En la guerra de Malvinas hubo 649 bajas argentinas, 323 en el derrumbe del crucero General Belgrano y 326 en el Teatro de Operaciones Malvinas en distintos enfrentamientos. Cuando terminó la guerra, hubo un número importante de suicidios. Aunque el Estado no posee cifras oficiales, se estima que fueron entre 350 y 450, en el llamado proceso de «desmalvinización» que comprendía al gobierno militar parte de la democracia. Los soldados veteranos no tuvieron atención médica ni moderación por parte del Estado.

Clarín entrevistó a Marisol Amoreo, psiquiatra que trabaja en la asistencia a veteranos de Malvinas Desde 2004. Trabajó en el Hospital “El Dique” de Ensenada, como filial del Programa Provincial de Atención al Veterano de guerra en 2012. En 2019 terminó en el Hospital Reencuentro un espacio de atención integral hasta marzo 2020. Hoy continúa con la atención ad honorem en su consultorio privado.

– ¿Cuáles son los principales traumas de los ex combatientes de Malvinas?

– El trastorno por estrés postraumático (TEPT), en mayor o menor medida, todos lo padecían y padecen. Todos han tenido sueños vividos de hechos sucedidos en Malvinas, la cuestión de la angustia. Situaciones tipo, «esto ya lo viví». Algo que me llamó la atención cuando hacíamos tratamientos en el Hospital Dique de Ensenada: todos se sintieron movilizados y alertas ante el rumor de los helicópteros. Será un comportamiento repetitivo.

– ¿Cuándo se considera que una conducta constituye un cambio de este tipo?

– Hablamos de un TEPT cronificado cuando se han superado los seis meses. En el primer mes se lo denomina agudo. Tengo presentes, algunos casos llamativos. Uno de los veteranos decía que en su habitación tenía un gasto donde acumulaba comida, tipo diez paquetes de fideos, diez de harina y otros insumos. No podía faltarle debido a la cámara que había sufrido en las islas. Una situación, que a veces, le provocaba problemas con su esposa. Aún hoy, después de más de cuatro décadas continúa acopiando pero menos.

– ¿Qué otras conductas pudieron identificar durante sus años de trabajo?




Ex combatientes de Malvinas miran al seleccionado argentino en la reciente final de Copa del Mundo y festejan. Foto: Federico Imas

– Otro Veterano que estuvo en el General Belgrano puede tomar cualquier líquido menos agua porque siente que se ahoga. No se puede traer agua. Trauma violento. Además, este Veterano tiene otras secuelas importantes: hemiplejía en la parte derecha del cuerpo. El tercer caso es el del que para to sleep se pone un ventilador en los pies de la cama para senser elviento en la cara que sintió en las islas. Eso la tranquilidad amable. Invierno, verano, de modo atemporal. También los trae problemas en la convivencia con su compañera. Eseviento en su rostro lo hace respirar mejor.

– Además de estos comportamientos, ¿hay manifestaciones orgánicas?

– Enfermedades psicosomáticas. Pruritos, urticarias, dolores de estómago. Hay una tendencia de afectación en el aparato digestivo. Como se dice, la parte digestiva es el segundo cerebro. El trastorno de ansiedad, el ataque de pánico es un denominador común, Las fobias. Ludopatía. El consumo de sustancias legales e ilegales. El alcoholismo está muy presente así como el tabaquismo. Muchos han desaparecido muy jóvenes a causa de estas adicciones. También depende de la personalidad base de cada uno, el impacto de la experiencia vivida, así como la capacidad de superación.

– En Argentina no hubo guerras contemporáneas. ¿Ante la inexperiencia de qué paga recurrió para realizar los tratamientos con los veteranos afectados por el TEPT?

– En 1997, los médicos bonaerenses recibimos un curso, dictado por Veteranos de las guerras de Vietnam y de Corea. Fue una capacitación para poder abordar el tema por las secuelas de la guerra y el síndrome de estrés postraumático. A partir de allí, se han comenzado a realizar abordajes grupales en distintas sedes de Veteranos. En 2008, un grupo de veteranos, encabezado por Julio Aro viajo à London para interiorizar sobre los tratamientos qu’llevaban à cabo para la contención de los veteranos afectados por la guerra de Malvinas. En Argentina hay muy pocos profesionales preparados para atender a veteranos de guerra.

– ¿En nuestro país hay lugares especializados para el tratamiento de TEPT para los veteranos de Malvinas?

