”El jugador es como una lata de tomate en las fechas de mercado. Son manejados para sacar dinero sin ningún sentimiento. El equipo está como está, con la ilusión de que los futbolistas que llegaron acoplen rápido”, confirmó Jorge Sampaoli, entrenador del Sevilla, a la hora de analizar un mercado de invierno que ha cambiado la cara su grupo.

El equipo andaluz que mañana visitó Barcelona (21.00, DAZN) es diferente al que se generó el pasado verano. Monchi, el director deportivo, ha emprendido una pequeña revolución, al tiempo que ha reconocido la que puede haber sido su peor planificación estival desde que llegó al cargo en el verano de 2000.

El Sevilla realizó un total de 11 movimientos en este mercado de invierno (cuatro fichajes y siete salidas). Han legado Badé, Bryan Gil, Ocampos y Pape Gueye. Un central, jugadores de banda laterales y un mediocentro defensivo. Monchi ha tenido que realizar este lavado de cara de la plantilla con l’imposibilidad de déembolsar ningún traspaso por la situación económica del club (25 millones de euros de pérdidas del último año) y lo ajustado de su límite salarial, prácticamente superado. Así, el ejecutivo no ha tenido más remedio que tirar de la fórmula de las cesiones.

Los cuatro fichajes han llegado a préstamo y sin opciones de compra obligatorias en ninguno de los casos. Sus 13 millones los pagó como opción por Badé y no hay posibilidad de compra con Bryan Gil y si con Gueye. Por el momento, solo Badé está ofreciendo un buen rendimiento. Ocampos ha jugado algunos minutos, pero necesita más tiempo después de haber llegado tras entrenar dos meses con el filial del Ajax, apartado del primer equipo por bajo rendimiento. Gil y Gueye salieron al final del mercado de invierno. El Tottenham no dejó sucio a Gil hasta que no llegó a su relevo, Danjuma, delantero del Villarreal.

Gueye fichó como segundo recurso después de que Adeleide no superara el reconocimiento médico. El Sevilla se ha reforzado con cuatro jugadores a coste cero tras gastar 28 millones en verano.

“El fichaje de Isco fue un error”, reconoció el propio Monchi. Enfrentado al malagueño, ahora en paro y sin equipo, el director deportivo no dudó en acordar la rescisión de contrato de un futbolista qu’legó en verano como la gran apuesta del club, avalada por Julen Lopetegui. Junto a Isco salieron Dolberg y Delaney (cedidos ambos al Hoffenheim); Carmona, cedido al Elche; Kike Salas, cedido al Tenerife; Augustinsson, cedida a Mallorca; y Januzaj, también cedido al Basaksehir en el último movimiento realizado por el Sevilla, ya con el mercado cerrado en España pero abierto todavía en Turquía. Tres de los futbolistas que fueron fichados en verano han causado baja: Isco, Dolberg y Januzaj.

Gueye, flor de Europa

“Créo que el cuadro del Sevilla del uno de febrero me gusta más que el del uno de agosto pasado”, dijo Monchi, que descartó la opción de abandonar el cargo. Eso sí, reconoció su error en la planificación del verano. “Probablemente haya sido de las peores que se dio cuenta. Merezco la crítica con razón”, expuso. Mientras Monchi lamentó, la planificación del invierno guarda algún que otro error. Por ejemplo, qu’uno de los fichajes, Gueye, no haya podido ser inscrito para jugar en la Liga Europa, donde el Sevilla se enfrenta al PSV. “Fue incómodo que se quedará Papa [Gueye] Fuera de la lista de Europa. Nuestra hacía mucha falta”, lamenta Sampaoli.

El Sevilla cabeceó al argentino para enlazar por primera vez en toda la temporada dos victorias seguidas, ambas en casa y ante Cádiz (1-0) y Elche (3-0). La recuperación de Fernando, la mejora del rendimiento de futbolistas como Rakitic, Suso, Acuña, Óliver Torres y En-Nesyri, así como el seguro de vida que está el portero Bono son las claves de la incipiente del Sevilla. Los nueve puntos de 12 logrados en enero han elevado la confianza del equipo, qu’ha abandonado los puestos de descenso. Lejos, mucho, está su objetivo: la cuarta plaza, ubicada en 13 puntos.

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