El punto al anochecer: más de 2.300 muertos, la comunidad internacional se moviliza

Un sismo de magnitud 7,8, seguido pocas horas después de una réplica muy fuerte, provocó más de 2.300 muertos en el sureste de Turquía y la vecina Siria, según informes aún provisionales. Un gran número de víctimas permanecen atrapadas bajo los escombros de los edificios derrumbados que se cuentan por miles. La lluvia y la nieve, que cayó en algunos lugares de forma abundante, y el esperado descenso de las temperaturas harán aún más difícil la situación de las personas sin hogar, al igual que la labor de los socorristas.

El primer temblor ocurrió a las 4:17 a. m. hora local (2:17 a. m. en París). El epicentro se ubicó en el distrito de Pazarcik, en la provincia turca de Kahramanmaras (sureste), a 60 kilómetros en línea recta de la frontera con Siria. Siguieron docenas de réplicas, antes un nuevo sismo de magnitud 7.5a las 11:24 hora de París, cuyo epicentro está a 4 kilómetros al sureste de la ciudad de Ekinozu, todavía en el sureste de Turquía.

En Turquía, el número de muertos asciende a 1.541 muertos y 9.733 heridossegún el vicepresidente turco, Fuat Oktay, quien menciona 3.471 edificios colapsados.

En Siria, el terremoto mató a 851 e hirió al menos a 2.326, según los últimos informes del Ministerio de Salud sirio y de los equipos de rescate de las zonas rebeldes. En este último, hay al menos 390 muertos. Es probable que el balance general siga evolucionando en Adana, Gaziantep, Sanliurfa y Diyarbakir en particular. En Iskenderun y Adiyaman, fueron los hospitales públicos los que cedieron. El mal tiempo que azota esta región montañosa paraliza los principales aeropuertos de los alrededores de Diyarbakir y Malatya, donde sigue nevando intensamente.

Turquía no había experimentado un terremoto de tanta violencia desde el del 17 de agosto de 1999, que había mejorado la muerte de 17.000 personas, entre ellas un millar en Estambul. Según el Instituto Geológico Danés, los temblores se sintieron en lugares tan lejanos como Groenlandia.

Según el presidente Recep Tayyip Erdogan, quien llamó a la unidad nacional, Turquía ha recibido ofertas de ayuda de 45 países. En cuanto al gobierno sirio, pidió ayuda a la comunidad internacional. De todo el mundo han llegado mensajes de apoyo, desde el presidente estadounidense, Joe Biden, a sus homólogos rusos, Vladimir Putin, y el chino, Xi Jinping, a través del Papa Francisco, quien dijo «profundamente entristecido»así como propuestas de ayuda humanitaria y médica. “Nuestros equipos están sobre el terreno para evaluar las necesidades y brindar asistencia”dijo en un comunicado Secretario General de la ONU Antonio Guterresapelando a la comunidad internacional mientras se guardaba un minuto de silencio en la Asamblea General de la organización.

El Kremlin, aliado de Siria, ha anunciado que acudirán allí equipos de rescate “en las próximas horas”. Según el ejército, 300 militares rusos ya están contribuyendo ayuda. El Kremlin también aclaró que el presidente turco había aceptado, tras una conversación telefónica con su homólogo ruso, Vladimir Putin, “ayuda de los rescatistas rusos” en su hijo paga.

A pesar de su tormentosa relación con su vecino, Grecia una promesa «hacer disponible (…) toda su fuerza para acudir en ayuda de Turquía” y el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, llamaron a Erdogan para ofrecerle una «ayuda inmediata» a Turquía. El primer ministro destituido, Binyamin Netanyahu, anunció que había aprobado una solicitud de ayuda de Siria, con la que el estado judío no tiene relaciones diplomáticas. Damasco lo negó. La Unión Europea ha activado su “mecanismo de protección civil” Y “Equipos de Holanda y Rumanía [étaie]no está ya en camino”. Ciento treinta y nueve salvadores franceses y 76 bomberos polacos tiene que salir por la tarde. Azerbaiyán, aliado y vecino de Turquía, ha anunciado el envío inmediato de 370 rescatistas, Qatar y los Emiratos, así como India los de los equipos médicos y de salvamento y los equipos de socorro. Incluso fue Ucrania en guerra lo que se propuso. “un gran grupo de rescatistas”.