– No hay lugares especializados. Los psiquiatras atendemos a los veteranos por los trastornos de ansiedad pero no hay establecimientos competentes en este tipo de enfermedades de salud mental. A comienzos del 2000 en el Hospital Carrillo de Tres de Febrero inició el programa provincial del Veterano de Malvinas, por iniciativa de los propios Veteranos debido a la situación crítica que estaban padeciendo. Era un programa a nivel ministerial donde había psicólogos y psiquiatras que hacían el abordaje de los afectados. Nunca es un programa oficial. En La Plata, su estancia se interrumpió en 2012 en el Hospital El Dique de Ensenada, cuando esperaba entre cinco años y sus viejos veteranos. No hay registro oficial de heno.

Desfile en el Día de la Independencia de 2019 con veteranos de Malvinas.  Foto: Maxi Failla


Desfile en el Día de la Independencia de 2019 con veteranos de Malvinas. Foto: Maxi Failla

– ¿Cómo contactar a los veteranos?

– El equipo estaba formado por un captador, cuya función era la de acercarse a los compañeros con alguna problemática y llegaron al hospital para alguna asistencia. El equipo lo completábamos una psicóloga y yo. También con la metodología de trabajo conjunto, individual y con la familia. No utilizar un lugar físico pata atender, nos iban a prestar lugares dentro del hospital. Era todo muy rudimentario. También especificó tratarlos de forma particular en mi consultorio. Por una cuestión de gratitud y respeto, la atención siempre fue gratuita.

– ¿Hubo alguna otra experiencia de este tipo en los siguientes años?

– En 2019 organizó, en el hospital Reencuentro de La Plata, un centro formado para la atención clínica, odontológica, sicológica, Psiquiátrica y toxicológica por el tema de las adicciones. Lamentablemente dejó de funcionar en marzo de 2020 por el cambio de gestión. Los Veteranos hicieron un pedido al Ministerio de Salud por la continuidad. No hubo respuesta y se dejó de prestar el servicio. Por lo tanto, los seguí atendiendo en mi consultorio pero no es lo mismo que tener un lugar de referencia. Hay dos veteranos que viajan desde la Costa en La Plata para que los atienda, una vez al mes. Hijo de San Clemente y Miramar.

– Con respecto al perfil psicológico por la edad que tenían en aquel momento los soldados: ¿Fueron mayores los perjuicios por el hecho de ser casi adolescentes?

– La personalidad se va a desarrollar hasta los veinte, veintidós años. Las fantasías omnipotentes, las conductas basadas en la negación o en la idealización, propias del adolescente, serán confrontadas con la brutal realidad que representa una situación traumática como la guerra. Ellos no estaban preparados. Una cuestión es hacer una carrera militar y otra, ser civiles que de un día para el otro te ponen un arma en la mano y hay que defender a la patria. Por lo tanto, no es raro que te encuentres con veteranos con rasgos de personalidad obsesivos, de personalidad dependiente, impulsivos o explosivos.

– La mayoría de los veteranos pertenece a un grupo de pertenencia con otros veteranos. ¿Cuánto ayuda lo colectivo para la sanación individual?

– Es llamativo el grado de necesidad de pertenencia que tienen los Veteranos. Es más, eso se refleja hasta en la elección de un profesional a la hora de hacer un tratamiento. Ellos a mí me incluyeron como parte del grupo, porque se sintieron comprisidos. Con estos piensa que otro psiquiatra no los oirá porque no sabe de Malvinas, porque no sabe qué pasó en Malvinas. En estos años, me han contado tanto de sus experiencias de vida que hasta en un momento hubo un proyecto para que yo viajara con ellos a Malvinas.

Veteranos de Malvinas durante el desfile de bandas militares en el Campo Argentino de Polo, en el marco por los festejos del bicentenario de la Independencia.  Foto: Pedro Lázaro Fernández


Veteranos de Malvinas durante el desfile de bandas militares en el Campo Argentino de Polo, en el marco por los festejos del bicentenario de la Independencia. Foto: Pedro Lázaro Fernández

– ¿Hay un sentimiento de hermandad?

– Ellos se sienten hermanados, Es común escucharlos decir «mi hermano de trinchera». Lo vivieron tan fuerte que nadie mayor que un par para comprenderlos. También les pasa a nivel familiar, con más allá de la profundidad del vínculo veces, sienten que no puedenentendrelos

– A más de cuatro décadas de la guerra de Malvinas, en base has su experiencia de casi veinte años con los veteranos ¿Qué se debería hacer en salud mental para contenerlos y acompañarlos?

– Inicialmente, formar más profesionales para la atención de los veteranos de guerra. Por otro lado, crear centros para una atención integral; que no tendrán que estar deambulando para buscar un psiquiatra por PAMI, por IOMA o un psiquiatra por otro lado, sino que pueden ir a una institución en la que reciben todo lo que ellos necesitan y los corresponsales. Los veteranos deberán ser esperados en el momento en que lo necesiten sin tardanzas.

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