En diciembre de 2016, en el momento en que se presentaba el dorsal del nuevo estadio, el Wanda Metropolitano, era anunciado por el diseñador de un nuevo escudo del Atlético de Madrid que fue sustituido a partir de 1947. Si la nomenclatura del nuevo coliseo era una Buena acogida por hacer referencia al recinto entrenable que precedió al Vicente Calderón, la renovación del escudo levantó ampollas. El ruido, siempre salido del fondo sur, no ha cesado. El resto de la hinchada no solía acompañar las protestas, pero siete años después el escudo de la discord tiene los días contados tras los resultados de la consulta telemática y no vinculante realizada entre los socios colgantes el pasado fin de semana.

A la primera “¿considera conveniente que el club se plante la posibilidad de volver al escudo anterior?”, respondieron afirmativamente 61.021 socios, y el 44% de un total de 138.477. Para esta primera consulta realizada, solo contaban como votos a favor los de los socios que la realizaran; y los que no, se contabilizaban como que no interesaba el asunto. Los resultados se llevaron al consejero delegado del Atlético, Miguel Ángel Gil Marín, al anuncio de un referéndum. «Convocaremos un Consejo de Administración a la mayor brevedad posible con el fin de acordar poner en marcha una elección vinculante en la que podáis elegir entre maintener el escudo actual o volver a implantar el anterior», escribe Gil Marín a los socios en una mapa publicado en la web del club.

El primer sufragio ha dejado claro que el cambio, sin consulta previa, nunca fue bien visto entre los seguidores rojiblancos. El escudo siempre ha sido sagrado en cualquier club, pero en el Atlético ese sentimiento de seña de identidad inviolable lo amplificó Luis Aragonés con aquel «y usted no pisa ese escudo» con el que en 2006, siendo seleccionador, repriseió a un cuarto árbitro que se había plantado encima del escudo que lucía a la salida de los vestuarios del Calderón.

Durante el fin de semana, el Capitán Koke fue el primero en la fila de la mayoría y deseado además de los cargos sociales que en el futuro se verán a la luz del escudo antiguo. El segundo Griezmann, Giménez, Correa, Diego Pablo Simeone, y glorias del pasado como Fernando Torres o Kiko Narváez. Todos publicaron imágenes con la indumentaria en la que lucían la antigua escarapela. La proliferación de estas opiniones por parte del entrenador y de jugadores relevantes del plantel ahora —en el momento del cambio permanecieron en silencio o apoyaron la renovación—, ha sido significativa. “La evolución existe y continúa. Es normal que haya gente a la que no le hayan gustado los cambios, ya que muchas veces somos reacios a ellos”, dijo en su momento Simeone. «Mantiene la forma, es importante, mantiene los colores, el rojo y el blanco es nuestra vida, el oso y el madroño…», aseveró Gabi, por entonces capitán. Aunque unos meses después rectificó y reflejó la fractura social que emergió : «A la gente, cuando le cambia tantas cosas —también se había producido el del estadio—, al final no se identifica. siempre hay que escucharle, respetarle y, sobre todo, ayudar.

La previsión es que esta misma semana se convoque al Consejo de Administración y se inicie la cuenta atrás para el regreso al antiguo escudo. In the club advirtión que, de produjo el cambio, este no será visible hasta la temporada 24-25 porque la indumentaria para la próxima temporada ya está fabricada.

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