Estados Unidos ha impuesto sanciones de viaje contra varias decenas de colonos extremistas israelíes que han atacado a residentes palestinos en Cisjordania, según ha anunciado este martes el secretario de Estado, Antony Blinken. La medida, que también afecta a palestinos que hayan atacado a israelíes en ese territorio ocupado, representa una señal del malestar de la Casa Blanca sobre la escalada de los actos de violencia en esa zona y sobre lo que percibe como desinterés del Gobierno derechista israelí por frenarla.

Washington prohibirá la entrada en su territorio a aquellos que hayan “cometido actos de violencia” o emprendido actos que “impidan de manera indebida el acceso de los civiles a servicios imprescindibles o necesidades básicas”. Sus familiares también “pueden verse sujetos a estas restricciones”, indica el comunicado del Departamento de Estado. La institución no ha hecho públicos los nombres de los afectados.

Las sanciones entrarán en vigor de inmediato, según ha confirmado el portavoz de la diplomacia estadounidense, Matthew Miller, en rueda de prensa diaria. Los castigados que tuvieran visados en vigor para viajar a Estados Unidos recibirán una notificación para avisarles de que sus permisos han quedado cancelados.

La prohibición no afecta a los colonos israelíes con doble nacionalidad estadounidense. Aproximadamente un 15% del total de estos pobladores cuentan con pasaporte de Estados Unidos y, como ciudadanos, no necesitan visado para entrar en este país.

Es la primera ocasión desde el mandato de Bill Clinton (1993-2001) en la que Washington toma medidas de castigo contra los colonos en los territorios ocupados palestinos.

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Estados Unidos “seguirá buscando que se rindan cuentas por todos los actos de violencia contra civiles en Cisjordania, con independencia de quién sea el responsable o la víctima”, señala el secretario de Estado. “EE UU se ha opuesto sistemáticamente a los actos que socavan la estabilidad en Cisjordania, incluidos los ataques de colonos israelíes contra palestinos, y de palestinos contra israelíes”, agrega.

Que Estados Unidos barajaba la imposición de sanciones es algo que ya había adelantado el propio presidente, Joe Biden, que en diversas intervenciones había expresado su preocupación por el aumento de la violencia en Cisjordania. En una tribuna que publicaba hace dos semanas en el periódico The Washington Post, el inquilino de la Casa Blanca ya había advertido que se impondrían restricciones de viaje a los responsables de una violencia que el Departamento de Estado describe a “niveles no vistos desde la Segunda Intifada”, entre 2000 y 2005.

Washington teme que la escalada de violencia pueda conducir a la creación de otro frente en la guerra entre Israel y Hamás y expandir el actual conflicto en Gaza a otros puntos de Oriente Próximo. Es una preocupación que comparten otros gobiernos: Francia ha emitido este mismo martes una condena a la violencia de “grupos de colonos en Cisjordania contra poblaciones palestinas, especialmente el ataque ocurrido el domingo en Qarawat Babi Hassan, en presencia del ejército israelí, en el transcurso de la cual murió un palestino”. París ha exigido a Israel a “tomar de inmediato las medidas necesarias para detener estos ataques inaceptables y proteger a las poblaciones civiles, de acuerdo con sus responsabilidades como potencia ocupante en Cisjordania”.

Esos ataques, que ya habían ido en aumento en los últimos tres años, en paralelo con el giro a la extrema derecha del Gobierno israelí, se han doblado desde el comienzo de la guerra entre Israel y Gaza hace dos meses, según las cifras de la ONU. Las autoridades palestinas denuncian que 260 palestinos han muerto en esa violencia. También ha provocado “el desplazamiento de comunidades enteras”, según ha apuntado Miller este martes.

Estados Unidos reclama que Israel tome medidas contundentes para parar los pies a los autores de esa violencia contra los palestinos, y considera que hasta ahora el Gobierno del primer ministro Benjamín Netanyahu no ha mostrado gran interés por impedirla. Es algo que el propio Blinken planteó a las autoridades israelíes en su visita a ese país la semana pasada, la tercera desde el comienzo de la crisis.

Israel, ha subrayado el secretario de Estado, “necesita hacer más para que rindan cuentan los extremistas que han perpetrado ataques violentos contra los palestinos en Cisjordania. El presidente Joe Biden ha subrayado reiteradamente que esos ataques son inaceptables”. El secretario de Estado recuerda que ya había dejado claro a las autoridades de ese país, en su visita de la semana pasada a la región, que “Estados Unidos está dispuesto a tomar medidas dentro de nuestras propias competencias” para detener esa violencia.

“Seguiremos en contacto con las autoridades israelíes para dejar claro que Israel debe tomar medidas adicionales que protejan a los civiles palestinos de los ataques extremistas. También continuaremos en contacto con la Autoridad Palestina para dejar claro que debe hacer más para impedir los ataques palestinos contra los israelíes”, apunta Blinken.

El comunicado señala que “tanto Israel como la Autoridad Palestina tienen la responsabilidad de salvaguardar la estabilidad en Cisjordania. La inestabilidad allí perjudica a los israelíes y a los palestinos, y amenaza los intereses de seguridad nacional de Israel. Los responsables deben rendir cuentas”.

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