“Este acuerdo nos obliga. » En la apertura del examen en sesión pública del proyecto de ley sobre el reparto del valor, el lunes 26 de junio, su ponente, Louis Margueritte (Renacimiento, Saône-et-Loire), había marcado la pauta para las discusiones venideras. Para el campo presidencial, los diputados deben «transcribir fielmente» -según las palabras tantas veces repetidas del ministro de Trabajo, Olivier Dussopt- el acuerdo interprofesional nacional (ANI) firmado en febrero por todas las organizaciones patronales y sindicales, con excepción de la CGT. Se elige hecha, tras cuatro días de debate, con la aprobación en primera lectura mañana jueves por amplia mayoría de este proyecto de ley 112 votos a favor, 27 en contra y 8 abstenciones.

La coalición presidencial pudo contar con los votos de los republicanos y de Agrupación Nacional. En la izquierda, los socialistas también votaron a favor del texto mientras que los “rebeldes” y los comunistas se opusieron al texto. Por su parte, los ambientalistas se abstuvieron. “Es un muy buen mensaje el que acabamos de enviar a la socialdemocracia”se regocijó a raíz de la votación Sr. Margueritte.

Este acuerdo transpuesto en este proyecto de ley de quince artículos pretende ampliar y facilitar -de forma experimental durante cinco años- mecanismos de reparto de valor como la participación, la participación en beneficios o la bonificación a empresas de 11 a 49 trabajadores. El texto impone en particular a los que obtienen un beneficio “al menos igual al 1% de la facturación durante tres años consecutivos” de » poner en marcha « uno de estos dispositivos. Esta medida podría afectar “1,5 millones de empleados adicionales” de aquí «dos a tres años»explicó el Sr. Dussopt.

En línea con el proyecto de ley sobre el poder adquisitivo adoptado en julio de 2022 que preveía en particular la triplicación del límite máximo del bono de valor compartido -más conocido como el «bono Macron»-, el texto también pretende generalizar su uso permitiendo a las empresas para distribuirlo dos veces al año, con posibilidad de incorporarlo a un plan de ahorro para empleados. Con motivo de las explicaciones de voto, el diputado comunista por Seine-Maritime, Jean-Paul Lecocq, deploró una transcripción «no fiel, pero hábil y hasta un poco maquiavélico de la ANI». » Por qué ? Porque en realidad, y nuestros debates así lo han demostrado claramente, la transposición de este convenio interprofesional nacional tendrá muy poco efecto para los trabajadores”, criticó. Por su parte, el diputado renacentista por París, David Amiel, explicó un texto que actúa “Un principio de justicia. Cuando una empresa gana más, los empleados también deben ganar más..

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