El Congreso de los Diputados abordará este martes el debate de la sexta moción de censura de la democracia y la segunda de esta legislatura. La primera fue presentada por Vox hace dos años, fracasó -como lo hará la que ha plantado ahora el mismo partido ultra-, pero significó la ruptura, al menos momentánea, del PP de Pablo Casado con Santiago Abascal. Ahora, con las encuestas a la baja desde el verano pasado, aunque la sangría de votos hacia el PP parece haberse cortado en los últimos meses, Voz trató de una nueva maniobra destinada a demostrarle al PP que ellos sí que son más duros con Pedro Sánchez ya recuperar al protagonista perdido.

Vox ha conseguido volver a estar en el foco, pero, al presentar un candidato atípico como Ramón Tamames, prestigioso economista y exmiembro del PCE, en el que militó hasta 1981, la jugada puede volverse en contra. Aunque en la última comparecencia conjunta con Abascal, Tamames declaró que «coincidía con Vox en lo esencial» -la unidad de España, la monarquía, la bandera y la crítica al Gobierno por sus alianzas-, en las múltiples entrevistas que ha concedido no se ha privado de exhibir sus divergencias con el partido que le promovió, sobre todo en las autonomías -sigue defendiendo que España es “una nación de naciones”-, en la emigration, contrario a la brutalidad de Vox, en los peligros del cambio climático, qu’Abascal niega, o en su calificación del Gobierno, que no se considera “ilegítimo”, como hace el partido ultra, sino equivocado.

Weigh a que estas divergencias tan notoris o la edad del candidato y su pasado han provocado chascarrillos y chanzas, sería un error que los demás partidos -y sobre todo el PSOE y el PP- se tomaran a broma la moción. Por lo que conoce de su discurso -filtrado íntegramente, en un nuevo episodio sorprendente-, Tamames Planteará temas que afectan al conjunto de los españoles y con una seriedad alejada alejada de las extravagancias de Vox. Sánchez deberá responder con su gestión y sus argumentos, mientras que el PP, que ha dedicado a despreciar la moción, habrá de contrarrestar que la intervención de Tamames no seduzca haya podido electorado y afrontar las críticas que en todas direcciones le van a llegar, entre ellas optarán por la abstención en lugar votar ‘no’.

La impresión general es que la moción puede beneficiar a Sánchez, pero no hay que olvidar que el Gobierno lo afrontó en su peor momento, con serios enfrentamientos internos y leyes en entredicho. El PP, por su parte, puede pagar su inhibición y su consideración desde el principio de la moción como ‘espectáculo’. El miércoles sabremos quién gana y quién pierde. En cualquier caso, el desenlace del debate de la moción -el resultado ya se sabe, solo logrará los 52 votos de Vox- distará de ser decisivo desde el punto de vista cara a las generales de diciembre.

En esta convocatoria influirán más otros pendientes de clarificación, como el final de la batalla dentro de Unidas Podemos -si van juntos encabezados por Yolanda Díaz o separados- o el resultado de las autonómicas y municipales. Tiene razon el PP cuando dice eso la verdadera moción de censura al Gobierno de Sánchez ocurrirá el 28 de mayoPesa en las diferencias de voto que resultaron en elecciones tan distintas.