Se crea la campaña para las elecciones europeas. A un año de las elecciones, previstas entre el 6 y el 9 de junio de 2024, los partidos políticos están en movimiento. Reunidos esta semana en Estrasburgo, los eurodiputados calculan la futura composición del hemiciclo y la naturaleza de las alianzas que allí podrían forjarse entre sus 705 cargos electos. Algunos escenarios sugieren una profunda reconfiguración del Parlamento Europeo.

En 2019, los conservadores del Partido Popular Europeo (PPE, 177 escaños) y los socialdemócratas (S&D, 143) perdieron la mayoría que les había permitido, hasta entonces, cogestionar la Asamblea Legislativa. Se han unido a los liberales (Renovar, 101) para apoyar las políticas de Ursula von der Leyen, la presidenta de la Comisión desde las filas del PPE. En 2024, según las encuestas, estos tres partidos deberían mantener la mano pero, con menos escaños cada uno, la mayoría sería más débil y menos unida. Los Verdes (72 elegidos), cercanos a esta coalición, caerían. Por el contrario, habrían resultado elegidas la extrema derecha Identidad y Democracia (ID) y la derecha nacionalista y euroescéptica Conservadores y Reformistas Europeos (ECR), respectivamente 62 y 66 elegidos.

“Áreas de contacto”

En este contexto, el juez Stéphane Séjourné, presidente del grupo Renew en el Parlamento Europeo, “habrá un momento de recomposición política del panorama europeo en 2024”. De momento, en la mayoría von der Leyen, solo el EPP está mostrando sus cartas, al menos en parte, los demás están dejando que las cosas sucedan y están preparando la continuación, discretamente. “Manfred Weber cree en el regreso del conservadurismo y la religión. Cree que la doctrina democratacristiana, capaz de expandirse hacia la izquierda, ha vivido”, encomienda uno de los interlocutores habituales del presidente del grupo PPE en el Parlamento Europeo. Este último, en cualquier caso, está liderando una ofensiva de seducción sin precedentes con ECR, esta derecha muy conservadora considerada más popular que ID (a la que está afiliado Agrupación Nacional).

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“Las zonas de contacto entre el PPE y la ECR existen, como demuestra el viaje a Túnez [le 11 juin] por MA mí von der Leyen, acompañada por Giorgia Meloni”, el jefe del gobierno italiano, presidente del partido de extrema derecha Fratelli d’Italia y ECR, analiza Sébastien Maillard, director general del instituto Jacques Delors; o nuevamente los recientes acuerdos entre la derecha clásica y la extrema derecha en Italia, Suecia y en proceso de firma en Finlandia.

Muy concretamente, en los últimos meses, el EPP, aliado de ECR (y muchas veces de ID), ha bloqueado o intentado bloquear en varias ocasiones textos -sobre la reducción del uso de pesticidas o la restauración de la naturaleza- cuando no han luchado por reducir su alcance. , como en el caso del proyecto de ley sobre el deber de vigilancia de las empresas. Sobre la migración, también desecharon para imprimir su marca e intentar que el texto fuera aceptable para Roma. En todos estos temas –migración, transición climática, poder adquisitivo– que estarán en el centro de la campaña, sin duda con la ampliación, el PPE coquetea con ECR. «Es oficial, Weber quiere construir una alianza con la extrema derecha», lanza el eurodiputado macronista Pascal Canfin. En cualquier caso, quiere recuperar a un electorado que ya no se reconoce en las elecciones que hizo bajo los años de von der Leyen, y poder acoger a ciertos partidos ECR, como el flamenco N-VA o el checo ODS.

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