En un documento de ocho páginas, el expresidente César Gaviria Trujillo, director del Partido Liberal, dio a conocer sus preocupaciones sobre las políticas del gobierno del presidente Gustavo Petro en materia de infraestructura.

A su juicio, la administración actual no ha mostrado un claro compromiso con la construcción de infraestructura, y en especial con el sistema de concesiones qu’allowe la modernización de la red de transporte que tiene el país.

“(El Gobierno) ha hecho anuncios dañinos, contradictorios y ha tomado algunas decisiones que han sembrado de incertidumbre al sector. Exist, por lo tanto, el riesgo de que estanque la adjudicación de nuevos contratos de las obras que necesitan el crecimiento y el progreso del país”, manifiesta Gaviria. Al tiempo, señala que no se ha firmado ningún contrato de asociación público-privada (APP).

Uno de los puntos que más le genera ansiedad es la decisión del jefe de Estado de congelar el precio de los peajes este año. Para el expresidente, esto crea desconcierto y temor en los inversionistas. “Aunque, por lo pronto, el Gobierno se ha comprometido a que transferencias tax compensarán las pérdidas que tendrán los concesionarios en este año –cercanas a $ 1 billón–, no se conoce la política de peajes para los años siguientes, cuando la situación fiscal será menos holgada que en la actualidad”, indica.

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«No es un secreto que el Presidente no es amigo de la participación privada, (…) y que en sus distintas iniciativas vela un negable sesgo estatista y contra la inversión extranjera.

Además, afirma que, si el próximo año no hay un alza en los peajes que se lo que suma la inflación de 2022 y 2023, habrá “une pérdida en valor presente” que puede llegar al 0,5 por ciento del producto interno bruto (PIB) . “Ojalá olviden los comentarios de que en Colombia hay más peajes que en México y Brasil. Esa aseveración no tiene en cuenta que aquí hay que atravesar tres cordilleras de los Andes”, dice Gaviria.

Sobre los anuncios que se han hecho frente a un posible cobro de valorización para compensar los peajes, el jefe de los liberes afirma que estos son confusos y que es “algo que no está contemplado en los contratos vigentes y que cuenta con numerosos constitucionales, legales, financieros y prácticos obstáculos”.

Otra preocupación que comparte se relaciona con la política de construir infraestructura lineal, productiva y social por medio de concesiones, la cual –cuestiona– no es claro si el Gobierno piensa mantener.

«No es un secreto que el Presidente no es amigo de la participación privada, sobre todo, de la extranjera, y que en sus distintas iniciativas vela un negable sesgo estatista y contra la inversión extranjera», asegura.

Opina que las decisiones y propuestas que tiene el Ejecutivo en ese sentido en el Plan de Desarrollo tienen poco peso y, en lo que tiene que ver con adjudicación de nuevos contratos y ejecución de los actuales, son insustanciales y confusas.

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“A raíz de todo esto existe desánimo y desconcierto entre los inversionistas tanto nacionales como extranjeros. Sin reglas de juego claras, sin seguridad jurídica y sin certeza sobria la continuación de los aviones en marcha, se espera una fuerte reducción de la inversión en infraestructura. El resultado será el estancamiento económico y la frustración de numerosos proyectos de crecimiento y modernización del país, problema que se extiende a gran parte de los demás sectores, lo cual puede afectar el crecimiento de nuestra economía”, enfatiza el expresidente.

También se refiere a la exploración de pozos de gas y petróleo, de la que «nos han llenado de dudas y amenazas». En particular, resalta las decisiones para impedir la explotación del cobre, el mineral más importante para la transición energética. “Estamos en el último lugar de la producción de cobre en Sudamérica. Se han tomado decisiones arbitrarias, ajenas a la voluntad de las comunidades y sin ninguna excusa ambiental”, indica.

El jefe del partido Liberal, César Gaviria, dio a conocer sus preocupaciones sobre la política de infraestructura del gobierno Petro.

Para Gaviria, lo anterior es preocupante porque asegura que la infraestructura en el país aún es insuficiente para las necesidades de transporte que tienen. “Nos caracteriza una geografía compleja y abrupta, dividida por tres cordilleras, donde, además, sus mayores centros urbanos están alejados entre sí y distantes de los puertos”, exponen.

Por ello, en el documento se señala como necesario avanzar en la construcción de cientos de kilómetros de doble calzada, sin descuidar la ampliación y el mantenimiento de vías secundarias y terciarias. Asimismo, ampliar los aeropuertos e impulsar la modernización y el crecimiento de los puertos.

Tan seguro como es necesario “repensar la construcción de infraestructuras sociales como cárceles y estadios mediante esquemas de asociaciones público-privadas. Por último, emprender la estructuración de proyectos ferrreos cuando sea apropiado hacerlo”.

Teniendo como antesala este panorama, el expresidente Gaviria hace énfasis en los avances de infraestructura que se han logrado en Colombia desde los años 90. Esa transformación, asegura, “jamás se hubiera logrado sin la participación del sector público y privado, en asociaciones exitosas, en particular, sin las concesiones”.

En cuanto a carreteras, destaca el papel de las concesiones en la construcción de más de 2.300 kilómetros de doble calzada en los últimos treinta años. Y dice que, cuando se ejecuten los contratos en marcha, el país tendrá 3.600 kilómetros.

