idea de una moratoria legislativa. Casi le vamos a pedir a Emmanuel Macron un copyright”reacciona por su parte François-Xavier Bellamy, eurodiputado Les Républicains (LR), que señala la «contradicción absoluta» entre las propuestas presidenciales y el trabajo de los macronistas electos en Bruselas. Que luchan por ocultar su vergüenza.

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El inquilino del Elíseo tenía “Una frase desafortunada que no refleja lo que está haciendo Francia. Desde entonces ha aclarado que no se trata de dar marcha atrás en la legislación que se está negociando”.comenta el macronista Pascal Canfin, presidente de la comisión de medio ambiente del Parlamento Europeo. “El presidente nunca ha hablado de moratoria o de derogación de las normas vigentes o en negociación”tiene por su parte impronta en dar a conocer el Elíseo.

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