NOEstamos trabajando con urgencia para garantizar que nuestro sistema haga más por las personas y por el planeta. La acumulación de múltiples crisis dificulta la capacidad de los países para luchar contra el hambre, la pobreza y la desigualdad, así como para invertir en su resiliencia y su futuro. Las vulnerabilidades de la deuda en los países de ingresos bajos y medianos son un obstáculo importante para su recuperación económica, así como para su capacidad de realizar inversiones esenciales para el mañana.

Trabajamos con urgencia para combatir la pobreza y la desigualdad. 2020, 120 millones Desde entonces, las personas han caído en la pobreza extrema y queda mucho por hacer para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas para 2030. Por lo tanto, debemos poner a las personas en el centro de nuestra estrategia para mejorar el bienestar. ser de las personas en todas partes del planeta.

Queremos que nuestro sistema responda mejor a las necesidades de desarrollo y aborde mejor las vulnerabilidades, ahora aumentadas por los riesgos climáticos que probablemente debiliten aún más la capacidad de los países frágiles para erradicar la pobreza y lograr un crecimiento económico inclusivo. Los desastres causados ​​por el cambio climático aumentarán en intensidad y frecuencia, y afectarán de manera desproporcionada a las personas más pobres y vulnerables del planeta. Estos problemas no conocen fronteras y representan un riesgo existencial para nuestras sociedades y nuestras economías.

Renovando nuestros modelos de negocio

Queremos que nuestro sistema haga más por el planeta. Las generaciones actuales pueden liderar el camino hacia una nueva era de crecimiento económico global sostenible, a través de la transición a un mundo con cero emisiones netas, así como la implementación de los objetivos del Acuerdo de París. Estamos convencidos de que una transición energética justa, que no deje a nadie atrás, puede ser un factor importante para reducir la pobreza y apoyar el desarrollo sostenible e inclusivo. Esto requiere invertir en todas partes a largo plazo, para dar a todos los países la posibilidad de beneficiarse de ello. Inspirados por el avance histórico del Marco Global de Biodiversidad de Kunming-Montreal, también debemos renovar nuestros modelos económicos para que reconozcan el inmenso valor del capital natural para la humanidad.

Estamos convencidos de que los objetivos de reducir la pobreza y proteger el planeta son complementarios. Debemos priorizar una transición justa e inclusiva, para garantizar que los más desfavorecidos y los que tienen más potencial se beneficien realmente de esta oportunidad, en lugar de asumir el costo de manera desproporcionada. Sabemos que dependiendo de las diferentes circunstancias nacionales, es probable que los países adopten diferentes escenarios de transición para alcanzar el objetivo de 1,5 °C. La transición no ocurrirá sin solidaridad, sin oportunidades económicas o sin crecimiento sostenible para el financiador.

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