El presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela, Elvis Amoroso (i), estrecha la mano del presidente de la Comisión Nacional de Primarias, Jesús María Casal (c), tras ofrecer una rueda de prensa, en Caracas.MIGUEL GUTIERREZ (EFE)

Un camino empedrado ha seguido la primaria de la oposición venezolana hasta finalmente concretarse, si no ocurre nada sobrevenido, este domingo en medio de grandes incertidumbres. A los desafíos de una accidentada logística gestionada por la sociedad civil y los partidos políticos, ante la respuesta tardía del Consejo Nacional Electoral para prestar apoyo, se suma la censura. El Sindicato Nacional de la Prensa ha denunciado que periodistas y directores de medios radioeléctricos han recibido presiones para que a partir del viernes en la noche suspendieran sus limitadas coberturas sobre el proceso con el que las fuerzas que disienten del Gobierno Nicolás Maduro entrenan el músculo de la movilización.

“Documentamos llamadas y comunicaciones informales de responsables regionales y nacionales de Conatel (Comisión Nacional de Telecomunicaciones, que regula los medios radioeléctricos) a los directivos y propietarios de las emisoras de radio y televisión, en las que recuerdan a los medios que “no están obligados” a dar cobertura al evento porque no es “oficial” al no contar con el respaldo del Consejo Nacional Electoral. En otros casos se plantea expresamente que “no deberían darle cobertura a las primarias”, señala la ONG Espacio Público en un comunicado en el que denuncia la censura previa.

Los principales circuitos de radio a nivel nacional suspendieron sus operativos especiales de cobertura al igual que los canales de televisión. Es una práctica que ha venido ocurriendo durante toda la carrera. Hace unos meses, un programa de radio de una emisora del Estado Barinas fue sacado del aire después de entrevistar a la candidata Delsa Solórzano. En 2022, nada más cerraron casi un centenar de estaciones de radio en todo el país y este 2023, al menos 60 páginas web de medios digitales independientes nacionales y extranjeros están bloqueadas —solo se puede acceder a ellas a través de una VPN— así como también el motor de búsqueda que crearon los organizadores de las primarias para informar a los ciudadanos sobre la ubicación de su centro de votación para este domingo.

El ecosistema de medios en Venezuela se ha achicado por la presión del chavismo y la crisis económica. Desde los tiempos de Hugo Chávez, la llamada hegemonía comunicacional convirtió a los medios en un frente más de batalla. Es por ello que uno de los compromisos del acuerdo de Barbados firmado esta misma semana deja por escrito una reiterada exigencia de los dirigentes políticos opositores: el acceso a todos medios de comunicación públicos y privados de todos los candidatos y la participación de todos los medios de comunicación en las coberturas. Para esta primaria, el Ministerio de Comunicación e Información, por ejemplo, no facilitó acreditaciones para enviados especiales de otros medios para cubrir el proceso. Esta premisa básica para garantizar unas elecciones competitivas y con garantías democráticas ya está quedando de lado. Ante el cerco, el grupo de medios digitales Alianza Rebelde Investiga, la Asociación de Prensa Extranjera y otras organizaciones han anunciado una alianza para hacer una cobertura colaborativa del proceso.

Si bien todo indica que las primarias ocurrirán, se están realizando con todo en contra. Desde la Comisión Nacional de Primarias han lidiado para establecer centros donde los ciudadanos puedan ejercer su derecho al voto para escoger al candidato unitario de la oposición. A pocas horas del inicio del proceso, hay centros que están siendo reubicados por presiones del Gobierno a las instituciones que los han prestado. En muchos lugares se votará en la calle y, si se puede, bajo un toldo por un pronóstico de lluvia que puede emparamar aún más la participación. También ha habido reclamos por los retrasos en entrega de credenciales para los testigos y los medios.

En los últimos sondeos realizados por Delphos hace una semana, un 66,7 % de la población decí dispuesto a acudir a los comicios del 22 de octubre, aunque de ese grupo solo 20% dice tener alta o muy alta probabilidad de hacerlo. Esa alta intención de voto podría terminar rebanada por todos estos obstáculos, a los que se suman las propias disputas entre los aspirantes a la candidatura dentro de una oposición sumamente fragmentada. El abanderado de Acción Democrática, Carlos Prosperi, en segundo lugar en las encuestas luego del retiro de Henrique Capriles, ha venido criticando el proceso desde hace semanas por las fallas en la logística y, a pocas horas de iniciar el proceso, solicitó su suspensión, denunciando supuestas irregularidades en la designación de los miembros de las mesas de votación a través de un sorteo. Tras una conversación este sábado con los organizadores ha recogido sus reclamos y ha llamado a votar, pero ha dejado una puerta abierta al no reconocimiento de los resultados. Pese al complejo panorama, cuando inicie la jornada de las primarias con las que la sociedad civil vuelve hacer pulso al chavismo, una nueva etapa en el prolongado conflicto político venezolano estará por comenzar.

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