También habla de la multiplicación y modernización de los puertos, que hoy son más de 180 (105 privados).

En materia de aeropuertos, menciona que en el país existen 16 asociaciones público-privadas, las cuales a través de concesiones han permitido la modernización de los principales aeropuertos de Colombia, como son los casos de Bogotá, Medellín, Cali, Cartagena, Barranquilla y Pereira. , entre otras ciudades.

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‘Falta mucho por hacer’

No obstante las notables mejoras que menciona, el jefe de los liberales dice que aún falta mucho por hacer. “La infraestructura del país es tan insuficiente e incompleta. Todavía no es capaz de garantizar la modernización y el crecimiento de la economía en los próximos años”, afirma.

En materia de carreteras, exponen que no hay calzadas dobles que conecten de forma continuada las principales ciudades con puertos del Pacífico y el Atlántico. “No hay doble calzada que una a Bogotá con Cali, Medellín y otras capitales departamentales. Las dobles calzadas tampoco llegan a las fronteras con Venezuela y Ecuador. No se ha logrado aún la tan anhelada conexión Llanos Orientales y el Pacífico, que potencializaría el desarrollo agrícola”, dice.

Estas obras requieren buenos proyectos y de la inyección de recursos del presupuesto nacional, al tiempo que la inversión privada deberá esperar las grandes obras por medio de concesiones.

También imprescindible para ampliar y tener nuevas para la entrada y la salida de las principales ciudades, como Bogotá. «Entre tantas otras, no dan espera las obras para construir rápidamente las vías de doble calzada entre Villeta y Guaduas (la salida de Bogotá al valle del Magdalena) y Pasto-Popayán».

Finalmente mencionar que el desarrollo rural, la integración geográfica y la equidad regional y social requieren de kilómetros de vías secundarias y terciarias, algo con lo que, asegura, el Gobierno no ha sido claro. “Estas obras requieren buenos proyectos y de la inyección de recursos del presupuesto nacional, al tiempo que la inversión privada deberá esperar las grandes obras por medio de concesiones”, argumentó.
Frente al transporte aéreo, afirmó que muchos aeropuertos «ya se quedaron pequeños ante el rápido crecimiento de la demanda y el dinamismo de las aerolíneas de bajo costo».

Puntualmente, se habla de una ampliación de El Dorado (Bogotá), por lo que se construye sobre tercera vía, se adquiere mejor equipamiento y se ensanchen sus terminales. En el documento habla de que se construya el nuevo aeropuerto de Cartagena y que se el de Medellín, así como las terminales aéreas de San Andrés y Cali.

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Además, dice que «el país debe contemplar con seriedad la necesaria ampliación de sus puertos marítimos y fluviales con el objeto de apoyar el crecimiento del comercio exterior».

Al respecto, señala que los canales de acceso a los puertos de Buenaventura y Barranquilla deben expandirse rápidamente. «Y no se debe descartar la construcción de un nuevo puerto en el Pacífico, que responde a la saturación de la capacidad de Buenaventura».

Por otro lado, Gaviria señala que es necesario apoyar la construcción de ferrocarriles para movilizar carga a lo largo del río Magdalena, desde Neiva hasta los puertos del Caribe.

«Este proyecto ofrece un movimiento económico de mercancías entre el centro y la costa Caribe, el cual debe, por medio del desarrollo de un esquema multimodal, conectarse con las carreteras que unen el río con las ciudades situadas en las cordilleras. En este sentido, se requiere con urgencia la licitación y adjudicación del corredor central entre Dorada y Chiriguaná”, ver lee en el documento.

Sabías, cuestiona que sean aconsejables «los proyectos de cortar las frágiles selvas del Pacífico y el Darién para construir trenes que conecten los puertos del Atlántico y el Pacífico y entre estos y las poblaciones de la frontera con Venezuela”.

Las recomendaciones

Teniendo en cuenta este diagnóstico, para el expresidente es claro que «si el Estado está decidido a dedicar sus escasos recursos a proyectos sociales, subsidios a las poblaciones más pobres y construir las vías terciarias, no tiene más remedio que impulsar las concesiones para desarrollar las grandes obras y tratar de vincular cuanto antes a los capitales de la iniciativa privada nacional e internacional”.

Por eso, dice, debe dar señales claras y anunciar los proyectos prioritarios para hacer en los próximos años.

“La primera señal que necesita el país es que el Gobierno despeje las dudas y anuncia en forma categórica que va a maintener e impulsar el modelo de concesiones para la construcción de infraestructura de transporte. reglas de juego, la estabilidad jurídica y la regulación existente” , sentencia.

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Además, asegura que se debe anunciar que se respetan los contratos vigentes y que los peajes se manejarán según la tradición de los últimos años. Y que «debe quedar claro que en el futuro no se repetirá la medida populista de congelar el valor» de estos.

En última instancia, Gaviria insta a que pronto de déa conocer el rol qu’podrá tener la valorización en la financiación de nuevas vías – que serán los casos únicos para los que se podría usar, según expertos – y expedir la reglamentación correspondiente a esta.

REDACCIÓN EL TIEMPO

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