Investigador del Centro Rusia-Eurasia del Instituto Francés de Relaciones Internacionales y especialista en el ejército ruso, Dimitri Minic analiza, en Pensamiento estratégico y cultura rusos. De eludir la lucha armada a la guerra en Ucrania (Ediciones de la Maison des sciences de l’homme, 632 páginas, 29 euros), los resortes teóricos y doctrinales que llevaron al ejército ruso a un callejón sin salida en Ucrania.

¿En qué consiste la teoría de eludir la lucha armada, que se impuso gradualmente en el ejército ruso a partir de la década de 2000?

A principios de la década de 1990, los teóricos militares rusos comenzaron a enfatizar la importancia de los medios y métodos indirectos no militares y militares para lograr objetivos políticos decisivos. Según ellos, la lucha armada no sólo ya no es obligatoria para obtener el progreso, sino que, de ser necesaria, ocuparía sólo un lugar limitado y definitivo en la guerra. Esto resultó en la exploración de conceptos y herramientas específicas: guerra de información, acciones indirectas y asimétricas, uso de formaciones armadas irregulares, uso de fuerzas especiales, disuasión estratégica, etc. : todo lo que rápidamente se califica en Occidente como «guerra híbrida».

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Estos teóricos no se ponen de acuerdo en un concepto que abarque toda esta reflexión tan plástica, pero se puede resumir bajo la expresión «elusión de la lucha armada», que permite tener en cuenta la riqueza y los matices de una treintena -reflexión estratégica de un año de duración, cuyo punto de partida es el repliegue de la lucha armada. Esta elusión ha investido paulatinamente el discurso de los oficiales militares y las doctrinas.

¿Cómo rompe esta teorización con el pensamiento militar surgido de la Unión Soviética? ¿Por qué Rusia decidió evaluar su estrategia?

Históricamente, el pensamiento militar soviético se orientó hacia el estudio de la lucha armada y su preparación, a partir de una lectura clásica de Carl von Clausewitz [théoricien militaire prussien (1780-1831)], según el cual la guerra es vista, ante todo, como violencia armada. El hecho de que Lenin se apropiara de Clausewitz permitió al ejército soviético respaldar esta vista. Era una interpretación ideológico-militar de la que los teóricos revisionistas de la década de 1990 intentaron deshacerse.

La razón principal de esta evolución teórica de la lucha armada hacia su elusión es la percepción fantasiosa de la Guerra Fría, según la cual Washington habría logrado, según los teóricos militares rusos, matar a la URSS sin hacerle la guerra y, por tanto, “ganar la mayor victoria en la historia de la humanidad”, para usar las palabras del General Tcheban. Este último ocupó altos cargos en el Centro de Estudios Estratégico-Militares del Estado Mayor General y en el Servicio Federal de Fronteras, ahora parte del FSB, el servicio responsable de la seguridad interna de Rusia, del que procedía Vladimir Cheese fries.

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