Su valor simbólico es fuerte: el 4 de marzo, el Senado brasileño anunció su reapertura al público. Se necesitaron largas semanas para remodelar estos lugares, cubiertos con una alfombra azul medianoche y diseñados por el arquitecto Oscar Niemeyer, saqueados el 8 de enero por alborotadores de extrema derecha favorables a Jair Bolsoanaro. Lo que confirma el regreso a una apariencia de normalidad en Brasilia.

El evento coincide dentro de unos días con la conmemoración del primer bimestre en el poder de Luiz Inacio Lula da Silva, investido el 1oh Enero. Al frente de un país sacudido, el presidente de izquierda mantuvo una agenda a ultranza y brindó una forma de unión sagrada… pero también provocó decepciones y críticas tempranas.

El Jefe de Estado primero quiso restaurar la imagen de Brasil a nivel internacional. El mandatario de 77 años recibió en Brasilia al canciller alemán Olaf Scholz ya la ministra francesa de Relaciones Exteriores, Catherine Colonna. Lula también hizo promesas a Washington y fue a reunirse con su homólogo estadounidense, Joe Biden, en la Casa Blanca en febrero.

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Sin «shock» de confianza

En el ámbito doméstico, el ex trabajador siderúrgico ha puesto toda su energía en reconstruir los programas sociales trazados por su antecesor. “¡A partir de hoy, la gigantesca rueda de Brasil comienza a girar! »lanzó el 14 de febrero, durante el relanzamiento del programa de vivienda social “Ma Maison ma vie”. Objetivo: construir dos millones de viviendas para 2026.

Al mismo tiempo, el salario mínimo se incrementó en un 1,3%. Hogares beneficiados con la famosa “Bolsa Familia” (un subsidio condicionado a ciertas obligaciones educativas) ahora recibirá 150 reales (27 euros) adicionales por niño menor de 6 años. A fines de febrero, el gobierno también restableció el Consejo Nacional de Seguridad Alimentaria, fundamental en la lucha contra el hambre, abolido por Jair Bolsonaro.

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Lucha contra el racismo, los feminicidios, las armas de fuego oa favor de la vacunación… el poder actual quiere denunciarse en todos los aspectos del precedente. “Es hora de unidad y reconstrucción. Este país fue destruido por bárbaros fascistas. Obtenga resultados a lo largo del tiempo. Pero lo lograremos: ¡Lula es un padre de la victoria! »insiste Bohn Gass, diputado del Partido de los Trabajadores y cercano al presidente.

A pesar de la fachada de entusiasmo, ya han surgido las primeras dudas. Lejos de toda unanimidad, el gobierno de Lula sólo se beneficia, según las encuestas, del 40% de opinión favorable. Le « choc » de confiance tant espéré n’a pas eu lieu : le produit intérieur brut a reculé de 0,2 % au dernier trimestre 2022. Pour cette année, les perspectives sont moroses, avec 1,2 % de croissance prévu par le Fondo Monetario Internacional.

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