«No vengan a la frontera» sin haber iniciado antes un proceso legal, pidió este jueves el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, a los migrantes que llegan al país en cifras record. El mandatario prometió una strategia «segura y humana», en un discurso sobre la Casa Blanca.
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Este, que según Biden fue aceptado por México, el sistema abre las puertas cada mes hasta 30.000 migrantes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuelapero soportará las restricciones en la frontera con México.
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La cuota de migrantes estará limitada a quienes tengan un patrocinador estadounidense y aquellos que intenten entrar ilegalmente serán expulsiones bajo la norma sanitaria conocida como «Título 42» y con la intervención de la policía, en coordinación con México.
“Es seguro, es humano y funciona”, dijo Biden sobre esta propuesta. El presidente afirmó haber presentado anteriormente al Congreso una legislación integral para revisar «lo que ha sido un sistema migratorio roto durante mucho tiempo».
“Pero los republicanos del Congreso se han negado a considerar mi plan integral”, aseguró, y culpó a los «republicanos extremistas» del estancamiento.
El tema migratorio será uno de los temas claves de sus reuniones la próxima semana con el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, en México.
Es seguro, es humano y funciona.
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«Tenemos una agenda apretada» para esta cumbre de líderes de América del Norte que celebrará lunas y días allí a la que también asistirá el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, dijo Biden. Y añadió: «Una parte importante de la agenda es reforzar la frontera entre nuestros países».
Estados Unidos, además, prohibir la entrada al país durante cinco años para todos aquellos migrantes que crucen sin permiso la frontera con Mexico una vez se haya levantado el Titulo 42, la actual politica migratoria de expulsiones. Así lo anunció este jueves el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, en esa rueda de prensa.
En octubre se lanzó un programa similar para 24.000 venezolanos, que el permiso de ingreso al país a través de una petición formalpara la cual precisaban tener un patrocinador en Estados Unidos, pero esto era solo por vía aérea.
Al mismo tiempo, el gobierno del presidente demócrata Biden quiere soportar las restricciones en la frontera para rechazar a los migrantes bajo el Título 42, que permite utilizar los protocolos anticovid-19 para impedir la entrada de personas.
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Migrantes del refugio de la Iglesia del Sagrado Corazón cerca de la frontera de Estados Unidos con México aguardaban el final del Título 42.
Su antecesor, el republicano Donald Trump, activó en marzo de 2020 el Título 42, en un intento por frenar los contagios de coronavirus.
Sin embargo, los defensores de los derechos humanos y muchos miembros del Partido Demócrata de Biden creen que Trump, abiertamente contrario a la inmigración, cambió esta norma de emergencia sanitaria de forma abusiva.
El gobierno de Biden buscó eliminarla pero por el momento está a la espera de lo que decidió la Corte Suprema.
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Biden hará su primera visita a la frontera entre Estados Unidos y México el domingo, concretamente en El Paso, Texas, dijo el jueves un alto funcionario estadounidense. Esto ocurrirá justo antes de que viaje a Ciudad de México el lunes y martes para una cumbre de líderes de América del Norte.
un tema español
Su decisión de negociar los ingresos, que permite a los guardias fronterizos enviar de vuelta a quienes cruzan sin autorización, probablemente cause revuelo entre algunos en su partido.
Por lo pronto, un funcionario se adelantó a las criticas negando que las nuevas medidas sean insuficientes y equivalgan a un portazo a la inmigración. El plan es un «punto de inflexión», dijo.
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Los migrantes que reúnan los requisitos para la ruta legal tendrán que presentar una solicitud en sus países de origen y llegar por vía aérea, una medida destinada a rebajar la presión sobre los abrumados guardias fronterizos y reducir los peligrosos viajes por tierra a través de rutas controladas por traficantes de personas.
esto «sacará a los traficantes de personas de la ecuación»aseguró el oficial.
La economía estadounidense depende en gran medida de la mano de obra extranjera, pero la cantidad de migrantes, muchos de ellos latinoamericanos, que à veces ponen sus vidas en peligro en su intento por llegar a Estados Unidos en busca de una vida mejor o para pedir asilo, ha tensado mucho el sistema.
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En la ciudad fronteriza de El Paso, el flujo migratorio ha aumentado a 280%
Patrick T. Fallon / AFP
Los sucesivos presidentes no han logrado resolver el problema.
Trump llegó al poder en 2016 en gran parte gracias a un mensaje que calificó de delincuentes, e incluso de violadores y asesinos, a quienes cruzan la frontera con México.
A retórica incendiaria que caló en comunidades preocupadas por la delincuencia o la pérdida de empleo. Biden, quien le falló a Trump en 2020, prometió restaurar los valores tradicionales de Estados Unidos en la frontera, es decir brindar refugio a los solicitantes de asilo y poner fin a las duras políticas de tención para quienes la cruzan sin la documentación necesaria.
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El tema fronterizo es una de las principales debilidades políticas de Biden, una piedra en su camino para la reelección si se presenta un segundo mandato en el cargo, como hará según sus consejeros.
Su visita a El Paso ocurre justo antes de ese viaje a México lunes y martes para una cumbre de directentes de América del Norte.
Mientras esté en El Paso, Biden “se acercará a los operativos de control fronterizo y se reunirá con funcionarios locales”, confirmó un funcionario. Biden “pedirá al Congreso que financia por completo nuestra solicitud de recursos record (…) y que arregle nuestro sistema migratorio que está roto”, agregó.
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Guillermo Moreno Hernández
Redacción internacional
*Con información de AFP y EFE