Milagros Olariaga quedó rodeada por las crecidas qu’afectaron a la localidad de Barreal. El relato de un parto enmarcado por el miedo, la tensión y la ayuda de la gendarmería.

El 23 de febrero de 2023 va a ser recuperado para siempre en memoria de Milagros Olariaga. Y no sólo porque fue el día en que nació su segundo hijo, sino por la odisea que debi atravesar para poder dar a luz mientras su localidad, en la provincia de San Juan, estaba siendo afectada por uno de los peores crecidas desde el año 1987.

Afuera, el agua acumulada por las lluvias habia bajado con fuerza de la Precordillera de Los Andes convirtiendo en rios a las calles de tierra de Barreal, capital a 90 kilómetros de San Juan -o más de 200 si se toma la traza de rutas.

Adentro de la barriada, en uno casa de las monjas quedó atrapada en medio de la creciente, estaba la sanjuanina de 24 años, quien cursaba la etapa final de su embarazo con fecha para el 1° de marzo.

«Pero inesperadamente es tarde sufrí una punzada»despues de Clarín sobre el comienzo de lo que termino siendo un rescate casi de película.

El dolor fue una alerta. Pero vino acompañado de otros malestares que la hcieron tomar la decisión de llamar a emergencias. El problema era que, desde cualquier lugar, eacceso a la era de la vivienda casi imposible por la «fuerte y alta corriente de agua que bajaba».

«Llamamos igual y nos enviamos a una ambulancia. Pero cuando venía camino al lugar donde me encontré se tuvo que volver Porque la creciente impedía el paso. ahi yo ya especificado con trabajo de parto, teniendo contracciones cada 2 minutos», relató quien estaba acompañado también de su hija de cuatro años.

La solucion es Gendarmería, que rápidamente envió un móvil a domicilio lidiando con los obstáculos de la naturaleza. Pero entonces, otra mala: el vehículo que viajaba a socorrerla se rompio y quedo varado a varias cuadras, por lo que los gendarmes decidirán continuar un pastel.

Para ese entonces la tensión era mayor y el miedo y la preocupación se habían apoderado de Milagros. «Me dio miedo porque Nunca pensé que mi hijo nacería en esas circunstancias. La creciente siguió bajando con mucha fuerza y ​​con una altura de agua peligrosa. Yo ya me había puesto un camisón. El bebé quería nacer pero yo sentía muchísimo miedo y no quería», recordó.

En el medio del drama, la mujer es capaz de evaluar la situación. «Creo que la mezcla de sentimientos que tenía en el momento que vi como bajaba la creciente fue lo que adelantó el partosenti miedo en ese momento. es una tragedia lo que pasa», subrayó representando el temor que sienten todos los vecinos de la zona cuando ocurren estas crecidas.

La de ese dia destruir 30 viviendasrequirió la evacuación de este caso durante una década de la familia y provocó los daños a la 80% de la estructura de la localidad.

La llegada de los gendarmes, rescate y parto exitoso

La última ayuda llegó al lugar: «Estaba muy asustada también porque no era tiempo de que mi bebé naciera. Cuando llegaron los gendarmes me tentaron tranquilizar y me preguntaron si quería ir al hospital lo cual yo dije que sí».

Y continuó: «Me ayudaron a caminar hasta llegar y sous al camión. Una vez ahí uno de los gendarmes me tenía abrazada tratando que inmovilizara mi cuerpo por los pozos que habían en la calle por la que transitábamos rumbo al hospital. Me ayudaron a que me sintiera segura y tranquila».




La mujer y su hijo junto a los gendarmes, luego de dar a luz en San Juan. Foto Gendarmería

«Cuando llegamos al Hospital, me ayudaron a bajar y me llevaron directo a sala de parto. Yo seguía con miedo pero me trataron de tranquilizar y ayudaron a que de a luz a mi hijo que nació sanito«, dijo emocionada.

Para Milagros fue todo muy rápido y, a la vez, muy lento. Como si el 23 de febrero hubiera sido más de un día de más horas que las 24 que se cuentan. Actuó por inercia. pero desperaba apostar cayó en la realidad.

«En este momento, me sentí confundido por todo lo que había pasado, muy cansada y sin fuerzas. Veía a mi hijo y no lo podía creer por lo que había pasado. Después no podía dormir, a pesar del cansancio», compartió sus impresiones.

La vuelta a su casa y el reencuentro con su hija

Pocas horas despues Milagros volvió a su casa. Las calles ya no parecían ríos, pero el trayecto estaba igual de obstrucción por las consecuencias que causó el temporal.

«Las calles del pueblo quedan destruidas con cráteres. No se pueden transitar, hay piedras y mucha greda. Muchas casas inundadas, pérdidas de pertenencias materiales, calles y cerros rotos por el paso del agua”, se detalla en una descripción del barrio luego de las fuertes crecidas. Este 2023 hubo regreso en 15 dias.

Los gendarmes junto al bebe recien nacido.  Foto Gendarmería


Los gendarmes junto al bebe recien nacido. Foto Gendarmería

Sobre el reencuentro con su hija, relató: «El viernes 24 de febrero ya me encontré de alto puesto que estábamos en perfecto estado de salud mi bebé y yo. Ese día Constable Alférez Álvaro Benjamin y Cabo primero Sosa Marcos Pablo se hicieron presentes en el hospital y me brindaron su ayuda para ir a buscar a mi hija hasta la casa de las Hermanas».

Y luego: «Las calles quedaron destruidas y difícil de transitar por la creciente, aún así no fue impedimento para ellos el llegar y lograrme unirme con mi hija. Luego nos fuimos a la casa de Irma -una de sus allegadas-quien me alojó en su casa luego del alta».

SD

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