A Lionel Messi la bajaron de su Olimpo el 5 de agosto de 2021 y le forzaron a construir otro diferente, menos brillante, aunque seguramente más milagroso con Argentina en Qatar. Aquel día, su padre y agente Jorge le informaron de que el Barcelona no firmaría el contrato que habían apalabrado. Y un tipo acostumbrado a quebrarse en público solo por rabia e impotencia se fundió a lágrimas dos jornadas más tarde en el Auditori 1899 del Camp Nou. Varios de los señalados como los culpables de su salida presenciaron en primera fila cómo el argentino enfatizó: «Hice todo lo posible por quedarme, el club no sé». Saludos fríos para algunos, desprecio para otros y la Pulga puso rumbo a París. Desde ese momento, Messi ignoró cualquier tipo de flirteo con el Barcelona, ​​por supuesto también con Joan Laporta. Hasta el pasado miércoles 15 de febrero. Entonces, tras el encuentro entre Jorge Messi y el directivo del PSG, el Barça reapareció en el escenario. Y Jorge no cerró la puerta. «Vamos en serio a por Leo», aseguran en la copa de Laporta. Xavi Hernández, por supuesto, lo celebra.

Tras caer en la Champions y en la Liga Europa y, sobre todo, después de la goleada sufrida en el Camp Nou ante el Madrid en la Copa (0-4), tanto en el cuerpo técnico de Xavi como en la dirección deportiva entienden que la plantilla azulgrana ha quedado a medio construir. «Falta otra revolución», subrayadas fuentes de la secretaría técnica. En el cuerpo técnico añade: “Ya lo vimos en el clásico, cuando no están Pedri, Frenkie y Ousmane nos falta talento de tres cuartos de campo hacia arriba y Leo en esa zona sigue siendo el número 1″. Xavi todavía entrenaba en Qatar cuando Messi marchó desde Barcelona. Estuvo presente, sin embargo, el día del adiós de Messi del Camp Nou. «Somos íntimos amigos», coinciden ambas partes; «nunca hemos perdido el contacto».

Presencialmente, en ocasiones vía telefónica, generalmente a través de mensajes y audios, Xavi y Messi se acostumbran a conversar. La plantilla azulgrana entiende la posible regresión del rosarino como la palanca del próximo verano, un bálsamo político y deportivo en un club acorralado judicialmente y sin margen económico, en la búsqueda de su lugar deportivo perdido. «La vuelta de Messi nos ayudaría una barbaridad no solo a nivel institucional sino también futbolístico», analizan en el cuerpo técnico. Con la esperanza de que Laporta haga un gesto tanto privado como público con Messi, el técnico del Barça es el mejor puente entre París y Barcelona para el argentino.

Messi, como caso qualquier, siguió en contacto con Sergio Busquets y Jordi Alba. De hecho, en su última visita a Barcelona, ​​los tres (junto a sus parejas) cenaron en el Born. Esa noche, el argentino les comunicó a sus compañeros que todavía no había decidido su futuro. “¿Puedes volver aquí?”, preguntaron. Messi sonrio. No dijo nada más. En su etapa en el Camp Nou, el 10 no comentó en el vestuario ni siquiera una visita al dentala. «Al día siguiente aparece en el Sport y en el Mundo Deportivo que le duele una muela», aseguró, en broma, en la oficina de los Messi en la Avenida Diagonal de Barcelona. Entonces, el silencio feliz del rosarino en la cena con Alba y Busquets fue interpretado como una buena señal en el Barcelona: La Pulga bajaba la tensión.

Unos días más tarde, siempre en febrero, Jorge Messi se reencontró con Laporta dos años después de la dura conversación que había tenido en agosto de 2021 cuando el presidente le había comunicado que “no había nada que hacer y que no se podía renovar a Leo” . Esta vez, la charla, en un hotel de Barcelona, ​​fue cordial. Duró apenas media hora y solo se habló de un posible homenaje a Messi antes de que se marchara de Europa. Quedaron en volver a conversar.

