Pocas veces está Extremadura en el foco de la política nacional. Pocas veces abre informativos y protagoniza la mayoría de las tertulias. En alguna que otra ocasión la región ha sonado alto por las incidencias del tren (que ahí siguen). Pero jamás ha mirado a la comunidad desde Madrid con la intensidad de aquellos días en que vigilaban los movimientos entre PP y Vox. Si había o no pacto era una jugada que afectaba a todo el tablero nacional. Lo cierto es que pase lo que pase from now, la popular María Guardiola (Cáceres1978), ya nueva presidenta de la Junta y primera mujer en el cargo, ha sido la persona que, de verdad, ha puesto a Extremadura en el mapa. Otra cuestión son los motivos que han hecho que las luces se giren hacían aquí.

Cuando inició su campaña (meses antes de las elecciones) con su plan Habla Extremadura, con el que recorrió la región “para escuchar a los extremeños”, Guardiola era una candidata desconocida. Sin duda, su principal obstáculo. También se presenta como un hándicap procedente de Cáceres, este es el momento a todos los presidentes de la Junta habían sido de Badajoz.

Apuesta por la imagen

Supo equipar su apostaron para una campaña diferente, sin grandes actos que exhibieran músculo, pero con una intensa actividad en las redes sociales, por lo que la importancia se notaba en la imagen.

Lamentó durante este día anterior al 28 de mayo, cuando se celebraron las elecciones autonómicas, que los líderes del PSOE y Vox, Guillermo Fernández Vara y Ángel Pelayo Gordillo, respectivamente, no la nombraran. «Di mi número», la lanzaba en referencia a la canción de Rosalía.

Cuidado Buscaba. Ironías de la vida, los conseguidos días después de la noche electoral tiene unos niveles que nunca imaginó. Vivió jornadas de absoluto overflow.

Guardiola pasará a la historia por muchos motivos, pero también por haber mutado de la noche a la mañana de “diosa” a “traicionera”. Quedará para siempre en la hemeroteca aquella rueda de prensa en la que, tras chocar con la ultraderecha y perder la presidencia de la Asamblea (que fue a parar al PSOE), asegúrese de que jamás metería en su gobierno “a quienes niegan la violencia machista y usan el trazo espantoso”. Dijo muchas cosas más sobre Vox. Y se convierte en símbolo, pero más para los que no la habían votado que para los que sí. En aquel afirmó que ella su casa había aprendido un ser valiente.

Después llegó la realpolitik y todo saltó por los aires

Aunque barruntaba que el acuerdo o la ruptura definitiva se cerraría después del 23J, los hechos se precipitaron en pequeños días. La orden de Madrid fue clara. Vox formó una consejería en el Ejecutivo de Guardiola pesó que uno de estos lemas de campaña fue que ella gobernaría en solitario. Los repitió sin parar.

Quienes los subieron al pedestal los bajaron de golpe. Ha tenido que matizar sus palabras contra Vox en varias ocasiones. Y se ha tenido que tragar a la ultraderecha, aunque los haya conformado con una miniconsejería.

tenaz y trabajadora

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María Guardiola se define a sí mismo como una persona “centrada”. De ella dicen que la tenacidad y la capacidad de trabajo son sus mejores virtudes. Que no se cansa en su lucha por los objetivos.

El que se presiona para el 28M lo ha conseguido. Lo ha peleado por encima de todo. Ella misma pidió que desde ahora «se la juzgue como presidenta de la Junta»