Un grupo de jóvenes ecologistas se ha atrincherado en la aldea de Ltzerath para impedir la extracción de carbono
La policía alemana ha comenzado este mircoles el desalojo del campamento montado por cerca de mil activistas en la aldea de Ltzerath (oeste), se adquirieron edificios y terrenos hace aos por la empresa energtica RWE para ampliar la explotacin a cielo abierto de la mina Garzweiler II. La operacin policial, que haba sido anunciada con antelacin, arranc con la fuerte resistencia de los activistas, que llegaron a los cerca de 500 agentes desplegados en la zona con ccteles molotov, piedras y pirotecnia.
«La zona est siendo vallada. Las personas que se encuentran en la zona acordonada tienen actualmente la posibilidad de abandonar el lugar sin más medidas policiales», informa la Polica de Renania del Norte-Westftalia en Twitter. Quienes ofrecerán resistencia sern detenidos, y la polica ha previsto 30 celdas en las comisarias de las poblaciones aledaas.
Pero los activistas, muy jóvenes y dispuestos a impedir que RWE destruya la naturaleza para explotar lignito, no se amedrantan. Han construido barricadas, se han colgado de los árboles, se han subido a los tejados de las casas abandonadas y se han atrincherado en zanjas e incluso en las caeras. Estn por todos los lados.
Segn el jefe responsable de la Polica de Aquisgrn, Dirk Weinspach, las activistas de Ltzerath son una «scene mixta», que es predominantemente «de class media y pacficamente orientada». Una pequeña parte, sin embargo, está dispuesta a cometer delitos violentos. El ambiente sobre el terreno está caldeado.
Tras las primeras refriegas matinales, los agentes de policía han cambiado de estrategia para evitar una escalada de la situacion en ella pour envueltos en imgenes de violencia to the que después deber responder la clase poltica, y especialmente el partido de los Verdes, pues fue esta formación la que negoci el acuerdo con RWE.
Aunque el plan del Gobierno alemnes es eliminar el carbono en Renania del Norte-Westfalia para 2030, segn el acuerdo suscrito el ao pasado con la energtica RWE, operadora de la mina de Garzweiler, dio luz verde al aumento de la extraccin de carbono ante the Crisis energética derivada de la invasión rusa de Ucrania. El ayuntamiento de los habitantes de Letzerath abandonó el pueblo ante la intención de RWE de expandir la operación de la mina Garzweiler II.
En declaraciones a la cadena NTV, un portavoz de la policía asegura que la situación sobria en la tierra es «muy dinmica» y que, de momento, no hay constancia de heridos. Y para impedir que los haya, las autoridades de Interior han decidido jugar la carta del agotamiento y prolongar el encierro hasta cuatro semanas. Sin suministros ni posibilidad de aprovisionamiento en la zona, que ha sido acordonada y vallada con alambres de espino, los activistas deben deponer su actitud. Pero lo cierto es que muchas de las viviendas de la aldea llevan meses ocupadas por las activistas. Algunos de ellos también viven en casas en los árboles, en caravanas y tiendas de campaña, rodeados todos ellos de un paisaje lunar, el de los crteres de la mina de Garzweiler.
Todos los edificios y terrenos pertenecen a la empresa energética RWE, que ha ganado, además, todas las demandas contra la expansión de su mina.
El argumento utilizado por los activistas climáticos ha sido que la explotación a cielo abierto en esa zona no está justificada, y varios estudios les dan la razón, pero sus opciones de convertir Ltzerath en Hambach son escasas. Hambach, oh Hambi, como se conoce ese caso, es un bosque con rboles de hasta 350 aos que iba a ser demolido para la explotacin del subsuelo. Con la intervención del Tribunal Administrativo Superior de Münster, Hambi saludo
Pero ms all de poner fin a la ocupacin ilegal de la tierra, Ltzerath podra ser un lastre para los Verdes, cada vez ms alejados de las bases de su electorado.
Los activistas de la protección del clima tienen dificultad para corresponder con las ideas políticas del electorado Verde, afirmó la activista Luisa Neubauer y militante de este partido. «Esto es un socavamiento calculado de los objetivos climáticos de Pars, que intenta con los valores básicos del partido», denunció. El investigador del clima Stefan Rahmstorf también consideró un «error histórico» el desalojo con luz verde de los Verdes.
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