Ocurrió menciona que el vicepresidente deportivo Rafa Yuste se vino arriba: «Estamos en contacto con Messi». La respuesta de Yuste sorprendió tanto en boca del argentino como en la dirección deportiva del Barça. “Tenemos un vicepresidente muy cachondo. A nosotros también nos gustaría ir a comer con Scarlett Johansson, pero hay que ser prudentes”, se escucho en el Camp Nou. Xavi salió al cruce. «Es un tema que estamos jugando, pero de aquí a que se pueda hacer queda un mundo», comentó el técnico.

Hasta el momento, entre Messi y el Barcelona, ​​​​ha habito una reunión entre Laporta y Jorge, donde un histórico emisario del presidente que suma, desde que la Pulga huyó del Camp Nou, ejerce de intermediario entre la familia rosarina y el máximo ejecutivo azulgrana. Además, por supuesto, de los muchos mensajes entre Leo y Xavi. No hay, sin embargo, ninguna propuesta formal.

La llave de la vuelta de Messi la tiene el presidente de la Liga, Javier Tebas. «Dependemos del fair-play», cuenta un empleado de la secretaría técnica. En el Barça confían en que, tras enfriarse el proyecto de la Superliga, la relación con Tebas podrá renovarse. Para eso, ya están trabajando. La entidad catalana calculó que la masa salarial se cifrará en cerca de los 500 millones, 150 menos que en la presente temporada, pero todavía sin alcanzar los 450 que desean desde el área económica. «Antes de hablar de Leo, primero tenemos que escribir a Gavi, Araujo y Balde. , explica en la dirección deportiva azulgrana. «A nosotros nos encantaría que vuelva Messi siempre y cuando el Barça cumpla con la normativa», subraya en LaLiga. Si el presidente del patronato da el visto bueno, entonces el Barça volverá a ponerse en contacto con Jorge Messi.

No sería la primera vez que el Barcelona viaja a París en vano. Lo intentó con Verratti en 2017, nunca tan expuesto públicamente como cuando Josep Maria Bartomeu y compañía se capricharon con recuperar a Neymar en 2019. Nadie se muda de Francia a Qatar no lo desean.

Esta vez, es diferente. Messi no está pillado en París. Cuando Messi fichó por el PSG firmó un contrato de dos años, más uno. El solo opcional se activa en el caso de que las dos partes estuviesen de acuerdo. Y todo parecía indica que Messi estiraría su estancia en Paris. El rosarino había comenzado obras en su casa y, lo más importante, con el director deportivo Luis Campos habían hablado de cumplir con el tercer vínculo del año. Sin embargo, Jorge Messi se sorprendió cuando acudió a París para hablar del nuevo proyecto del PSG. Pocos se niega. Y muchas dudas. Las incógnitas sobrevuelan tanto en el banquillo como en la capacidad del club inglés para cuadrar el fair play financiero. Dinero para fichar, seguro que no les falta.

El último contrato de arrendamiento de los 10

Eso sí, había un mensaje claro para Messi: nadie, ni en París ni en Qatar, quería que la Pulga armara las maletas. El asunto, no menor, es que mientras el argentino dilata su decisión, los medios a la entidad parisina cuestionan al rosarino al mismo tiempo que una parte de la hinchada parisina le pita. No les parece suficiente sus 19 goles y 18 asistencias en 34 partidos. Mbappé, por ejemplo, lleva 31 dianas y ocho pases de gol en 35 duelos, por los 18 y 17 de Neymar en 29. In Paris quiere la Orejona y el PSG salta de fiasco en fiasco en la Champions, el último ante el Bayern en octavas

PSG juega sus cartas, Messi las suyas. A la suculenta oferta de Al-Hilal de Arabia Saudita de 400 millones de dólares por hora, la suma la opción de marchar al Inter de Miami. Y en el camino, Barça. “Un último baile, como Michael Jordan”, de Xavi. La afición azulgrana se subó a la emoción: «Messi, Messi, Messi», cantó el Camp Nou en el clásico. Hay recuerdos que no mienten, otros que simplemente se olvidan. Y como la hinchada del Barcelona tiene presente a Leo, ahora es Leo el que tiene que borrar el desengaño con Laporta.

Pero cuando la historia ya se juzgaba escrita, algo está cambiando en Barcelona. Conquistada (por fin) Argentina, ahora porque Messi, a los 35 años, aprovecha para rescribir las últimas páginas de su vida en el Barça. Nada menos que para volver a su Olimpo.

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