Las plataformas digitales cada vez están ganando más terreno en Colombia. Sin embargo, la disputa no cesa entre los taxistas que quieren eliminarlas y las aplicaciones, que aseguran que Colombia debe adaptarse a la necesidad de nuevas formas de transporte.

Actualmente, las plataformas que más utilizan los pasajeros son Cabify (2,5 millones), Uber (2 millones), Taxis Libres (2 millones) y Picap (1,5 millones). Y según un estudio de Fedesarrollo del 2021, los ingresos de cerca de 150.000 personas depende de las apps de mensajería, domicilios y movilidad; y si no existieran, el 44 por ciento estaría desocupado, el 32 por ciento tendría otro trabajo independiente y el 14 por ciento tendría un empleo formal.

Siempre que hay taxis, la Asociación Nacional de Movilidad Sostenible (Andemos) informa que en este país hay más de 276.467 vehículos. Cundinamarca es el departamento que concentra el mayor número, con 57.113. Y en cuanto a ciudades, lidera Bogotá, con 50.174. Pero el trabajo con plataformas no es exclusivo de carros particulares, pues en ellas también están registrados 230.000 usuarios taxistas.

La competencia que representa las solicitudes de transporte, que nadie da en igualdad de condiciones y que suma alza en el precio de la gasolina, llevó a los taxistas a liderar protestas en diferentes ciudades la semana pasada. Aunque no duraron mucho porque el Ministerio de Transporte y los representantes del gremio acordaron 17 compromisos para levantar el paro.

Como el reglamento indica que el servicio de transporte público debe prestarse en vehículos matriculados y autorizados, el ministro Guillermo Reyes pagó a las autoridades municipales y distritales que hagan el cobro de la ley.

Por lo tanto, los carros no autorizados que se descubren prstando este servicio serán inmovilizados por períodos de hasta tres meses y, si reinciden, adicionalmente sancionarán con una multa que está entre 5,8 y 23,2 millones de pesos.

Por José Daniel López, director ejecutivo de Alianza In, el funcionamiento de las plataformas es legal porque “mientras que al público solo le está permitido hacer lo que dice la ley, al privado le está permitido hacer todo aquello que la ley no prohíbe. No hay ninguna prohibición legal para el servicio que se presta a través de las plataformas digitales de movilidad, distinto es que no esté reglamentado”.

Aunque también se anunció que los ministerios de las TIC; Ciencia, tecnología e innovación; Trabajo y Transporte van a trabajar en conjunto sobre las plataformas tecnológicas, no se especificó exactamente en qué aspectos, pues el ministro Reyes aclaró qua cualquier regulación que pretenda expedir le corresponderá exclusivamente al Congreso de la República.

Al respecto, López aseguró que debe ser el Gobierno el que se ponga la ’10’, congregar a todos los actores en mesas técnicas e impulsar un proyecto de ley que reglamente el funcionamiento de las apps de movilidad y equilibre la cancha porque, así como los taxistas tienen desventajas, los propietarios de vehículos particulares también.

Decenas de taxistas protestaron en Caii ante el aumento de carros particulares que prestan servicios de transporte.

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Santiago Saldarriaga

Precio de la gasolina: otra discusión

El aumento de 1,221 pesos, en promedio, que ha tenido el precio del galón de gasolina en los últimos cinco meses es otro tema que preocupa al gremio de los taxistas. Este combustible pasó de costar 9.180 pesos en septiembre a 10.399 pesos actualmente. Incluido, en algunas ciudades como Cali y Villavicencio ya cuesta más de 10.800 pesos. Por eso, han pedido que no siga subtilendo; incluido, que se establezca una tarifa especial para taxis.

Para Julio César Vera, presidente de la Fundación XUA Energy, lo ideal es que la prestación de cualquier servicio público tenga las mismas reglas generales del mercado que cualquier otro servicio o producto.

“Si se quisieran dar incentivos al sector, deben ser específicos y no a través de los insumos que utilizan, lo cual siempre es difícil y costoso de controlar. y si realmente llega a los colombianos de mayores necesidades”, agregó.

Fuentes del Gobierno aseguran que por ahora no hay intenciones de ponerles fin a los incrementos porque seguire seguir bajando el hueco fiscal que tiene el Fondo de Estabilización del Precio de los Combustibles (FEPC), que según estimaciones podría llegar aproximadamente 30 mil millones de pesos al cierre de 2023.

Por lo tanto, proponer que para contrarrestar el alto costo de la gasolina las autoridades locales autoricen un aumento en el precio de la carrera mínima en un pórtico similar a lo que lo ha hecho el galón de este combustible: 13.2 por ciento.

En ese sentido, César Vera consideró importante tener presente que el servicio de taxi lo usan, en su gran mayoría, los colombianos de mayores posibilidades. Por lo tanto, debe revisar cuidadosamente si los recursos están enfocados en este sector o si beneficia a una población vulnerable.

