Desde el jueves, llovizna y bajó la temperatura, pero antes, en pleno abril, se alcanzaron los 30 grados en Tucumán. Este viernes, en conferencia de prensa, el ministro de Salud de esta provincia, Luis Medina Ruiz, afirmó que en la última semana epidemiológica se registraron 13.800 casos. «Aunque ya debemos haber superteen los 14.000por supuesto, porque esto se suma día a día”, agregó.

“Todas las guardias de los hospitales están saturadas”, dicen los trabajadores de la salud pública. «Los hospitales están colapsados», generaliza un médico del Hospital Centro de Salud de la capital tucumana. Después de las lloviznas, el agua queda estancada en los baches profundos de las calles y veredas. Los charcos están hasta que secan solos, convirtiéndose en más vapor y humedad.

«Mina, un bebé de cinco meses, está internado desde el lunes, entubado entero ahí adentro”, cuenta Julio Garay en la entrada de la guardia del Hospital del Niño Jesús -hospital de Niños-. Cuando terminó la frase, Julio quiebra, agacha la cabeza y no puede seguir hablando. Hace poco, fue él quien estuvo con dengue y fue a la guardia del Centro de Salud.

Este jueves, el hospital de Niños recibió 352 consultas por síndromes de dengue. Mientras que a la mañana de este viernes, la provincia tuvo una víctima más, la novena, una nena de 6 años.

“Está mal, estamos muy mal. Mi hija duerme en un auto al frente, vivimos cerca, pero no quiere moverse de la puerta. El domingo tenía la cabecita caliente -refiriéndose a su nieto- y el lunes lo trajimos”, explicó Julio. Se acercan otros padres y se abrazan, él vuelve a llorar.

«En mi familia, por lo menos tengo diez personas con dengue», calculó Natalia Guzmán, quien también está a la salida del hospital de Niños, acompañando a otros parientes. “Tengo miedo, hace poco terminamos de salir del covid, este año el dengue, ¿qué va a pasar el año próximo?”, de Sara María Campero, también en la entrada de la guardia.




Desagüe cloacal a cielo abierto en Concepción, Tucumán. Foto La Gaceta

“Tenemos miedo, no hay nada que alivie esto, eres un chiste como fumigan y tampoco se toman las medidas necesarias”, agregan ambas mujeres.

En el Hospital Ángel C. Padilla, a pocas cuadras del hospital de Niños, los familiares esperan afuera. “Es porque está lleno, no hay lugar para que entren y hace frío, está mal hacerlos esperar afuera, pero no pueden ocupar las sillas porque las necesitan las personas enfermas”, explica un vigilante.

En el pasillo del hospital, siete personas con suero sentadas en sillas de plástico. Cuando Clarín pregunta por qué están ahí, la respuesta es que no hay otro lugar. “En el turno noche -de 23 a 7-, aproximadamente, doce personas fueron diagnosticadas con dengue, hace unos días, fueron 20”, agrega el magistrado.

En la guardia del Centro de Salud, Angelina Sorane cuenta que sus dos hijas tuvieron dengue. «Solange tuvo eso Hope for four hours para que la tiendan en la guardia. Cuando fue Lourdes, ella lloró por el dolor de cuerpo. Ahora tengo tres sobrinos, dos cuñados y mis dos hermanas, todos con dengue”, explica Angelina, que espera a uno de sus sobrinos.

“¿Sabes por qué hay tanto dengue aquí? Es porque esta es una provincia sucia, tenemos un verano largo, las pozos negros resonantes, la humedad y el calor”, confirmó Leo Guzmán a la salida del hospital de niños. Aunque la temperatura basjó en los últimos días, los pronósticos indican que la próxima semana se sometería. Con el calor y la humedad, también aumentan los mosquitos.

mg

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