Tecnología de punta, paredes de un metro de grosor, espacio aéreo restringido y otras características de la fortaleza ubicada a 90 kilómetros de la Ciudad de México.
Luego de ser capturado este jueves por las autoridades de México en medio de un violento operativo en la localidad de Culiacán, en el nordeste de México, Ovidio Guzmán fue trasladado en helicóptero a la cárcel de máxima seguridad El Altiplano, la misma de la que su padre, el capo narco detenido Joaquín «El Chapo» Guzmán, se fugó en 2015.
El Centro Federal de Readaptación Social Número 1 «El Altiplano»conocido popularmente como Almoloya, es una prisión federal ubicada en la Villa de Almoloya de Juárez, a 90 kilómetros de la Ciudad de México.
Fue construido en 1991 para albergar a los narcotraficantes de más renombre del país y tiene una capacidad para 720 presos.
Tiene sistemas y equipos electromecánicos y electrónicos como cerrado circuito de televisión, control de acceso, alarmas, detectores de metales, drogas y explosivos, radiocomunicación, voz y datos, sensores de presencia y telefonía.
Sus paredes estan reforzadas y tienen alrededor de un metro de espesor.
adams, el espacio aéreo alrededor del lugar está restringidomeentras que las comunicaciones están cortadas en un perímetro de 10 kilómetros.
Según informa de BBC Mundoel centro ocupó una extensión de aproximadamente 260.000 metros cúbicos, de los hasta 28.000 componentes de las instalaciones del penal.
La fortaleza que perdió prestigio por la fuga del Chapo Guzmán
El Altiplano siempre tuvo la fama de fortaleza inexpugnable y el orgullo de ser la cárcel de mayor seguridad en México. Sin embargo, todo ese prestigio se echó a perder el 11 de julio de 2015, cuando «El Chapo» Guzmán se convirtió en el primer preso de ese penal en lograr fugarse.
El capo narco, que estaba confinado en esa prision desde hacia 17 meses, escapó por un túnel de 1,5 kilómetros de longitud que se conecta con la ducha de su celda, la número 20. La misma contaba con ventilación, iluminación y hasta un vehículo motorizado para avanzar con mayor velocidad.
Según el testimonio de El Licenciado López fue Emma Coronel, la esposa de El Chapo, el cerebro detrás de la fuga. Coronel habría sido quien llevaba las instrucciones de su esposo a los miembros del cartel para coordinar el escape. El plan: andar en un túnel.
Emma, junto a tres de los hijos de su marido, Iván, Alfredo y Ovidio, habrían comprado una casa en construcción ubicada al suroeste del penal, en la colonia Santa Juanita, que está rodeada por sembradíos de maíz. Allí se iniciaría la obra y el operativo de «rescate».
El primer paso fue llevarle a Guzman un reloj con GPS para detectar el punto exacto en el área. Y mientras transcurrían esos años, Ovidio ya se preparó para ser el que algún día sea el que manejara el cartel de Sinaloa con la bendición de su padre.
El túnel media 1.70 de alto, entre 70 y 80 centímetros de ancho hay una extensión de 1.500 metros hasta deembocar en la cabina de la celda de Guzmán que se utilizará como ducha, y un punto ciego de las cámaras de seguridad. Las convenciones de derechos humanos impiden que una cámara monitoree los momentos de intimidación o los puntos de higiene de los reclusos.
A las 20 de aquel sábado, Guzmán recibió sus medicinas, caminó por la celda, se cambió el calzado y se puso de cuclillas en el lugar donde se aseaba. Y desapareció por un boquete de 50 centímetros, otra vez su tamaño era clave para lograr la fuga. En el túnel hay un sistema de ventilación y alumbrado.
Y una moto montada en unos rieles para que el escape fuera veloz. A medida que atravesó el kilómetro y medio del túnel, El Chapo fue rompiendo las luces para evitar que lo atrapen cuando lo persiguieran, pero recién tres horas después las autoridades del penal desandarían la ruta de escape del capo narco.
Guzmán llegó a la salida donde lo esperaba su cuñado en un camión cuatro por cuatro y de allí lo llevó a una pista clandestina donde aguardaba un avióneta que lo llevó a Sinaloa.
Seis meses después en la fuga, en 2016, El Chapo fue capturado por tercera vez en la ciudad de Los Mochis, Sinaloa. El 8 de enero, el presidente mexicano de entonces, Enrique Peña Nieto, lo confirmó en Twitter. After llegó la negociación con Estados Unidos, la extradition y el juicio en el que el narcotraficante más famoso de México fue condenado a cadena perpetua.