Diez mil pasos y más. De publicación en publicación, la sospecha se ha ido demostrando: los futbolistas profesionales están más expuestos que la población general a enfermedades neurodegenerativas, y en particular al Alzheimer. Pero quedan por interpretar los resultados del delicado trabajo realizado en diferentes países. Y quedan muchas preguntas. ¿Qué tan grande es el riesgo? ¿Cuál es el papel de las conmociones cerebrales, el juego de cabeza, pero también otros factores? Y finalmente, ¿qué prevención se debe poner en marcha?

A nuevo estudio realizado en Sueciapublicado el 16 de marzo en la revista Salud Pública Lancet, aporta algunos elementos a este archivo complejo y sensible. Peter Ueda (Instituto Karolinska, Estocolmo) y colegas han incluido 6.007 futbolistas masculinos, incluidos 510 porteros, que jugaron, entre 1924 y 2019, al menos un partido en el equivalente a la primera división sueca. Suecia tiene muchos registros de datos estadísticos y médicos de su población, los investigadores pudieron identificar las enfermedades neurodegenerativas que ocurrían en la cohorte, comparando a cada uno de los jugadores con diez controles.

Durante el periodo de seguimiento -hasta finales de 2020- 537 jugadores profesionales (8,9 %) fueron diagnosticados de alguna patología neurodegenerativa, frente al 6,2 % de los sujetos control, es decir, un riesgo relativo de 1,46. El exceso de riesgo afecta sobre todo a la enfermedad de Alzheimer y otros síndromes demenciales (riesgo relativo de 1,62), y no se encuentra entre los porteros. Además, se encontró que la mortalidad general era menor en los atletas que en la población general.

Lea también: ¿Es peligroso jugar de pies a cabeza a largo plazo? La Federación Escocesa se posiciona limitándolo para los entrenamientos

Estos hallazgos están en parte en línea con los de otros equipos que han demostrado la mortalidad de los futbolistas profesionales, particularmente en Escocia y en Francia. En el estudio escocés, publicado en 2019 en EL Revista de medicina de Nueva Inglaterra, la asociación fue particularmente fuerte con la enfermedad de Alzheimer (riesgo multiplicado por cinco). También se observó un exceso de riesgo para la enfermedad de Parkinson (que no es el caso en la cohorte sueca).

Fortalecer la prevención

A raíz de la publicación, la Federación Escocesa de Fútbol había anunciado, como medida de precaución, medidas para limitar el juego de cabeceo en los niños y, más recientemente, en los adultos. La Unión de Asociaciones Europeas de Fútbol (UEFA) ha incluido pautas por cabecear en el fútbol juvenil.

Sin embargo, tenga cuidado con las amalgamas, advierte Emmanuel Orhant, director médico de la Federación Francesa de Fútbol (FFF) y primer autor del estudio francés: “Se ha encontrado un exceso de enfermedades neurodegenerativas en el fútbol profesional, pero no hay estudios que muestren un vínculo entre los aficionados. » El médico de la FFF también destaca la evolución de las características técnicas del balón y la menstruación en las últimas décadas, lo que reduce el riesgo de impactos en la cabeza y conmociones cerebrales.

Te queda por leer el 35,17% de este artículo. Lo siguiente es solo para suscriptores.