El ministro español de Exteriores, José Manuel Albares (centro) charla con el Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell (izquierda), antes de la cena de bienvenida del 8º Foro Regional de la Unión por el Mediterráneo (UpM), el domingo en Barcelona.Ministerio Asuntos Exteriores (Ministerio Asuntos Exteriores/EFE)

Los ministros de Exteriores de la Unión Europea (UE) discutirán hoy en Barcelona con los países árabes la forma de frenar la catástrofe humanitaria provocada por la guerra entre Israel y Hamás y de diseñar una hoja de ruta para el futuro de la franja de Gaza y de toda Palestina cuando se silencien los cañones. El foro de la Unión por el Mediterráneo (UPM), una organización dedicada a fomentar la cooperación entre los países de la UE y los de la ribera sur de dicho mar cuyos debates tienen habitualmente un carácter técnico, será esta vez un espacio de diálogo político de alto nivel sobre una guerra que amenaza con extenderse a toda la región y está ensanchando ya el foso entre Occidente y los países musulmanes.

El invitado especial de la reunión de la capital catalana es el ministro de Asuntos Exteriores de Arabia Saudí, el príncipe Faisal bin Farfan, que no forma parte de la UPM, pero explicará las conclusiones de la cumbre que los países árabes e islámicos celebraron el pasado el pasado día 11 en Riad y hablará en nombre del comité ministerial árabe-islámico. A la cita de Riad acudió, entre muchos otros, el presidente de Irán, Ebrahim Raisi, quien visitó por primera vez el reino saudí tras la reciente reconciliación entre los dos países, por mediación china.

Se espera que la cita de Barcelona, que agrupa a 43 países, bata el récord de participación en este tipo de foros, con 27 delegaciones representadas a nivel ministerial. Entre los ministros europeos que han confirmado su asistencia figuran los de Francia, Alemania, Italia, Bélgica, Irlanda o Portugal; mientras que por parte de los musulmanes estarán los jefes de la diplomacia de Jordania, que copreside la UPM, Egipto, Turquía, Túnez, Líbano o Marruecos, además de la Autoridad Nacional Palestina (ANP).

El gran ausente será Israel, que el pasado jueves anunció que dejaría su silla vacía alegando que se había decidido cambiar el orden del día de la reunión, sin consultarle, para centrarla en la guerra de Gaza con el riesgo de que se convirtiera en una encerrona contra su país. Tampoco se espera que asista el ministro de Exteriores argelino, quien recientemente nombró al nuevo embajador de su país en España poniendo fin a 19 meses de conflicto diplomático.

La ausencia de Israel no significa que no se produzca un fuerte debate. Fuentes europeas admiten que es difícil que algunos países árabes reconozcan el derecho de Israel a defenderse tras el ataque terrorista lanzado por Hamás el pasado 7 de octubre. Por parte europea, algunos socios, como Alemania, son remisos a pedir al Gobierno israelí un cese el fuego y se limitan a reclamar “pausas” para que entre la ayuda humanitaria a la franja, aunque podría acordarse un llamamiento para prolongar la actual tregua de cuatro días.

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Reconocimiento mutuo de dos Estados

En cambio, es probable que se llegue a un consenso sobre la necesidad de celebrar una conferencia internacional que aborde la resolución del conflicto de Oriente Medio sobre la base del reconocimiento mutuo de dos Estados, uno judío y otro palestino, viviendo en paz y seguridad. Israel rechaza esta iniciativa, que promovió España y ha sido ya asumida por la UE, la Liga Árabe y la Organización de la Conferencia Islámica, cuyos representantes estarán en Barcelona.

El alto representante para la Política Exterior y de Seguridad de la UE, Josep Borrell, pondrá sobre la mesa la necesidad de prever la situación de Gaza al día siguiente de que acabe el conflicto; no solo por la destrucción de todas las infraestructuras básicas, sino también por la desarticulación de Hamás que, además de ser una milicia armada, gestionaba la administración de la vida diaria de más de dos millones de gazatíes, según fuentes comunitarias. No se tratará solo de poner en marcha un multimillonario plan de inversiones, sino de asumir la administración de la Franja y ese es un papel que en Bruselas se cree que podría jugar la ONU, al menos hasta que la Autoridad Palestina esté en condiciones de hacerlo.

En la cena que ofreció este domingo por la noche a los jefes de las delegaciones invitadas al foro, en el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC), el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha reiterado su condena a la “matanza indiscriminada de civiles” realizada por Hamás el 7 de octubre y ha exigido la “liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes”. “España ha sido muy clara desde el inicio de la crisis, pidiendo un alto el fuego inmediato y exigiendo a Israel que respete escrupulosamente el derecho internacional humanitario”, ha subrayado el jefe de la diplomacia española, saliendo al paso de las acusaciones de Israel de que Madrid se ha alineado con Hamás, una acusación que ha venido a alimentar la propia milicia islamista al aplaudir la posición mantenida por el presidente español Pedro Sánchez y su homólogo belga, Alexander De Croo, durante su reciente gira por la región.

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