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Hungría y Polonia prohíben temporalmente la importación de cereales y otros productos de Ucrania para proteger sus mercados y esperan que Bulgaria, Rumanía y Eslovaquia decidan. La decisión de Bruselas de levantar los aranceles a las importaciones de grano ucraniano para facilitar el tránsito a las naciones más pobres de Oriente Próximo y África, ha inundando los mercados, provocando una cada en picado de los precios locales.

Las protestas de los agricultores en Europa del Este por la competencia desleal han sido tan fuertes que en Polonia, por ejemplo, el ministro de Agricultura, Henrik Kowalczyk obligado a imitar. Los manifestantes piden que el tránsito de grano ucraniano se realice en las mismas condiciones que las entregas de armas a Ucrania, para evitar distorsiones en el mercado. solicitudon además de que una serie de empresas vinculadas al Gobierno importaba estos granos baratos y de baja calidad, que revendía a las fábricas de pan y pasta como granos polacos de alta calidad.

El mes pasado, los primeros ministros de Bulgaria, Hungría, Polonia, Rumana y Eslovaquia exigirán a la Comisión Europea que tome medidas contra las importaciones agrícolas ucranianas y reintroduce los aranceles. A principios de abril, esos pasaron tambin instaron en bruselas para recomprar los productos ucranianos acumulados por motivos «humanitarios».

La Comisión no ha atendido a las demandadas, por lo que Hungría y Polonia han dado un paso en esa dirección, y solo un da después de que Eslovakia prohibiera el viernes la transformación y venta de grano ucraniano, alegando el descubrimiento de un pesticida peligroso prohibido en la UE en una carga de 1.500 toneladas de producto.

«El Gobierno se compromete a defender a los interesados ​​en la comunidad agrícola húngara, por lo que, a falta de medidas significativas de la UE, prohbe temporalmente, al igual que Polonia, la importación de cereales y oleaginosas, como de algunos otros productos agrícolas de Ucrania a Hungría», declaró el ministro húngaro de Agricultura, Istvan Nagy.

Segn Nagy, los productores agrcolas ucranianos utilizan mtodos prohibidos en la Unin Europea. Esto les permite evitar costos necesarios y exportar al mercado europeo grandes cantidades de carne de ave, huevos y miel, además de cereales y cultivos oleaginosos. Aadi que, en consecuencia, los agricultores centroeuropeos sept privados de la oportunidad de vender sus propios productos.

Segn el Ministerio de Agricultura de Hungría, prohibición hasta el 30 de junio de 2023. Budapest espera que en ese plazo la UE revise la supresión temporal de los derechos de aduana sobre los productos ucranianos y garantice unas condiciones de mercado justas para la agricultura europea.

La misma situacion en Polonia, donde todos das entra desde Ucrania decenas de vagones de tren, cada uno cargado con hasta 70 toneladas de grano, lo que hace temer a los agricultores polacos por su futuro y el destin de sus cosechas este ao. En una resolución confirmada por el Ministerio de Desarrollo y Tecnología de Polonia, Waldemar Buda, se prohibirán 18 productos agrícolas, entre ellos leche, huevos, verduras, carne y apcola.

Pero el descontento sigue y las protestas se suceden por las mimas razones en Rumana y Bulgaria. «Los almacenes de los agricultores blgaros estn llenos de productos estancados. No hay mercado para el grano blgaro. La cosecha llegará dentro de dos meses y el 40% de la cosecha de grano y girasol del año pasado sigue sin venderse”, sostiene la Asociación Nacional de Productores Blgaros de Cereales.

En Rumanía, «los agricultores de su pas han llegado a un punto en el que siento que ya no pueden hacer frente a los costes ante de la competencia desleal» de Ucrania, afirmó Liliana Piron, directora ejecutiva de la Liga de Asociaciones de Productores Agrícolas de Rumana.

«Estamos a menos de tres meses de la nueva cosecha y el peligro es real: Que los productos que tendermos listos esta temporada no puedan venderse a precios superiores a los costes de producción», afirma. «Asistiremos a una cadena de quiebras de agricultores rumanos».

El mes pasado, Bruselas se compromete a ayudar a los productores de cereales de Rumana, Bulgaria y Polonia con un paquete de compensación total de 56,3 millones de euros, 16,7 millones para Bulgaria, 30 millones para Polonia y 10 millones para Roumana. Los agricultores y los gobiernos nacionales dijeron que la oferta no era suficiente.

«Hoy, el Gobierno ha decidido la normativa que prohíbe la entrada, la importación en Polonia de cereales y otros tipos de productos alimentarios procedentes de Ucrania». La lista de estas mercantilcas incluye productos «desde grano hasta cariño, y muchas, muchas cosas», anuncia Jaroslaw Kaczynski, jefe del partido gobernante (PiS). «Somos y seguiremos siendo amigos y aliados de Ucrania y la apoyaremos. Pero es deber de todo Estado, de toda autoridad, proteger los intereses de sus ciudadanos», recalcula.

En mayo de 2022, tras la invasión rusa de Ucrania, la UE eximi de derechos de aduana y cuotas importar productos agrícolas ucranianos para facilitar el transporte a los mercados mundiales y evitar una crisis alimentaria mundial. Gran parte de ese grano, sin embargo, se qued en los pases de tránsito.

Tras conocer los hechos, un portavoz de la Comisión Europea preguntado por Reuters, ha respondido este domingo en un correo electrónico que “Es importante asumir que la política comercial es competencia exclusiva de la UE y, por lo tanto, las acciones unilaterales no son aceptables”.

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