Cerrar filas. Esto está siendo siendo la obsesión de la dirección de Junts y de su secretario general, Jordi Turul, tras la sentencia por corrupción a la presidenta del partido y presidenta suspendida del Parlament, Laura Borràs. Con este objetivo, este martes Turull se ha reunido con la abogada Magda Oranich, responsable de la comisión de garantías del partido, para reclamarle silencio mediático. Oranich confirmó la semana pasada en La 2 y Ràdio 4 que hay un dimitido como diputada si se encuentra en la situación de Borràs, por el bien de la presidencia de la Parlamento.

Sus palabras dieron al traste con la táctica de Junts de evitar todo debate interno tras la sentencia. Both molestaron las afirmaciones -que hicieron a título personal y sin entrar a valorar la situación de Borràs en Junts- que diversas organizaciones locales han pedido su dimisión. Con estos precedentes, Turull ha pedido este martes a la abogada e histórica defensora del feminismo y los derechos básicos, que guarde silencio y que convoque una reunión de la comisión de garantías tras la Semana Santa para analizar el caso.

El encuentro, en un tono cordial y amistoso, ha servido para que Oranich le argumentara a Turull que lo que ella ha dicho públicamente es que la presidencia del Parlament es la segunda autoridad política de Catalunya y que se deben tomar decisiones para preservar la institución. Turul, según las fuentes conocidas del encuentro, ha apelado a la unidad e incluso le ha sugerido si ella estaría dispuesta a dejar voluntariamente la comisión de garantías. Oranich le ha contestado que de forma inmediata no es su voluntad porque se podría interpretar como una cesión a las presiones internas del sector de Borràs.

Turull ha llamado a la unidad e incluso le ha sugerido a Oranich si estaría dispuesta a dejar voluntariamente la comisión de garantías

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Oranich ha denunciado las presiones «inaceptables» de Borràs cuando se encargó de analizar el ‘caso Dalmases’ con un informe para Junts que apuntaba que el diputado y la mano derecha de la presidenta abroncó a un periodista de TV-3. Ahora, de nuevo, Oranich es objeto de las críticas de los fieles a Borràs que consideran que debe ser expulsado por perjudicar al partido con sus declaraciones públicas. Fuentes próximas a la abogada responde que es lo primero que le sorprende que el debate se centre además en declaraciones y no la sentencia respecto a Borràs.

Por todo ello, Turull llamó constantemente a los intereses electorales de las Junts a que dejaran de hacer silencio todos para publicar los debates que debatía la comisión de garantías sobre el ‘caso Borràs’. El hueso estatutos del partido cambió, en el congreso del pasado verano, para evitar que Borràs fuera directamente expulsado por falta grave ante una investigación vinculada a la corrupción.

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El texto de los estatutos ahora reconoce una excepción: si el partido considera que la sentencia es ‘lawfer’, es decir, persecución política, se eximirá a la persona condenada -en este caso, Borràs- a ser expulsada. Pero las organizaciones internas que dirimirá en todo caso si se trata o no de persecución política es la comisión de garantías que preside Oranich.

De ahí que esta veterana abogada se haya convertido en parte de la batalla interna en Junts sobre las consecuencias políticas que ha de tener la sentencia a Borràs tanto respecto a su cargo como presidenta de Junts como a si ha de ser sustituida por otro diputado de JxCat en la parte delantera de la Parlamento. respeto de esta última cuestión, mientras directentes como aurora madaula han sugerido la opción de dejar la presidencia vacante, otros en Junts opinan que otro diputado or diputada del partido ha de ocupar el cargo si la Junta Electoral aparta a Borràs.