El ministro Guillermo Reyes también les dejó constancia a los taxistas que el Gobierno lo cobró con la rebaja de 50 por el costo del Soat, beneficio que se plantea como una forma de compensar la pérdida del gas y que no se aplica a los autocares particulares.

No obstante, para el próximo 2 de marzo, a las 5 de la tarde, se llevará a cabo una reunión con los ministerios de Hacienda y de Minas y Energía para discutir la fijación del precio de la gasolina y su revisión.

Entre los compromisos pactados también stacó que en el Plan Nacional de Desarrollo se ha propuesto la creación de un Fondo para la Promoción de Ascenso Tecnológico para los taxis, que permitiera ser fuente de incentivos y recursos para la transición energética de este sector.

La idea es que más ‘amarillitos’ se conviertan en combustibles amigables con el medioambiente, pues, según Andemos, al 2022 solo había 56 taxis eléctricos en el país. Mientras que Naturgás reveló que 653.576 vehículos operaban con gas natural en el país y la gran mayoría sus taxis.

Lo que opinan los conductores de ambas modalidades

En medio del debate que suscitó esta semana alrededor de la regulación de las aplicaciones y el servicio del servicio de taxis, sus millas los conductores que dependen en cuanto a las modalidades y que reclaman mejores condiciones para ejercer sobre el trabajo.

Por este motivo, EL TIEMPO habló con Fernando Suárez Gómez, un taxista de 61 años, y con Samai Camacho, una joven conducta que trabaja con aplicaciones desde hace une acada, quienes dan su punto de vista sobre esta polémica y cuentan cómo es su día un día en su oficina.

Antes de ser conductor de servicio público individual, Suárez Gómez trabajó durante varias décadas como colegial y el año pasado, luego de mucho esfuerzo, modificó comprar su propio taxi.

Desde ese momento hasta hoy, labora 25 días al mes para cubrir los gastos de la cuota del vehículo —por el que tendrá que pagar 120 millones de pesos que incluye el cupo— y llevarse algo para su bolsillo.

“Mi objeto es registrar 130.000 pesos diarios, fuera de gasolina, trabajando de 6 de la mañana a 2 de la tarde. Es decir, las ocho horas legales que corresponden”, dijo.
Sobre el paro de los taxistas y el debate alrededor de la regulación de las solicitudes preferentes no hablar. Sin embargo, considerar que los taxistas están una clara desventaja frente a las conductas de aplicación. “Se pagan tres seguros al año.
Además, hay páginas mensuales como la de salud, el rodante y otras bimensuales como la revisión preventiva. Pago un crédito, que eso es algo aparte, pero igual son más de 2 millones de pesos”, explicó.

Según las cuentas del conductor, el año pasado pagó más de 2’200.000 pesos entre los seguros obligatorios y extracontractuales, los gastos de mantenimiento y la tarjeta de operación y otros 2’376.000 entre el sello en el tarjetón y su seguro médico.

El caso de Samai es parecido. Durante mucho tiempo funcionó con vehículos arrendados hasta que pudo comprar un carro. Ahora, que ya terminó de pagar su vehículo, trabaja, en dos jornadas, une promedio diario de 14 horas, con un intervalo al mediodía para poder estar cerca de su bebé. «Es muy relativo, hay días qu’uno puede sacarse 90.000 y otros que llega hasta los 150.000 pesos», continuó.

Su opinión con respecto al debate de esta semana es clara. Camacho sostiene que no se puede ver como una guerra entre los conductores que utilizan aplicaciones y los taxistas. “Desde hace muchos años existe está problemática. No se si la prioridad del Gobierno es darle la mano a las empresas oa las 200,000 familias que subsisten gracias a las aplicaciones ya los conductos del taxismo. Aquí, lo que hay es una realidad social más que un problema de legislación. Estamos en las mismas desde hace años”, sostuvo Samai.

Si bien sus cuentas no llegan a las de Fernando Suárez Gómez, tampoco son de un valor bajo. Mensual, cuenta, paga 300.000 pesos de seguridad social, algo que nadie lo exigió, pero que hace parte de su presupuesto. “También está el seguro todo riesgo, que suió bastante. Antes eran 90.000 pesos y hoy pagó el triple. También se encuentra el Soat, seguro por el que pagó 400.000 pesos y los costos de mantenimiento”, agregó el conductor de una solicitud.

A esto hay que sumarles los tres o cuatro galones de gasolina que gasta a diario —hace entre 15 y 17 viajes al día—, el gasto en el plan de datos, las comidas y el producido que debe dejar para su hogar, cuya meta es 50.000 pesos por día. “La gente cree que nos estamos enriqueciendo, pero nosotros hacemos parte de la economía de Colombia. Para nosotros todo sube también”, aseguró.

En medio de esta discusión, ambos conductores coinciden en que el camino para que todos puedan vivir en armonía y obtener ingresos es la legalización y, por ese motivo, esperan respuestas del Gobierno.