El Gobierno de Joe Biden ha decidido saltarse la revisión del Congreso para la venta de unos 14.000 proyectiles de tanque a Israel. Para ello, el secretario de Estado, Antony Blinken, se ha acogido a una declaración de emergencia “en interés de la seguridad nacional de los Estados Unidos” que se contempla en la Ley de Control de Exportación de Armas, según ha explicado este sábado el Pentágono en un comunicado. Blinken comunicó al Congreso que procedía a esa venta urgente de munición a Israel el mismo día en que Estados Unidos vetó una resolución de la ONU para un alto el fuego humanitario.

El Departamento de Defensa explica que la adquisición es de 13.981 proyectiles M830A1 de calibre 120 milímetros y de alto poder explosivo. El coste total estimado de esos cartuchos es de 106,5 millones de dólares (unos 99 millones de euros). Esa munición se usa en los tanques Merkava de Israel, desplegados en su ofensiva en Gaza, que ha matado a miles de civiles.

La partida forma parte de un pedido más amplio por importe de más de 500 millones de dólares (465 millones de euros) que incluye 45.000 proyectiles de ese tipo. Esa solicitud sí estaba siendo revisada por el Congreso. Sin embargo, Blinken comunicó a última hora del viernes al legislativo que procedía con la exportación de los 14.000 proyectiles porque “existe una emergencia que requiere la venta inmediata”.

“Estados Unidos está comprometido con la seguridad de Israel, y es vital para los intereses nacionales estadounidenses ayudar a Israel a desarrollar y mantener una capacidad de autodefensa fuerte y preparada. La venta propuesta es coherente con esos objetivos”, sostiene el Pentágono en su comunicado. “Israel utilizará esta capacidad mejorada como elemento disuasorio frente a las amenazas regionales y para reforzar su defensa nacional”, añade, indicando también que la munición procede del inventario del ejército y que su envío no tendrá “ningún impacto adverso” en la defensa de Estados Unidos.

Otros precedentes

El Departamento de Estado ha hecho uso en varias ocasiones de esa excepción de emergencia al vender armas a Ucrania desde la invasión rusa de febrero de 2022. El Gobierno de Biden no había apelado a ella para ninguna exportación de armas a Oriente Próximo. La última vez que se usó la cláusula para una operación en la región fue para el envío de arsenal en 2019 a Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos y Jordania, con Donald Trump como presidente y Mike Pompeo como secretario de Estado. Aquella venta sin revisión del Congreso levantó fuertes críticas. Se trataba de una operación de 8.100 millones de dólares (7.500 millones de euros) y, pese a que se alegaba una emergencia, buena parte del armamento no estaba ni siquiera fabricado.

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Washington ha reforzado recientemente sus mensajes de que Israel debe cumplir el derecho internacional humanitario y tomar todas las medidas posibles para reducir al mínimo el número de víctimas civiles. Biden habló el jueves con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y en la llamada hizo hincapié en la necesidad de proteger a la población, incluso mediante corredores que permitan a la gente desplazarse con seguridad desde zonas definidas de hostilidades. También subrayó que se necesita urgentemente mucha más ayuda humanitaria en todos los ámbitos.

Sin embargo, Estados Unidos impuso su poder de veto en el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) este viernes para evitar que se aprobase una resolución pidiendo un alto el fuego humanitario que facilitase la entrega de ayuda urgente. La operación de venta de proyectiles de alta potencia también contrasta con esos llamamientos a respetar el derecho internacional y minimizar las víctimas.

Biden se han encontrado con críticas desde el seno de su propio partido por el apoyo a Israel. La adquisición urgente de proyectiles se produce mientras el paquete de ayuda de casi 106.000 millones de dólares (98.000 millones de euros) para Ucrania, Israel y otros asuntos de seguridad nacional está atascado en el Congreso. Algunos congresistas demócratas han hablado de supeditar los 14.300 millones de dólares de ayuda a Israel que se incluyen en ese paquete a medidas concretas por parte del Gobierno de Netanyahu para evitar víctimas civiles en Gaza. Por ahora, la venta de munición no incluye ese tipo de condiciones.

El ejército de Israel ha intensificado sus ataques en la Franja en los últimos días, con cientos de objetivos diarios. El número de muertos por los ataques israelíes supera los 17.000, aunque es difícil precisar la cifra. Desde el 1 de diciembre, fecha en que terminó una semana de alto el fuego, han muerto más de 2.500 palestinos, de los cuales dos tercios eran mujeres y niños, según el Ministerio de Sanidad gazatí, controlado por Hamás.

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