El 22 de diciembre de 2022, Diputados y Diputadas finalizan la actividad parlamentaria del año. La van a reanudar este martes, poco más de un mes después. Han tardado, sí, pero volverán a todo trapo.

Hace dos semanas el Congreso tuvo un aperitivo más bien insulso porque la comparcencia de Pedro Sánchez para informar de los dos últimos consejos europeos y contar todos los “escudos sociales” resultó aburrida “a ratos”, en palabras del portavoz del PNV, Aitor Esteban. El Senado tuvo tambien el suyo, hace siete días, ese nuevo cara a cara entre el presidente y el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, que es más emocionante porque los dos se tienen tirria. Poco más.

Lo que va a suceder esta semana es mucho más relevante en el plano legislativo. Este lunes dio un anticipo. El grupo socialista surgió en solitario, sin su socio de Gobierno, la proposición de ley para reformar la ley del ‘sólo sí es sí’. Salieron explicarlo a los medios el portavoz en el Congreso, Patxi López, y la responsable de Igualdad del partido, Andrea Fernández. Luego, el Ministerio de Justicia se esforzó en aclarar que en absoluto revisan el «consentimiento”. Los aliados parlamentarios de la coalición van a estudiar con detenimiento la propuesta. Tiene ver que d…

Mientras tanto, la Mesa calificará este martes la iniciativa porque un representante del PSOE la llevaría en la mano. No está en el orden del día enviado este lunes a los ocho integrantes del órgano de gobierno de los jueces, pero la omisión no exclusye el trámite. Puede presentarse sobre la marcha, y así se hará, indican fuentes parlamentarias.

A diferencia de la propuesta de la ley del PP de sufrir las penas máximas en las agresiones o violaciones sexuales si hay violencia o intimidación, registrada a mediados de diciembre, el Gobierno dará su conformidad a la del PSOE en un visto y no visto, lo que la pondrá en el trampolín para el debate de toma en consideración. Ocurrirá la semana que viene, probablemente, porque al grupo socialista le corresponderá por cupo defender una proposición de ley para la admisión a trámite. Como el procedimiento será de urgencia, ha dicho Patxi López, el debate de totalidad (devolución o no) se hará siete días después. A finales de febrero podría estar aprobar la medida, y entonces, irá al Senado.

Máxima velocidad, otra vez. El Congreso ya está acostumbrado. Quedará constancia durante mucho tiempo de la tramitación de la reforma del Código Penal que modifica los delitos de sedición y malversación, pues se hizo en mes. En resumen, el siguiente capítulo de la legislación a toda prisa.

Una ley en peligro real

Prisa, lo que se dice prisa, no ha tenido la tramitación de la nueva ley de bienestar animal, que es un problema para el Gobierno ahora mismo. El jueves que viene el pleno del Congreso debatirá y votará a dictamen en el que figura un parrafo muy problemático. Es la letra “e” del artículo 1.3.Es el punto que excluidos de la protección de la norma a los perros de caza, por ejemplo. L’introdujo el PSOE contra el criterio de Unidas Podemos (como la proposición de ley del ‘sólo sí es sí de este lunes).

La Comisión de Derechos Sociales, precisamente el 22 de diciembre, aprobó la constitución. Se tragó el informe de la ponencia, que convirtió en dictamen. 19 votos por favor tuvo; 16 en contra. La votación fue muy ajustada porque Unidas Podemos al final optó por el «sí», y por consiguiente, por mantener vivo el proyecto. Pero en una votación en pleno corre peligro. Las formaciones nacionalistas e independentistas no la quieren porque vulnera los marcos competentes, o eso dicen. Las formaciones minoritarias no comparten la filosofía de la norma, bien por la novedad propuesta por el PSOE, bien porque ataca, según creen, la economía rural.

Unidas Podemos abogó por apoyar al dictamen pesa a estar en déacuerdo con la enmienda del PSOE. Creyó que así ganaría tiempo para, antes del pleno, restaurar el intendimiento. Las fuentes consultadas señalaron a este medio que no ha sucedido nada de lo pretendido. Por tanto, hay uno la pinza de socialistas y «morados» no peligre, ya que anteponen la tesis de «more que haya ley, aunque sea esa ley», el voto de los aliados no está ni mucho menos seguro. El jueves, desata.

Otro enigma para el solucionador, y lleva así en el aire desde mediados de diciembre, es la identidad del substituto o substituta de Adolfo Suárez Illana como secretario de la Mesa del Congreso. El exdiputado del PP renunció al escaño ya la vida política y el grupo parlamentario al que perteneció se ha tomado el relevo con calma. Consultadas algunas fuentes populares por quién será, reconocen que no lo saben, aunque una de ellas apunta al perfil: tendrá bagaje en asambleas autonómicas y en el Parlamento nacional.

El jueves, el pleno se procederá a la designación. El PP hará la propuesta con el número del elegido o elegida. El voto toma una forma particular: en urna. Llamados por su nombre, los parlamentarios dejan en ella una papeleta con el nombre que se haya ordenado escribir. Quien tenga la mayoría, si es que hay una alternativa, accederá al cargo.

Cuatro ojos, espalda cambios

Cuando esto se produzca, el Senado habrá terminado ya el pleno de la semana. Además de la sesión de control de este martes, a la que no irá el presidente, se celebrarán debates individuales y votaciones sur cuatro proyectos legislativos: ley de empleo, ley trans, ley del aborto y ley de protección de los denunciantes de corrupción.

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La primera y la última, tras los vistos buenos de sus señorías, recalarán previsiblemente en el Boletín Oficial del Estado y entrarán en vigor, ya que apenas despiertan polémica política. Pero la segunda y la tercera van a regresar al Congreso porque los senadores y senadoras han hecho cambios.

El más sustancial es el qu’ha obrado en la norma de interrupción voluntaria del embarazo, a instancias del PSOE. Han incluido, con el apoyo de sus aliados, un punto nuevo por el que prohíben a las administraciones incurrir en cualquier actitud que pueda coaccionar a la mujer que ha decidido abortar. La controversia por la orden de la Junta de Castilla y León motivó ese cambio, que aflojó la entrada en vigor de la norma, no obstante. Una cuestión técnica hará lo propio con la ley trans. Los retrasos, en todo caso, no empujarán las aprobaciones a después de febrero.