El año 2025 se presenta como un momento crucial en la historia mundial, similar a otros períodos transformadores como 1968 y 1989, cuando acontecimientos relevantes modificaron el rumbo de las naciones. En 1968, se presenció la invasión soviética de Checoslovaquia, disturbios en Francia, y manifestaciones masivas en los Estados Unidos contra la guerra de Vietnam. En 1989, se dieron la masacre de Tiananmen, la caída del Muro de Berlín y la inesperada disolución del imperio soviético. Actualmente, en 2025, la figura del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, emerge como un impulsor de cambios que podrían reconfigurar el orden mundial.

Cambio en la política exterior de Estados Unidos

Desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, trece presidentes de EE. UU. seguidos han sostenido principios geopolíticos básicos, como defender a Europa de Rusia y apoyar a naciones asiáticas no comunistas frente a China. No obstante, Trump ha modificado drásticamente esta estrategia, enfocándose en una política de «Primero Estados Unidos». Esta orientación se fundamenta en la idea de que proteger otras áreas ha supuesto gastos desmedidos para EE. UU., causando tensiones con socios tradicionales.

El impacto de la personalidad del presidente

El carácter de Trump ha tenido una considerable incidencia en el desarrollo de políticas. A diferencia de sus predecesores, su estilo de liderazgo, que algunos comparan con el del monarca Luis XIV de Francia, se distingue por una marcada vanidad y sensibilidad. Esto ha llevado a sus asesores, como Elon Musk y JD Vance, a modificar sus posturas para estar en sintonía con las opiniones del presidente. Por ejemplo, después de que Trump emitió críticas hacia el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, Musk potenció estas críticas, acusando a Zelenski de ser despreciado por su propia nación y de beneficiarse de la situación bélica.

La personalidad de Trump ha influido notablemente en la formulación de políticas. A diferencia de presidentes anteriores, su estilo de liderazgo, comparado por algunos con el del rey Luis XIV de Francia, se caracteriza por una notable vanidad y susceptibilidad. Esto ha llevado a que sus asesores, figuras como Elon Musk y JD Vance, adapten sus posiciones para alinearse con las opiniones presidenciales. Por ejemplo, tras declaraciones de Trump criticando al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, Musk amplificó estas críticas, acusando a Zelenski de ser despreciado por su propio pueblo y de aprovecharse de la situación bélica.​

Trump se ha comprometido a poner fin al conflicto en Ucrania antes del Domingo de Pascua, una iniciativa que agrada al presidente ruso, Vladímir Putin. Aunque las tropas rusas avanzan con lentitud en el este de Ucrania, se enfrentan a pérdidas considerables. La prolongación de la guerra podría forzar a Rusia a instaurar un servicio militar obligatorio, una decisión impopular que podría desestabilizar el gobierno de Putin. Así, el mensaje de paz de Trump es bien recibido en Moscú.

Trump se ha comprometido a detener la guerra en Ucrania antes del Domingo de Pascua, una perspectiva que agrada al presidente ruso, Vladímir Putin. Aunque las fuerzas rusas avanzan lentamente en el este de Ucrania, enfrentan pérdidas significativas. La continuación del conflicto podría obligar a Rusia a implementar un reclutamiento obligatorio, una medida impopular que podría desestabilizar el régimen de Putin. Por lo tanto, el discurso de paz de Trump es bien recibido en Moscú.​

Conflictos con Ucrania y críticas hacia Zelenski

Trump y sus asesores han lanzado severas críticas al presidente Zelenski, debido a que este no ha seguido obedientemente las instrucciones de Washington, como volver a las negociaciones y firmar acuerdos beneficiosos para los intereses de Estados Unidos en Ucrania. Trump considera a Zelenski como el elemento más frágil en el trío formado por Estados Unidos, Rusia y Ucrania, y piensa que puede presionarlo para lograr un acuerdo de paz ventajoso.

Desinterés por los pormenores del acuerdo

Falta de interés en los detalles del acuerdo

Futuras perspectivas y posibles repercusiones

A pesar de que Trump actualmente tiene bajo su control un Congreso obediente y una Corte Suprema conservadora, las elecciones intermedias de noviembre de 2026 podrían cambiar la balanza de poder. Indicios de un aumento en la inflación y el descontento popular podrían traducirse en pérdidas para el partido republicano, restringiendo la capacidad de Trump para llevar a cabo políticas polémicas.

Aunque Trump actualmente controla un Congreso dócil y una Corte Suprema conservadora, las elecciones de mitad de período en noviembre de 2026 podrían alterar el equilibrio de poder. Señales de aumento de la inflación y descontento público podrían llevar a pérdidas para el partido republicano, limitando la capacidad de Trump para implementar políticas controvertidas.​

En los próximos 20 meses, el expansionismo de Trump podría envalentonar a China, desencadenar guerras comerciales internacionales y debilitar políticamente y económicamente a la Unión Europea. Aceptar la paz en Ucrania bajo los términos propuestos por Rusia sería un cambio radical para Estados Unidos, que históricamente ha utilizado su fortaleza económica y militar para influir en las negociaciones internacionales.​

Si Putin logra sus objetivos tras la invasión de Ucrania, 2025 podría ser recordado como un año clave en el que la historia del mundo cambió y nada volvió a ser igual.​