Un discurso de Ron DeSantis se compone de una sola parte, sin introducción ni conclusión. El discurso se pronuncia con una voz sin afectación, incluso cuando habla de su infancia: madre enfermera, padre instalando cajas destinadas a las audiencias de televisión. Como si estuviera leyendo instrucciones de montaje.

Sin embargo, los simpatizantes republicanos reunidos el martes 30 de mayo en una iglesia evangélica al oeste de Des Moines, en el estado de Iowa, se mostraron satisfechos. Fueron testigos del verdadero comienzo de la campaña presidencial del gobernador de Florida, luego de un caótico lanzamiento virtual en Twitter unos días antes. Ron DeSantis se permitió respiraciones cortas para que la audiencia lo animara. Los aplausos se escucharon cuando habló de educación.

Indemnizándose frente a una gran bandera estadounidense, el candidato elogió su historial legislativo en Florida, insistiendo en su lucha contra “la ideología ha despertado” y el “Marxismo cultural”. Ron DeSantis explicó que“Ningún estadounidense debería participar en los Juegos Olímpicos de Wokism para conseguir un trabajo o ingresar a una escuela. » El gobernador habló de la pornografía en los libros ofrecidos a los niños, el derecho de los padres a supervisar el currículo educativo,«adoctrinamiento». Una insistencia apreciada por el público, blanco y más bien clasificado. Ella traza una estrategia para ponerse al día con el favorito de las primarias, Donald Trump, en un tema que el exmandatario nunca ha tomado.

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Que DeSantis haya elegido a Iowa para comenzar su campaña de campo es quizás solo una sorpresa. Los votantes republicanos de este estado del Medio Oeste serán los primeros en decidir en las primarias, probablemente a fines de enero de 2024, justo antes que los de New Hampshire. Su decisión, formalizada durante cientos de reuniones públicas (caucus), puede no predecir el resultado final de las primarias. En 2016, el senador de Texas Ted Cruz ganó Iowa, antes de ser barrido por Donald Trump. Pero ese estado será una prueba decisiva de la capacidad de otros competidores para poner en aprietos al expresidente, quien se alimenta de la adversidad, política y judicial.

“Hay que acabar con la cultura de la derrota que ha contagiado al Partido Republicano en los últimos años”, insistió Ron DeSantis. Planea dedicar mucho tiempo y dinero a Iowa, a través de su súper PAC (comité de acción pública) Never Back Down. Sus habitantes agradecen su especial estatus en este certamen nacional. Todos los contendientes también se esperan esta semana en las carreteras del Estado. Afluencia clásica, salas completas. Pero la curiosidad no vale la pena apoyar.

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