Una jueza de Tucumán realizó una sentencia original para reconocer el derecho a la identidad de Theo, adoptada por Guillermo y Daniel.

La historia familiar de Theo, Guillermo y Daniel conmovió a una jueza de Tucumán que declaró la adopción plena de una forma innovadora: dictó una sentencia en lenguaje claro, con un dibujo y frases extraídas de los mapas que el pintor Vincent van Gogh envió a su hermano.

Hace casi 20 años Theo llegó a la vida de Guillermo y Daniel. En ese entonces tenía 19 años y era menor de edad (la mayoría se adquiriría a los 21). Había abandonado el pueblo donde vivía con sus padres y sus 11 hermanos -San José de Chasquivil- cuando tenía 13 años y se mudó a Tafí del Valle para trabajar.

A 20 kilómetros de donde está oriundo, Theo comenzó su nueva vida rodeada de arte y contención. Perder su empleo y donde vivir, el matrimonio lo recibio en su casa. Y pese a que tiene familia biológica con la que no tiene contacto, Theo consideró a Guillermo y Daniel sus padres, por eso los tres inician el proceso de adopción.

«Aunque Theo tenga 38 años la ley admite la adopción por personas mayores de edad también. El único requisito es que haya posesión de estado de hijo mientras era menor de edad, la cual está comprobada», dice la jueza que resolvió el caso Mariana Josefina Rey Galindo en diálogo con Clarín.

Poner una marca legal a la relación

El titular del Juzgado Civil en Familia y Sucesiones Única Nominación del centrojudiciaire de Monteros reconoce que «sus menos comunes las adopciones de personas mayores de edad, pero que hay otros antecedentes». Buscaban ponerle un marco legal a la relación de familia que los unía. De esta manera la adopción plena de Theo lo hace gozar su derecho a la identidad.

Por Rey Galindo, el criterio socioemocional es clave en este caso, ya que «se torna hoy, al lado de los criterios jurídicos y biológicos, un nuevo criterio para establecer la existencia del vínculo parental».

Además, Theo se lo explicó al juego. por que queria que lo adopten y su proyecto de vida: «Por ahora planeo vivir con ellos, siempre estéré con ellos». Tiene un emprendimiento en la casa, donde le gustaría «arm un museo a cielo abierto y un taller de arte para el turismo». Aunque también está enfocado en hacer su casa y tal vez formar una familia.

«El matrimonio es artista y el joven comenzó con su dedicación al arte instruido por ellos. De hecho, Theo se hace llamar así por su admiración al hermano de Vincent van Gogh«, destaca la jueza. Por eso, en su fallo determina que el joven pase a llamarse Theo y cambie el apellido al de sus padres adoptivos.

El amor por el mundo artístico de la familia es lo que tiene el impulso que su sentencia incluirá frases de las cartas que el pintor le escribió a su hermano menor Teodoro desde agosto de 1872 hasta julio de 1890.

Pero no solo tomó fragmentos de lo que escribió el artista, sino Rey Galindo escribió una carta a la familia, junto a la reproducción de un cuadrado de Van Goghpara contarles que había hecho lugar a la plena d’adoption.

Para poder escribir la sentencia, la jueza reconoce que compró el libro del pintor holandés. «La faz de escritor de Vincent me cautivó», confió. Y por eso recurrió a las reflexiones del artista para que estuvieran en la decisión judicial: «Me pareció que era bueno que tenga los mismos valores a los que hicieron referencia en las audiencias, los informe y el contexto familiar».




Los dibujos de Van Gogh, en la sentencia.

El lenguaje claro, «a deber del Poder Judicial»

Esta no es la primera vez que Rey Galindo utiliza el lenguaje claro en sus fallos. In 2020 dictó uno para que escuchó una nena de nueve años, quien pidió no renunciar a ninguno de sus papás. La jueza reconoce la triple filiación del hombre que la crió, el padre biológico y la madre biológica.

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Sentencia de la jueza qu’citó a Van Gogh.

«La sentencia judicial reconoce historias humanas. So no solo deben ser dirigidas a la comunidad en general sino a los protagonistas de esas historias. Esto debe ser puesto en valor», sostiene.

El lenguaje claro en los fallos todavía sigue siendo novedoso, pero Rey Galindo considera que su uso es «un deber del Poder Judicial para la sociedad, la comunicación debe ser clara, concreta, accesible y con una lectura fácil«. Rechaza por completo los «mensajes encriptados» que usualmente da la Justicia.

MI/AS

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