Aunque todavía no haya jugado ningún minuto en este tour de fuerza de la Nations League, Ansu Fati no va aire de vacío de la concentración de la Selección. Este martes, en Balexert, Ciudad Deportiva del Servette que se encuentra en Vernier (alrededores de Ginebra), el delantero se quedó media hora trabajando a solas con el entrenador, Luis Enrique, que el está dedicando esfuerzos especiales para que el recupere el nivel de confianza de hace meses.
En cuanto termine su entrenamiento en Balexert, y trabajará con sus amigos que han iniciado los penaltis, Ansu huirá a la otra parte del campo. Allí, mientras Luis Enrique conversaba a solas unos minutos con Unai Simón, al que corregía algunos movimientos laterales, el delantero del Barça empezó a ensayar finalizaciones. Primero, con el portero del Athletic como rival de lujo. Luego, a solas con el entrenador, que ya siguió el entrenamiento de su pupilo descalzo y sin camiseta como ya es un clásico.
Ansu probó los remates, saliendo primero por el perfil derecho y luego por el izquierdo. Con el trabajo entre ceja y ceja, el nueve sigue aumentando las cargas de trabajo con la esperanza de tener pronto minutos. “Está recuperado, olvidaos; si no se le va a crear una patología”, insistió el técnico en la calle de la previa al partido ante Portugal en Sevilla. En eso está en seleccionador, en convencerle a sos de que va a recuperar su mayor nivel y va a ser el jugador con estrella y uno de los futbolistas con más proyección mundial año y medio. Quien estuvo en el Mundial es un empeño personal del seleccionador.