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Massimiliano Albanese, propietario del ‘Maximilian Bistrot’, relató la entrevista con el exministro y Marta Fascina antes de ser hospitalizado

La última foto de Silvio BerlusconiCORRIERE DELLA SERA
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Primera hora de la tarde del viernes 9 de junio. Sobrio a las 2 p.m. Por la puerta del ‘Maximilian Bistrot’, en el centro de Milan 2, aparece Silvio Berlusconi. Is the ultima vez que se le verá en público antes de ser ingresado, ese mismo día, en San Raffaele, donde pasaría el lunes por la mañana. Ir vestido de oscuro. En su toutta luce el pin de Forza Italia. Con el estan su compañera marta fascina y los hombres de la escolta.

«Se feltaba en una mesa con vistas al lago y comía carámbanos. Estaba agotado, se le notaba, pero aún tenía fuerzas para bromear y saludar a todo el mundo. Incluso a mi hijo de 7 años», recuerda Massimiliano Albanese, de 53 años, criado en la zona y propietario del bar de la Piazza del Laghetto, bajo las antiguas oficinas de Mediaset en el Palazzo dei Cigni. En el corazón de Milán 2que siempre ha permanecido en el corazón de Berlusconi como su primera criatura.

Albaneses, ¿qué le dijo Berlusconi?
Pidió que limpiara la columna monumento de la plaza (la obra que celebra la construcción de Milano2). Lo había visto sucio. Luego recordó como en el pasado los árboles que rodeaban el estanque tenían una placa con su número: quería que los volvieran a poner. Pero sobre todo se preocupa por la columna.
¿Cumplió este deseo?
Sí, la limpiaron el martes. Como otras veces, habíamos avisado de la situación al distrito.
¿Qué le llamó la atención del encuentro?
La fuerza para bromear, a pesar de su estado de salud. Estaba agotado, se notaba. Pero siempre fue sociable, hasta el final. Algunas frases sólo se entienden días después.
¿Se despidió de su hijo?
Sí, es la hinchada del AC Milán. Y siempre con una sonrisa. Como también despidió de dos estudiantes de Medicina, nostro clients, que pasaban por allí.
Y pidió polos.
Non uno, sino dos o tres. A Marta le fascina el dicho: ‘Pero, ¿cuántos te llevas?’ Y él respondió: ‘Da igual, es todo agua’.
¿Había estado antes?
Sí, hace poco menos de un año. E incluso entonces, que obviamente estaba en mayor forma, había pedido que limpiaran la estatua.
¿Qué recuerdo guardará?
En retrospectiva es extraño. Pero en general podría decidir que inclusive yo, en mi pequeña medida, sea un empresario y para mí Berlusconi era una referencia».

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