El gigante asiático marcó un récord en la producción de vehículos propulsados ​​por nuevas energías al llegar a las 20 millones de unidades fabricadas. Un automóvil que fue plantado por la empresa GAC ​​Aion New Energy Automobile en la ciudad de Guangzhoucapital de la sureña provincia de Cantón, fue el que redondeó cifra.

Fu Bingfeng, vicepresidente de la Asociación de Fabricantes de Automóviles de China, aseguró que este hito significa que el sector entró en una nueva etapa de desarrollo a gran escala globalizado y de alta calidad, lo que hace de él «important part» del sistema industrial del país, dijo la agencia oficial Xinhua.

La cifra histórica fue celebrada por el Ministerio de Industria y Tecnologías de la Información, pues esta representa un poco menos del 24 por ciento de la fabricación de vehículos en todo el mundo el año pasado, que fue de 85 millones de unidades.

La otra noticia la dio BYD, la marca china líder mundial en la fabricación de vehículos eléctricos, que también anunció un récord de ventas en el primer semestre de 2023 con 1,26 millones de unidades comerciales, lo que supone casi el doble que en el mismo periodo del año anterior.

En todo 2022, las ventas de la compañía se sitúan en 1,86 millones de unidades, el triple que en el año previsto. A finales de junio pasado las autoridades chinas anunciaron la restauración de las exenciones y reducciones de impuestos sobre la compra de vehículos propulsados ​​​​por nuevas energías hasta 2027.

Los Ministerios de Hacienda, Industria y Tecnología y la Administración Tributaria señalaron que el objetivo es «apoyar el desarrollo de la industria de vehículos de nueva energía, promover el consumo y facilitar la construcción ecológica».

Los subsidios concedidos por China a este tipo de automóviles entraron en vigor en 2009 y aparecieron en 2022, tras lo cual las ventas de eléctricos en el mayor mercado mundial de este tipo de automóviles cayeron casi a la mitad (-48%) que en el último mes de 2022.