El impacto de pandemia de COVID-19 en bebes nacidos durante este período críticoen que las condiciones de vida fueron completamente distintas a las normales, es un tema del que por ahora ha indagado poco y sobre el que algunas investigaciones académicas empiezan a poner la mira.

“Resultados de déarrollo et de behavior a los 2 años en bebés nacidos durante la pandemia de Covid-19: preocupaciones de comunicación en una cohorte de nacimiento pandémica”, se titula un trabajo de investigadores de la Universidad de Medicina y Ciencias de la Salud de Dublin, publicado en Archives of enfermedad infantil.

Análisis del comportamiento de 917 bebes. Una parte había nacido a los 3 meses de comenzada la pandemia y los compararon con otro grupo nacido antes de la pandemia. Ambos grupos alcanzaron puntajes de desarrollo similares en motricidad fina, resolución de problemas y dominios personales y sociales. Pero en función de los límites estandarizados «los puntos de contacto fueron significativamente mas bajos en el grupo pospandemia”, afirmaron.

«El mundo época muy diferente para los niños durante la pandemia de Covid-19. La exposición a personas fuera de su grupo familiar inmediato (padres y hermanos) es reducida desde el nacimiento. El encierro condujo a una participación limitada a cero de la familia, especialmente de los abuelos. Trabajar desde casa y preocupaciones financieras sumaron a los estresantes factores de la crianza, con informe de soledad y aislamiento, y un aumento de la depresión materna”, escenificaron los científicos a modo de sinopsis.




Bebés tailandeses con máscaras protectoras en plena pandemia, en abril de 2020. Foto: Reuters

Analizaron que “los niños en edad escolar no pueden asistir a clases en persona y la mayoría de los niños en edad preescolar no podrán asistir a la atención/educación de la primera infancia, y los que asistieron demostraron mejores resultados en el idioma y la función ejecutiva. Cuando los niños se encontraron con otros fuera del hogar, era probable que los adultos estuvieran usando una máscara, lo que continuaría con las preguntas sobre el impacto que esto puede tener en el desarrollo del lenguaje”.

In los 13 months that siguieral al inicio del confinamiento en Irlanda, el 87% de ese tiempo se paso en el nivel más estrecho de cuarentena: sin visitas domiciliarias, quedarse en casa excepto para fines esenciales, hacer ejercicio dentro de los 2 a 5 kilómetros de la casa, sólo comercio minorista esencial y trabajar desde casa salvo trabajadores esenciales.

«La comunicación es el dominio del desarrollo que muchos profesionales especularon que estaría en riesgo en los niños pequeños durante la pandemia debido a factores de bloqueo que incluyen, entre otros, círculos sociales más pequeños y el uso de máscaras para adultos”, dijeron los expertos. Las mediciones y conclusiones se sacaron en base a preguntas hecho en los padres de los bebés.

«Es probable que los círculos sociales severamente restringidos hayan llevado a los bebés a escuchar menos palabras y conversaciones con personas fuera del hogar familiar, y si lo hcieron es probable que fuera entre adultos enmascarados”. Los resultados indican que «el doble de niños en la cohorte pandémica cayó por debajo del límite» para la remisión del desarrollo relacionado con la comunicación en comparación con los prepandémicos.

«Los bebés recién nacidos durante la pandemia escucharon sólo de 20 a 70 palabrerías por hora en comparación con entre 100 y 140 palabras en los bebés muestreados 3 años antes de la pandemia», advirtieron los médicos y agregaron que «requiere más investigación para identificar qué factores impactaron en el desarrollo de la comunicación y en qué medida».

A bebé con su mamá son vistos a través de una puerta con vidrio por el hermano mayor, en abril de 2020, en Nueva York.  Foto: Reuters


A bebé con su mamá son vistos a través de una puerta con vidrio por el hermano mayor, en abril de 2020, en Nueva York. Foto: Reuters

Cambios maduros

Clarín consulte a un experto local. Fernando Burgos, miembro de la Sociedad Argentina de Pediatría y jefe del área de Pediatría Ambulatoria del Hospital Austral, corroboró este panorama: “En los niños nacidos Durante la pandemia hemos observado diferentes cambios maduros que tienen que ver con lo motor, lo emocional y lo comunicacional”.

