Los trabajadores de una empresa informática que trabaja para la Diputación de Valencia confirmaron ayer en el juicio del caso taula por el presunto amaño del call center que fueron ellos los que realizaron las horas de formación a las teleoperadoras del call center tributario. una formación que debía haber pagado la empresa adjudicataria del centro de llamadas, Servimun propiedad del empresario Fernando Palomares y vinculado al también empresario Mariano López, exsuegro de marcos benaventexagerado de imelsa y yonqui del dinero confeso.

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Los dos informáticos que declararon como testigos confirmaron que uno de los dos funcionarios de la Diputación investigados en esta causa, Ricardo de Ángel Mari, jefe de gestión tributaria, fue quien les reclamó para que dier la formación sobre «herramientas de gestión tributaria». También agregó que «quisieron formar a la gente para que tuvieran un concepto de lo que era un recibo». Los dos dieron las»diez horas de clase» comprometida y, como empresa contratista que realiza una asistencia técnica para la Diputación de Valencia «facturamos a Imelsa», por orden del jefe de gestión tributaria Ricardo de Ángel Mari. Auque se trató de una formación que debió haber pagado la empresa privada Servimun como adjudicataria del «call center» tributario que, además, se había comprometido una formación inicial de 140 horas y maintenerla a lo largo del contrato.

Otros dos teleoperadoras del call centerdestinatarias de esta supuesta formación, también confirmaron las declaraciones del restaurante de compañeras realizadas esta semana: que la formación que recibió continuó sola durante un par de mañanas. «Formación como tal, no recibida», aseguró el testigo PRA Esta teleoperadora grabó que «sólo trabajé un sábado. No se hizo más porque apenas entró una llamada en toda esa mañana»ingreso a las preguntas del Fiscal Anticorrupción del caso taula. También registrado como se ingresó de su despido el 28 de diciembre de 2015. «Avisé a una compañera y creía que era una broma». Y explicó que «alguien de la diputación nos dijo que habíamos hecho muy buen trabajo y no nos merecíamos el despido». Por su parte, el PSE explicó que «no dimos a basto. Our demand 2 minutes y medio o tres por llamada, por todas las que habia en espera».