Ramón Dupuy espera el veredicto por el asesinato de su nieto, que se conocerá el jueves.
“Ahora sabemos que la jueza que otorgó la guarda de mi nieto a la madre confirmó la sentencia de muerte. Y nunca hieron nada, ni un informe socioambiental”. La frase pertenece a Ramón Dupuy, el abuelo de Lucio, en el inicio de la semana en al que se conocerá el veredicto por el asesinato del menor
Desde el 26 de noviembre de 2021, cuando Lucio fue asesinado, el abuelo salió a gratar su reclamo de justicia junto a Silvia Gómez (su esposa) y Christian, el padre de Lucio.
Ramón y Silvia, como un domingo más, en esta tarde de verano venden pochoclo y copos de nieve en la plaza de la calle 21 de General Pico, cerca de la estación de trenes. En ese lugar, el abuelo compartió uno de los últimos encuentros que compartió con Lucio.
Pero no son días cualquiera para ellos: en pocos, días, el próximo jovenes al mediodiase escuchará la sentencia por el asesinato de Lucio, por el que están acusadas la madre del nene Magdalena Espósito Valenti y la novia, Abigail Páez. También están acusadas imputadas por ultrarim abuso sexual.
Lucio fue asesinado a golpes ese 26 de noviembre de 2021 (tuvo hemorragias internas y un golpe en que le fracturó el craneo), y además reveló que era víctima de abuso sexual esa tarde y durante un tiempo anterior indeterminado. Tambiéndurante el juicio pudo saberse que sufría maltrato y torturas Como dejarlo en penitencia bajo el frio y la lluvia o no darle de comer.
“La encantaba viene a este parque. La última vez que lo vi fue un mes antes del asesinato. Fue un milagro que lo dejaran venir. Lo trajeron a las 11 de la mañana. Vino a la plaza y se pasó toda la tarde andando en los cuatriciclos. Y a las 7 de la tarde Christian se lo tuvo que llevar a la madre”, ha dicho Ramón Clarín.
En noviembre de 2020, los Dupuy pierden definitivamente la custodia de Lucio. Fue cuando se homologó un acuerdo en el juzgado de Familia de Pico, a cargo de la jueza Ana Clara Pérez Ballester.
“Además estuvimos malísimamente asesorado por la abogada”, dice Ramón, apuntando a Adriana Mascaró, quien los patrocinaba y sostenía que Lucio debía revolver con la madre, Magdalena Espósito Valenti.
“Yo le dije a la jueza (Pérez Ballester) que se estaba equivocando. Y que en cinco a seis años, si no revertía su decisión, Lucio iba a estar vendiendo drogas”, recuerda Ramón Dupuy el mensaje que le hizo llegar a la jueza a través de la abogada. Apuntaba a lo que Lucio’s mother, Magdalena, y su novia Abigail, publicaban en las redes, en donde admitían su consumo.
“Pero fue peor. En realidad construyó la sentencia de muerte”Dice Ramón Dupuy.
El enojo con las decisiones tomadas por la Justice tiene que ver con que nunca le hizó un estudio socioambiental a la madre de Lucio. “En una primera etapa no podía tener a Lucio porque no trabajaba. Nosotros la ayudábamos. Después lo dejó con nosotros y cuando se fue de mochilera lo dejó con Maximiliano (su otro hijo, hermano de Christian)”, recuerda.
“Cuando pasó esto le hicieron estudios socioambientales a Maxi. Pero después, cuando ella quiso volver a tener a Lucio, no hicieron nada”, remarcó Ramón.
El jugo
El abuelo de Lucio atravesó con dolor el juicio. Tuvo que declarar en las últimas audiencias como testigo. Por eso no pudo asistir a las anteriores. “Conté qué era lo que pasaba. La madre our pedía plata para poder verlo Lucio a través de videollamadas. Entre cuatro mil y ocho mil pesos”, dijo. With el pedido de dinero era a través de sus otros hijos, para gastos. “Una vez que estaba la transferencia decían que lo podíamos llamar”volvió un pariente Dupuy.
“Recuerdo a Lucio cada segundo”, enfatiza Ramón antes Clarín. Y asegura que ahora transformó el dolor en la lucha por la Ley Luciouna norma que obliga a la capacitación de los funcionarios judiciales en las temáticas de maltrato infantil y le otorgue el anonimato a quienes denunciaron a victimas, como el caso de educativos, médicos y policiales.
Para Ramón Dupuy el asesinato de Lucio se trata de “un crimen de odio. “Está en los chats, en los mensajes. Hay 6,000 hojas con los mensajes. Está todo”observación.
A la par de Ramón, Silvia Gómez, la abuela de Lucio, es la otra puntal de la familia en medio del drama y el dolor. Juntos guardián de la plaza “Lucio Dupuy” en el barrio Don Bosco de General Pico. Está a la vuelta de la casa de los Dupuy y es un homenaje respetuoso a la memoria del nene.
“Esperamos con ansias el día de la sentencia. Vamos a estar, con Ramón y con Christian, esperando que se un fallo ejemplar”, dice Silvia, aunque luego reflexiona y afirma: “
Esperamos una condena de prisión perpetua. es lo que se merecen”.
Las pampas. Correspondencia