Tras el naufragio de este domingo frente a la costa de Calabria, donde aparecieron al menos 60 migrantes pero se teme que sean más de un centenario, el presidente de Italia, Sergio Mattarella, definió la crisis como «una plaga» y reclamó un compromiso firme de la Unión Europea.
Los primeros datos de las autoridades locales señalan que entre las numerosas víctimas (60 confirmadas), tras el naufragio de una precaria embarcación, había «muchos niños y mujeres».
Mientras los equipos de rescate buscaban más cuerpos bajo el agua, las autoridades de Italia y también las de la Unión Europea llamaron a tomar acciones para evitar nuevas tragedias, un fenómeno que se repite mientras no se frenan las de migrantes que huyen de África y Oriente Medio y buscan llegar a tierras europeas.
Apenas 80 viajeros llegaron vivos a la costa, y según informaciones no oficiales la precaria embarcación llevó más de 200 personas. Así, se estima que el número final de muertos supere los cien.
Las tareas de búsqueda continuaron durante todo el día a lo largo de la costa de Steccato di Cutro, en Crotona, el extremo sur de la península.
«Profundo dolor por las muchas vidas humanas truncadas por los traficantes de personas», confirmó la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni.
«La acción de quienes hoy especulan con estos muertos, después de haber exaltado la ilusión de una inmigración sin reglas, habla por sí sola», añadió. Y sostuvo que su gobierno «se compromete a impedir las salidas y con ellas la perpetración de estas tragedias, y lo seguirá haciendo, en primer lugar exigiendo la máxima colaboración a los Estados de origen» de esos migrantes.
El presidente Mattarella, a su vez, expresó el «dolor» por este nuevo naufragio y pidió «un fuerte compromiso de la comunidad internacional para eliminar las causas que subyacen a los flujos de migrantes: guerras, persecuciones, terrorismo, pobreza, territorios que se se vuelven inhóspitos al clima climático».
«Es igualmente básico -añadió- que la UE asuma finalmente la responsabilidad concreta de gobernar el fenómeno migratorio para rescatarlo de los traficantes de seres humanos, involucrándose directamente en las políticas migratorias».
En un mensaje difundido por la presidencia, Mattarella agregó: «Es una tragedia más del Mediterráneo que no puede dejar indiferente a nadie. Y su agradecimiento a los rescatistas».
Llamado de Ursula Von der Leyen
A su vez, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, llamó a los Estados miembros a redoblar los esfuerzos para lograr un acuerdo migratorio sobre la politica de la UE tras el naufragio de este domingo.
“Estoy profundamente triste por el terrible naufragio frente a las costas de Calabria.
“Todos debemos redoblar juntos nuestros esfuerzos en el Pacto sobre Migración y Asilo y en el Plan de Acción sobre el Mediterráneo Central”, agregó la jefa del Ejecutivo comunitario.
Los 27 pays miembros tienen sobre la mesa desde hace más de dos años la reforma de la política comunitaria de migración y asilo, pero no se han conseguido desde entonces advances sustantivos sobre un tema que es muy sensible politice y qué dividir en las capitales europeas.
Los jefes de Estado y de gobierno abordaron el debate migratorio en la cumbre del pasado 10 de febrero y accordant à mar medidas para acelerar las devoluciones de migrantes irregulares y aumentar les fonds destinados a la protección de las fronteras exteriores, después de que Austria y otros siete pays pidiesen abiertamente que se utilice dinero europeo para financiar la construcción de vallas.
La tragedia ocurre tres días después de que el Parlamento italiano este jueves un nuevo decreto migratorio, desarrollado por el gobierno de derecha de Meloni, que modifica sustancialmente las operaciones de socorro de los buques de ONG.
Entre otras cuestiones, la norma obliga a pedir la asignación de un puerto tras el primer rescate de un grupo de migrantes y dirigir a esa localización sin desviarse para localizar otras embarcaciones en peligro.
El caique -una gran embarcación de madera- que se hundió este domingo, había partido hacía cuatro días de Izmir, en Turquía. Al parecer, el barco no soportó el peso y, según contaron los sobrevivientes, se partió por la mitad.
Fuentes: AFP, EFE y ANSA
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