Cinco meses después de su liberación, la basquetbolista Brittney Griner, detenida durante diez meses en Rusia, volvió a pisar la cancha el viernes 19 de mayo con las Phoenix Mercury. Fue recibida con una ovación de pie en la apertura de la temporada de la WNBA en Los Ángeles. «Hay que volver al trabajo y saber dejar todo de lado»dijo Brittney Griner, sobre las emociones que la atravesaron durante este solemne momento ante el micrófono de ESPN, que transmitió en vivo este partido.
El Crypto.com Arena, ciertamente escaso pero donde estuvo presente Kamala Harris, no dejó de reservar una calurosa bienvenida a Brittney Griner, con motivo de este encuentro que supuso el regreso a la normalidad de la estrella, doble campeona olímpica con el Team USA en 2016. y 2020. “Gracias por todo lo que hiciste para apoyar a Brittney, porque sé que fue de mala educación. Fue muy difícil para ti, porque un equipo es un equipo, es una familia».dijo la vicepresidenta a los jugadores de Mercury, a quienes visitó en el vestuario.
La última vez que Brittney Griner caminó en un piso de la liga norteamericana fue el 17 de octubre de 2021, en el cuarto juego de la final perdida contra Chicago Sky. Han pasado 579 días. En cuanto a su anterior partido en competición, data de 474 días en el campeonato ruso, con Ekaterimburgo.
El pívot fue detenido en febrero de 2022 en un aeropuerto de Moscú con un vaporizador y líquido que contenía cannabis, producto prohibido en Rusia. Estaba a punto de dibujar para el equipo de Ekaterimburgo durante la temporada baja estadounidense. En agosto, fue sentenciada a nueve años de prisión y luego, luego de que su apelación fuera desestimada, fue anulada en noviembre a una colonia penal en el centro de Rusia.
Un «día de alegría»
Brittney Griner fue finalmente canjeada en diciembre por el traficante de armas ruso Viktor Bout, preso en Estados Unidos. Durante los últimos cinco meses, ha estado entrenando y preparándose para convertirse en la privilegiada dominante que alguna vez fue. Y para este partido de recuperación finalmente perdido en gran parte (94-71) por su equipo ante Los Angeles Sparks, ella más que convencida, finalizando como máxima anotadora (18 puntos con 7/9 en tiros, 6 rebotes, 4 tapones).
Con cada una de sus acciones, los fanáticos de ambos equipos alentaron a gritos a la jugadora de 32 años, quien también es una figura en la comunidad LGBT+. «Es un día de alegría»dijo la entrenadora de Phoenix, Vanessa Nygaard, en su discurso previo al juego. “A lo largo de la temporada pasada, comencé cada conferencia de prensa recordando cuántos días se había ido. Y hasta el día que supimos que estaba a punto de volver a casa, nadie pensó que iba a pasar. »
“Fue pesado todos los días, pero es genial tener este juego hoy. Es un milagro que ella esté aquí, y todos los que asistan a este juego hoy serán testigos de un milagro: regresó de una prisión rusa y está jugando baloncesto nuevamente en la WNBA. Es gracias a la fuerza y la voluntad de tanta gente que esto ha sucedido”ella añadió.