Burgos registró que un estudio anterior de 2021, publicado en Jama Pediatrics y hecho en Estados Unidos, ya daba algunas pistas sobre la cuestión y las consecuencias en los chicos, independientemente de si las mamás habían tenido Covid. “Esto habla del estrés indirecto del Covid. El encierro, los factores emocionales de la familia, la enfermedad de la familia, la perdida del trabajo, y sobre todo el hecho de que no habia una estimulación fuera del hogarindudablemente repercutió en los bebés y sobre todo en el primer año de vida”, describió.

Burgos explicó que «el cerebro es plástico y muy maleable en los primeros meses de vida de los niños, sobre todo cuando van adquiriendo las pautas madurativas. Un baby comienza con el balbuceo ya se sienta a del sexto mes de vida. Vemos un retraso madurativo: los niños empiezan a sentarse entre el séptimo y el octavo mes e inclusive también desde el punto de vista comunicacional hay un retraso del habla”.

El experto agregó: «Se podría atribuir a que en un primer momento, al usar los adultos máscaras, no utilizar contacto de frases o expresiones con bebes Pero también es interesante observar que hay algunos retrasos del área motora. Ya nos queda claro que la estimulación temprana es solo ver con el estado emocional de los padres. Con una madre o padre más empáticos que estén más tiempo con su hijo vamos a obtener pautas madurativas mucho más acuerdos con la edad: la sonrisa a los dos meses, el sostén cefálico al tercer mes, el balconeo al cuarto mes y el sentarse entre el sexto y el septimo mes”.

«Estamos muy atentos a los chicos nacidos en pandemia en cuanto a estos desarrollos, porque también se ha sumado incluso el uso excesivo de pantalones en menores de dos años y eso puede producir trastornos neurológicos o mucha neurodiversidad, como el espectro autista”.

Una familia "mascarada" con una beba recién nacida en Brasil, en mayo de 2020. Foto: Reuters


Una familia «enmascarada» con una beba recién nacida en Brasil, en mayo de 2020. Foto: Reuters

¿Qué hacer ante esta evidencia? “Cuando un pediatra detecta un retraso madurativo en un niño, independientemente de la causa, debe comenzar con la estimulación temprana, trabajar la kinesiología y las terapias de integración. Esto licencia para recuperar el retraso y muchos casos quedarían para la anécdota. En algunos niños que pueden tener alguna diagnostico de neurodiversidadhubo un déficit atencional, un trastorno del espectro autista o un trastorno generalizado del déarrollo, se trabaja en forma interdisciplinaria para ir mejorando su rendimiento a lo largo de su vida”.

La clave de estar con otros

Florencia Salvarezza, lingüista experta en neurociencias y educación, docente de la Universidad de la Ciudad de Buenos Aires, explicó que «la comunicación es parte inherente del ser humano. Nos comunicamos naturalmente y el desarrollo comunicacional tiene dos patas. Una biológica, que esa cuestión instintiva de la comunicación, y después toda la cuestión cultural, social y vincular. Para comunicarse con otros tenemos que estar con otros”.

Dijo que estos déficits «hay que focalizarlos también en los chicos más grandesque al momento de declarada la pandemia tenian entre 1 y 4 años. Los que tienen normalmente más contacto con otros, que van a salir de 2 o de 3. En ese mundo se desarrolla y organiza el sistema comunicacional. También fueron muy diferentes las interacciones de los chicos que hermanos tenian que los que sólo interactuaron en ese periodo con adultos”.

«Hay una característica que describen los chicos que tuvieron intercambios comunicacionales con otros niños durante la pandemia. Manejan menos los códigos sociales y tienen una comunicación más rudimentariomenos rica, menos vocabulario usándolo en términos de expresar deseos y comunicarse, pedir y compartir”, detalló Salvarezza.

¿Esta condición dejará una marca a futuro o es reversible? “Es algo muy dinámico. Uno tendería a pensar que eso no debería ser una marca imborrable en la vida de estos individuos en el largo plazo, porque la comunicación va moldeando, forjando y modificando en los vínculos sociales cotidianos. Hay casos en los niños con trastornos del lenguaje específicos, o niños con trastornos del déarrollo, en los que sí puede haber ayudado que la patología se un poco más compleja. Eso habrá que ver caso a caso en el largo plazo”.

PD

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