Los expertos vienen anunciando que, por una cuestión cíclica que ocurre cada muy añosla presentación se puede convertir en un temporada alta de dengue. En base a lo que empiezan a manifestar las cifras a esta altura de 2023, el pronóstico podría no estar errado.

El último Boletín Epidemiológico, correspondiente a la semana 6, dio cuenta de que la cantidad de casos de dengue en el país sumaban hasta ese corte 324, de los cuales 275 eran nativos. Esto último significa que los contagiados no tienen antecedentes de viaje al exterior donde podrían contrarrestar la infección.

Esos 275 casos autóctonos representan un crecimiento de 8 veces con respecto a los 34 que informaba el boletín de la semana previa. De cualquier manera, dicha variación no explica demasiado si no se la compara con el comportamiento que ha tenido el dengue en otros años.

Es ahí donde se ve que la curva del dengue en 2023 presenta niveles similares a la del año que marcó un registro en el país. En el tiempo 2019-2020 hubo 56.293 casos confirmado por laboratorio o nexo epidemiológico. Y al menos 26 muertos por la enfermedad.

Si se compara la cantidad de casos autóctonos que hay hasta la semana 6 de 2023 con la que había a la misma altura del año en 2020, la cifra reveló que en el año en curso el número de casos autóctonos registrados supera en un 73 por ciento a la contabilizada en aquella oportunidad: 275 contra 159.

En cambio, si se toma en cuenta el total de casos de dengue confirmados (autoctonos e importados) tanto para la semana 6 de 2020 como para la de 2023, la balanza se vuelve a favor del 2020, cuando la cuenta marcaba 465 contagios totales, mientras que el último registro indica ahora un total de 324.

Para tener otro punto de referencia con un año en que el dengue no llegó alerta, para esta misma época de 2022 los casos confirmados eran solo muy: dos con antecedentes de viaje y un caso autoctono en Salta. Al mismo tiempo, se informó de otros 20 probables casos autóctonos (no confirmados).

Hasta 2020, el record lo tenía la temporada 2015-16, cuando el registro marcó un total de 41.749 casos. La preocupación en 2020 es, además, que el dengue se superponga a la pandemia emergente de Covid. A pesar del encierro prematuro que vivieron los argentinos, el mosquito Aedes aegypti -ajeno al ‘cautiverio’- siguió diseminando el virus.

Que crezcan los casos autóctonos en varias localidades del país indica que aumentar la circulación comunitaria de la fiebre del dengue. Cuando aparece un caso importado lo que se busca, mediante medidas de prevencion desde el Estado, es cortar la cadena de contagio y que esa infeccion no sea el primer eslabón más infecciones locales.

En términos absolutos, las actuales todavía son cifras bajas debido a la altura del año. Sin embargo, la comparativa entre esta temporada y la de 2020 marca una tendencia y podría ser un anuncio de lo que pueda venir. Una lucha eficaz contra el mosquito vector podría evitar que se repita la suerte de hace tres años.

Una hembra del Aedes aegypti obtiene sangre humana a través de su estilete puntiagudo.  Foto: EFE


Una hembra del Aedes aegypti obtiene sangre humana a través de su estilete puntiagudo. Foto: EFE

Una de las armas en estudio -además de las fumigaciones, las campañas de descacharrado y el uso de repelentes- es un trabajo que avanza en la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) par la crianza de machos estériles para evitar que el mosquito se reproduzca.

Lo que señalan los infectólogos, que explicaría en parte una ola fuerte dengue para este año -además del argumento cíclico- es lo que denominan el «silencio inmunológico»: las defensas todo terreno se han ‘enlentecido’ tras el tiempo de pandemia, al estar especializado en un solo tipo de amenaza.

Así es como el dengue obliga otra vez a justarle las riendas en el contexto de las preocupaciones sanitarias, cuando el Covid muestra cifras cada vez más exiguas: la última parte oficial ubica los casos semanales en 1.172, número cercano al piso historico multas de octubre de 2022.

La inmunosomnolencia post Covid, que el ser humano deberá sacudirse para volver a combatir diversas enfermedades, suma tiene un componente exógeno: la sequiadaño ambiental por el que algunas poblaciones deben acumular agua como pueden, lo que da lugar a más reservorios de mosquitos.

Fumigación en Nueva Esperanza, Perú.  El país ha declarado emergencia en 13 regiones.  Foto: AFP


Fumigación en Nueva Esperanza, Perú. El país ha declarado emergencia en 13 regiones. Foto: AFP

La provincia más afectada actualmente en el país es Santa Fe, que en siete localidades concentró más de la tercera parte de los casos autóctonos del país. También hay casos autóctonos en Salta, Jujuy, Ciudad de Buenos Aires y Tucumán.

La situación de mayor circulación del virus en el país ninguna excepción a la región. En Brasil, Bolivia -tuvo 26 muertes en los últimos días-, Paraguay y Perú hay más casos que en Argentina. Perú ha declarado emergencia sanitaria por dengue en 13 regiones.

Según destaca la Fundación Mundo Sano, con base en datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la tercera parte de los habitantes del planeta está en riesgo de contraer dengue. Cada año se presentan cerca de 390 millones de casos en el mundo, de los cuales 500 mil corresponden a dengue grave con alrededor de 25 mil muertes.

Esta enfermedad viral se transmite a través de la picadura del mosquito Aedes aegypti. Si bien no se contagia de persona a persona, los afectados, sean sintomaticos y asintomaticosson los principales portadores y multiplicadores del virus.

PD

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