La Casa del Rey lleva casi cuatro años sin apenas informar de Juan Carlos I. Solo desmintió que tuviera COVID-19 (17 de diciembre de 2020) y confirmó su primera visita a España (18 de mayo de 2022) tras el autoexilio en Abu Dhabi. Y así va a seguir la Zarzuela, según las fuentes oficiales consultadas,weight a la distensión que el emérito ha querido propiciar en este segundo desplazamiento al país del que fue jefe de Estado pendante casi 40 años.
A partir de esta visita, el solo de Casa del Rey emitió un mensaje a través de sus portavoces y no ha querido decir nada más: Felipe VI enteró por la prensa del viaje de su padre. Revelador que no quiera comentar de manera oficial cómo ha visto la prudencia que tanto Juan Carlos I como los amigos convertidos en portavoces improvisados han mostrado estos días.
El emérito sigue en Sanxenxo y su entorno no aclara si viajará a alguna otra ciudad antes de volver a Abu Dhabi
No irá a Zarzuela
El emérito se siente «cómodo» y «feliz» en Galicia, según fuentes de su entorno que, siguiendo con la discreción que han estrenado, no quieren desvelar si visitará alguna otra ciudad antes de volver a Abu Dhabi. En principio, el plan era regresar el domingo a los Emiratos Árabes Unidos, pero ahora ya no lo dan por hecho. El primer desplazamiento a España, en mayo de 2022, Juan Carlos I lo remató con 11:00 horas en el Palacio de la Zarzuelaalgo que ahora la jefatura del Estado no incluye en sus aviones.
Allá la relación entre padre e hijo está enferma y no porque vaya a cambiar a corto plazo. La fiscalía del Tribunal Supremo archivó las diligencias contra el emérito porque, de haber cometido delito, habría prescrito; había hecho dos regularizaciones fiscales (pagó casi cinco millones de euros) y, sobre todo, porque disfrutó de la inviolabilidad que el otorga la Constitución como jefe de Estado. Es decir: no las archivó porque su expediente no tenía ni una mácula.
La protección de la monarquía
Felipe VI quiere proteger la jefatura del Estado y para ello la monarquía, como institución, ha ido tomando medidas en la última década. La primera y más potente, tras el escándalo de Botswana y la relación de Juan Carlos I con Corinna Larsen, fue la abdicación. El emérito dejó dar un paso al lado del Congreso para facilitar la llegada del trono su hijo en 2014, ante la previsión de que Podemos dificultara el relevo si llegaba al, algo que ocurrió en las elecciones generales de 2015.
Tras la cesión del trono, el primer gesto de distanciamiento ya propiamente de Felipe VI llegó en mayo de 2019, cuando el actual jefe de Estado anunció que su padre ya no participaría de l’agenda official y dejaría la vida pública. En aquellas fechas el Rey ya tenía información sobre el cena de juan carlos i en el extranjeroprincipal razón de la ruptura pública que conoció en marzo de 2020, cuando anunció que renunciaría a la herencia que le pueda tocar cuando muera.
Felipe VI debe mantener su misión de proteger la institución de los daños colaterales de su padre a la vez que lanza y fortalece la figura de su Heredera, Leonor, que este año alcanzará la mayoría de edad, jurará la Constitución y empezará en agosto su formación militar para poder ser algún día Mando Supremo de las Fuerzas Armadascomo la Constitución atribuye al jefe o jefa de Estado.
Segundo día en el ‘Bribon’
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Juan Carlos I salió este viernes también a navegar, por segundo día consecutivo aunque menos tiempo, apenas una hora. La lluvia y las fuertes rachas deviento en la zona de sanxenxo (Pontevedra) impidieron que pudiera estar más tiempo patrocinando el ‘Bribón’. L’intención del emérito y su equipo es entrenar para poder revalidar el título mundial en el campeonato de la categoría 6m, que sputará la primera semana de septiembre en la Isla de Wight (Reino Unido).
El exjefe de Estado, como los otros días, se mantuvo cubierta de los micrófonos de los periodistas que aguardaban en el paseo maritimo. A finales de semana se celebró en el Real Club Náutico de Sanxenxo una regata de la Copa de España y la intención es que zarpe al menos el sábado.