Tras semanas de caos, división interna, amenazas, presiones y un sinfín de votaciones, la Cámara de Representantes ha elegido este miércoles al republicano Mike Johnson, congresista por Luisiana de 51 años, como nuevo presidente. Johnson es un cristiano evangélico ultraconservador que dirigió los esfuerzos jurídicos del grupo republicano para intentar anular la victoria de Joe Biden frente a Donald Trump en las elecciones presidenciales de 2020. Su elección supone un claro giro a la derecha de los republicanos y complica la gobernabilidad del Congreso.

Hijo de bombero que aspiraba de niño a emular a su padre, Johnson ha apagado el incendio de su grupo parlamentario, donde esta vez no ha habido una sola deserción. Ha logrado el apoyo de los 220 congresistas de su grupo presentes (ha habido una ausencia). Los republicanos han cerrado filas 22 días después de la destitución de Kevin McCarthy a raíz de una moción de censura presentada por Matt Gaetz, uno de los miembros de su grupo. En la primera votación en que se presentaba, ha salido elegido. El desgaste de más de tres semanas sin acuerdo y el fracaso de los tres anteriores candidatos nominados por los republicanos ha allanado el camino de Johnson para presidir la Cámara de Representantes y convertirse en la tercera autoridad de Estados Unidos, segundo en la línea de sucesión presidencial, solo por detrás de la vicepresidenta, Kamala Harris.

Su elección ha sido tan improvisada e imprevista que, como se ha encargado de señalar en su primer discurso, ni siquiera su mujer ha tenido tiempo de llegar a presenciarla. El nombramiento de un nuevo speaker desbloquea la actividad legislativa en un momento de urgencias externas e internas. Joe Biden ha solicitado la aprobación de un paquete de 105.000 millones de dólares destinado sobre todo a ayuda a Ucrania e Israel. Al tiempo, la mitad del plazo de la prórroga presupuestaria con que se evitó el cierre parcial de la Administración el 1 de octubre pasado se ha consumido en plena parálisis.

“La Cámara del Pueblo vuelve a funcionar”, ha dicho Johnson en su primer discurso, en el que ha formulado como primera prioridad aprobar ayuda a Israel. “Vamos a demostrar no solo a Israel, sino al mundo entero que la barbarie de Hamás” es “miserable y errónea”, ha afirmado. Reparar la “catástrofe” de “la frontera rota” para frenar la inmigración procedente de México y contener la deuda pública han sido otros de los asuntos en los que ha puesto el acento.

Los demócratas tienen la mayoría en el Senado y los republicanos en la Cámara de Representantes y cualquier ley necesita la aprobación de ambas cámaras y la firma presidencial. Aunque tras la elección de Johnson tanto republicanos como demócratas han formulado buenos propósitos de entendimiento, la polarización de la política estadounidense no permite albergar mucho optimismo.

El ambiente entre los republicanos era de euforia apenas contenida desde el principio de la sesión de este miércoles. Por fin veían una escapatoria en el callejón sin salida en el que parecían estar metidos. La presidenta del grupo parlamentario, Elise Stefanik, ha sido la encargada de presentar la candidatura de Johnson en el pleno. “Hoy es el día en que los republicanos de la Cámara de Representantes miraremos humildemente en nuestros corazones y elegiremos a Mike Johnson como presidente de la Cámara del Pueblo”, ha iniciado su intervención confiada. Ha definido a Johnson como “un hombre de profunda fe”, un “amigo de todos y enemigo de nadie”, “fuerte, duro y justo”. El candidato contaba también con el apoyo del expresidente Donald Trump, que se había encargado de torpedear la candidatura de otro congresista, Tom Emmer, que acabó retirándose.

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El demócrata Pete Aguilar, que presentaba al candidato de su grupo, Hakeem Jeffries, ha dicho que todo el proceso de los republicanos “ha sido sobre una cosa: quién puede apaciguar a Donald Trump”. En su opinión, los republicanos no han parado hasta “encontrar a la persona que pueda pasar su prueba de fuego de extremismo para oponerse a la igualdad matrimonial y promover una prohibición del aborto en todo el país, sin excepciones, recortar Seguridad Social y Medicare y apoyar la anulación de una elección libre y justa”. Johnson votó en contra de la ley que protege los matrimonios entre personas del mismo sexo y es partidario de restringir el aborto en todo el país.

Jeffries ha ofrecido luego trabajar de forma conjunta con los republicanos, pero trazando una “línea azul” (el color del Partido Demócrata) frente al extremismo. En su discurso en el pleno, ha subrayado que nada cambiará que Biden ganó las elecciones de 2020. El propio presidente, preguntado en una rueda de prensa en la Casa Blanca este miércoles sobre si le preocupaba que un negacionista electoral liderase la Cámara de Representantes ante las presidenciales de 2024, ha asegurado que no, al igual que tampoco le preocupó en 2020. Ha recordado que los que quisieron anular el resultado perdieron todas las demandas que presentaron. “Entiendo la Constitución”, ha dicho. Biden ha celebrado que ya haya un nuevo speaker. “Tenemos que ponernos en marcha”, ha dicho.

Johnson ha sido el cuarto candidato elegido en las votaciones internas del grupo parlamentario republicano para el puesto. En una primera votación interna, el ganador había sido Steve Scalise, pero numerosos congresistas de su grupo dejaron claro que no se plegarían a la decisión de la mayoría y bloquearían su nombramiento, así que renunció enseguida. Entonces el designado fue el extremista Jim Jordan, con el respaldo simultáneo de Donald Trump y del propio McCarthy. A pesar de las presiones y amenazas, fueron entonces los republicanos moderados los que se plantaron. Tras la tercera votación perdida en el pleno, los republicanos decidieron el viernes retirar su nominación y volver a la casilla de salida.

Durante el fin de semana, nueve congresistas manifestaron su interés en aspirar al puesto, El elegido fue Tom Emmer, que logró 117 votos entre los 221 miembros de su grupo, por los 97 del ultraconservador Mike Johnson. Al igual que Scalise, se encontró con que no había forma de convencer a los miembros del ala radical del grupo parlamentario para que le apoyasen, mientras Trump le descalificaba y decía que elegirle sería “un trágico error”. Emmer tiró la toalla solo horas después de haber sido nominado.

En una jornada frenética, el grupo republicano se volvió a reunir. Hubo cinco candidatos, esta vez todos del agrado de Trump, que ha pedido este mismo miércoles el apoyo a Johnson: “NUNCA PODRÍA IR EN CONTRA DE NINGUNO DE ESTOS FABULOSOS Y MUY TALENTOSOS HOMBRES, todos los cuales me han apoyado, tanto en mente como en espíritu, desde el principio de nuestra GRAN VICTORIA de 2016. En 2024, ¡tendremos una victoria aún mayor y más importante! Mi fuerte SUGERENCIA es ir con el candidato principal, Mike Johnson, y HACERLO, ha escrito, usando las mayúsculas, en su red social, Truth.

Durante la votación de este miércoles, los republicanos han ovacionado especialmente a los candidatos defenestrados (Scalise, Jordan y Emmer), todos los cuales han apoyado a Johnson.

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